La vivienda de lujo y la inversión turística se resentirán por el atentado de Barcelona

Julián González/CapitalMadrid.com

Pie de foto: Reino Unido, Francia, Alemania y Bélgica, los países eu­ro­peos que más pisos com­pran en España

El te­rro­rismo is­lá­mico de La Ramblas de Barcelona va a marcar un antes y un des­pués igual que su­cedió con el aten­tado del 11-M en Madrid. Aparte de los efectos que puede tener sobre el tu­rismo, las in­ver­siones in­mo­bi­lia­rias su­frirán un pa­rón. Los datos que se re­gis­tran hasta ahora sobre el cre­ci­miento del mer­cado de la vi­vienda de­mues­tran su ex­ce­lente mo­mento y, aunque el aten­tado del pa­sado 17 de agosto no tiene por qué afec­tar, sí hay ciertos miedos a que se pro­duzca una ra­len­ti­za­ción.

Las empresas turísticas han asegurado que el golpe islámico asestado en la capital catalana no es un ataque dirigido contra el turismo en España ni contra las inversiones extranjeras en el país sino un intento de sembrar el pánico y el temor en todo el mundo. Los turistas han visto como ciudades como París, Londres, Berlín, Bruselas, Niza han sido víctimas de esta lacra pero el efecto dominó que, a veces, se produce ante situaciones así es irremediable.

Túnez no es un caso comparable, pero muchas empresas hoteleras han abandonado proyectos que estaban en macha por culpa de los atentados sufridos y la inestabilidad política del país. Lo sucedido en este país no es similar a lo que ocurre en Europa pero en alguna medida sí ha afectado.

Por ejemplo, la cadena mallorquina RIU abandonó sus negocios en Túnez tras los atentados ocurridos en 2015 en la capital tunecina. Esta misma cadena hotelera acaba de adquirir recientemente el Edificio España, en Madrid, al grupo Baraka por 272 millones de euros para convertirlo en un hotel de gran lujo.

Inversión extranjera

Y es que, el sector inmobiliario, pese a ser un negocio diferente al turismo, va en paralelo en cuanto a inversiones se refiere. Una gran parte del mismo se alimenta del dinero y de los inversores extranjeros, de ahí que algunos expertos consideren que el sector podría sufrir cierta parálisis en cuanto a la entrada de dinero por parte de inversores relacionados con el negocio inmobiliario del lujo.

Precisamente, la agencia Barnes International acaba de publicar lo datos semestrales relativos al precio de la vivienda del lujo en España con crecimientos espectaculares del 7%. Madrid y Barcelona han sido las dos ciudades que destacan sobre el resto del país. La Costa Brava, la Costa del Sol andaluza, islas Baleares y el litoral valenciano son las cuatro zonas turísticas más cotizadas por lo que hay cierta sensibilidad de que el sector se retraiga. En estas cuatro zonas, el crecimiento que se ha producido llega incluso hasta el 10%.

El sector inmobiliario acaba como quien dice de salir de la mayor crisis que ha sufrido por culpa del estallido de la burbuja en 2017 y ahora se produce este golpe terrorista que habrá que ver si tiene consecuencias o no. España se estaba viendo beneficiada hasta ahora del abandono de muchos turistas de países como Túnez, Egipto e incluso países asiáticos y ahora Barcelona ha sufrido este golpe tan atroz.

Fuentes consultadas por CapitalMadrid estiman que lo sucedido en Barcelona no puede evaluarse en el corto plazo y habrá que esperar. La inversión en hoteles en España ha sido uno de los sectores preferidos por los fondos de inversión extranjeros. De hecho, en 2016, la inversión alcanzó casi los 2.200 millones de euros, frente a los 2.740 millones registrados en 2015.

Respecto a la compra de viviendas por parte extranjera, no se espera que vaya a tener efecto alguno. Según el último informe de BBVA Research, el mayor crecimiento de las economías europeas, principales demandantes foráneos, junto con las tensiones geopolíticas que se registra en otros países competidores, está propiciando la compra de viviendas por parte de los extranjeros.

El informe de BBVA Research subraya que la incertidumbre en torno al Brexit y la depreciación de la libra esterlina habían afectado al mercado inmobiliario, pero aun así los ingleses siguen siendo los primeros compradores. El peso de la demanda inglesa se sitúa en el 14,5% del total de extranjeros, según los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad.

Por ejemplo, los ciudadanos franceses representan el 9,6% de los extranjeros que compran vivienda en España. Alemania representa el 7,7% y Bélgica, figura en cuarto lugar con el 6,9% del mercado. Es decir, los cuatro países que, junto con España, han sufrido los mayores golpes del terrorismo islámico en Europa, son lo que más invierten en compra de pisos en el país. Por ese motivo, no se espera que se produzca un detraimiento en el sector de la vivienda residencial. En el negocio del gran lujo y la inversión hotelera, hay más interrogantes sobre lo que puede suceder.

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