La posición de Mohamed VI a favor de un 'seísmo político' inquieta a la clase dirigente marroquí

Paco Soto

Pie de foto: El Rey Mohamed VI durante su discurso en el Parlamento.

Hace unos días, el Rey de Marruecos, Mohamed VI, pronunció un discurso muy crítico sobre la situación política, económica y social del país ante los parlamentarios con motivo de la apertura del nuevo año legislativo. Mohamed VI no tuvo pelos en la lengua, y planteó incluso la posibilidad de provocar un “seísmo político” en Marruecos para mejorar la situación global del país. Últimamente, el jefe del Estado ha criticado varias veces a la clase política y otros estamentos de la nación, como el funcionariado, pero hacerlo esta vez ante los parlamentarios del país tuvo un significado político y simbólico especial. El discurso que pronunció Mohamed VI con motivo de la Fiesta del Trono, el pasado 29 de julio, también fue muy crítico con la situación de Marruecos, y sorprendió a muchos observadores de la vida pública. Esta vez, el monarca utilizó versículos del Corán para ilustrar su descontento. El monarca aclaró que el objetivo de sus críticas a la clase política no es otro que reformar profundamente el Estado e impulsar un nuevo modelo de desarrollo económico. “Todos conocemos los problemas, necesitamos soluciones y no una inflación de diagnósticos”, dijo Mohamed VI ante sus señorías.

Benkirane reacciona

Desde entonces, la expresión “seísmo político” está siendo comentada en público y en privado por muchos políticos, que no disimulan su preocupación, y ciudadanos de a pie. Los marroquíes no están acostumbrados a que el jefe del Estado regañe a la clase política y le plantee la necesidad de encontrar soluciones a los graves problemas del país. El exprimer ministro y número uno del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), Abdelilah Benkirane, ha sido el político más atrevido y explícito a la hora de comentar el discurso del soberano alauí. Según informó el periódico ‘Akhbar Al Yaoum’, Benkirane, que aspira a un tercer mandato como secretario general del PJD, aseguró ante un grupo de militantes, en Salé, cerca de Rabat, que “no temo un seísmo político. En todo caso si algo me inquieta son ustedes”. Añadió Benkirane: “El Estado debe aprovechar la oportunidad que representa el PJD”. Benkirane tiene sólidos apoyos dentro de su partido, pero también muchos detractores que cuestionan su intención de aspirar a un tercer mandato como secretario general. Su relación con Mohamed VI no es buena. Hace unos meses, el monarca, ante la imposibilidad de formar gobierno, destituyó a Benkirane y nombró como primer ministro al número dos del PJD, Saad Eddine El Othmani. El secretario general, en principio, puede contar con el apoyo del Movimiento de Unicidad y Reforma (MUR), la matriz ideológica del partido, pero no con El Othmani y la corriente más pragmática y moderada de la formación islamista, que busca ensanchar la base social del partido y no espantar a la población.

Pie de foto: El secretario general del islamista PJD, Abdelilah Benkirane.

Valoración positiva

Si Benkirane lograra ser reelegido secretario general del PJD en el congreso ordinario del partido los días 9 y 10 de diciembre, fortalecería su influencia interna y quizá podría ser un mejor interlocutor de cara a Mohamed VI. Pero sería bueno que el líder del PJD no olvide que no cuenta con los favores del jefe del Estado, quien ve en el dirigente islamista a uno de los símbolos de los problemas del país. Algunos comentaristas políticos así lo piensan. Por su parte, el politólogo Mohamed Darif, cree que el monarca quiso en su discurso dejar claro que a partir de ahora los políticos tendrán que rendir cuenta a la sociedad y la jefatura del Estado. Según el politólogo, el Rey quiere estrechar los lazos con el pueblo marroquí y alejarse de una clase política inepta e ineficaz, porque es consciente de que el descontento social es una realidad palpable. El monarca aseguró en su discurso que “nunca hemos dudado a la hora de actuar contra los que cometen una negligencia”, y “en el estado actual de las cosas necesitaremos mayor firmeza para romper con las prácticas fraudulentas que dañan los intereses de los ciudadanos”. Darif valoró positivamente el hecho de que el Rey planteara un modelo económico que “satisfaga las demandas e interese crecientes de los ciudadanos” y defendiera mayor participación de la población en los asuntos del país, tal como plantea la Constitución de 2011”.

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato