Las periodistas podrán asistir a los partidos de voleibol masculinos en Irán

Por Luz García Pueyo
Foto: Ghoncheh Ghavami, condenada a un año de cárcel por querer asistir a un partido de voleibol masculino en Teherán.
 
Irán es desde hace unos días un país un poco mejor. No es una democracia ni nada que se le parezca y los ayatolás y sus secuaces políticos seguirán dirigiendo el país con mano de hierro. Pero algo cambió desde la reciente condena a un año de prisión de la joven británica de origen iraní  Ghoncheh Ghavami, por haber querido asistir a un partido de voleibol masculino en el estadio Azadi de Teherán. Ghavami fue arrestada el pasado 20 de junio frente al citado estadio mientras participaba en una manifestación en la que se pedía que las mujeres tuvieran permiso para entrar al recinto a ver el partido entre las selecciones de Irán e Italia. Ghavami fue liberada poco después, pero volvió a ser  arrestada  nuevo días más tarde cuando reclamó varios objetos que le fueron confiscados tras su primera detención. En Irán, las mujeres tienen prohibido asistir a los partidos de varios deportes en su categoría masculina, entre ellos el fútbol y el voleibol. Desde esta semana esto ya no es exactamente así. El Ministerio iraní de Juventud y Deportes decidió el pasado miércoles conceder permisos a las mujeres periodistas y fotógrafas para acudir a eventos deportivos en su categoría masculina, según informó la agencia de noticias  iraní IRNA. “El voleibol iraní está bajo presión por parte de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) por no permitir a las mujeres que entren a los estadios. Esta fue la razón por la que a Irán no se le permitió celebrar el campeonato mundial juvenil”, informó recientemente la agencia Fars. En España y en Europa esta medida puede parecer insuficiente, pero en un país como Irán, donde las mujeres sólo tienen un derecho, el de callarse y hacer lo que les impone la sociedad patriarcal y machista en la que viven, es un avance. 
 
Un caso escandaloso
El caso de Ghavami escandalizó a mucha gente dentro y fuera de Irán, e incluso inquietó al sector reformista y liberal del régimen autoritario y teocrático que soportan millones de iraníes desde hace 35 años. Esta joven de 25 años que decidió regresar a su país de origen, estudió Derecho en la Universidad de Londres y se graduó en la Escuela de Londres de Estudios Orientales y Africanos (SOAS). Tras ser detenida por segunda vez, fue acusada de “propaganda contra el Estado” y pasó parte de su detención en una celda de aislamiento en la prisión de Evin, en el norte de Teherán. La plataforma www.change.org lanzó una campaña a favor de la liberación de Ghavami y recogió 700.000 firmas y Amnistía Internacional (AI) denunció su detención. Además,  la FIVB pidió el pasado mes de octubre  la liberación de la joven y recordó que esta organización está comprometida con “la inclusión y los derechos de las mujeres a participar en los deportes en una base de igualdad”. A principios de este mes de noviembre, la FIVB anunció que Irán no iba a ser sede del campeonato mundial juvenil de 2015, que finalmente se celebrará en Argentina,  y que no se le permitirá acoger otra competición internacional hasta que no retire la prohibición de que las mujeres asistan a los partidos. 
 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato