Los campos de fresas en Huelva se llenan de temporeras marroquíes

Paco Soto

Pie de foto: Temporeras marroquíes recogiendo fresas en la provincia de Huelva.

Los campos de fresas de la provincia de Huelva, en Andalucía Occidental, se están llenando poco a poco de mujeres marroquíes inmigrantes y temporeras, que vienen unos meses a España a recoger fresas. Las mismas fresas que luego se comen los españoles y europeos. Los empresarios agrarios onubenses necesitan de mano de obra marroquí y de otros países, como los africanos subsaharianos, pero también de Europa Central y Oriental: Polonia, pero cada vez menos, Bulgaria, Rumanía... El 40% de los temporeros marroquíes –unos 7.000- tienen experiencia profesional en campañas anteriores en la provincia onubense.

Las organizaciones agrarias andaluzas, que no están formadas por grandes latifundistas desalmados típicos de las películas de Luis Buñuel, sino por agricultores de clase media, pequeños, medianos y algunos grandes, conocen bien el oficio y aman a su tierra y Andalucía; se han desplazado al norte de Marruecos para seleccionar a las candidatas. En general, las condiciones laborales y salariales contempladas en el convenio son respetadas por las dos partes, y los casos de abusos patronales son minoritarios, reconoce un sindicalista de UGT.

Mohamed, in inmigrante marroquí afincando en la ciudad de Lepe desde hace más de 15 años, confirma a Atalayar la afirmación del sindicalista español. “Huelva no es Almería. Aquí hay un mayor respeto a la ley y a los derechos de los trabajadores, y muchos empresarios son verdaderos creadores de riqueza y no ‘negreros’ como en otros tiempos’, aunque busquen beneficio en su negocio”. “El problema es con los pobres ‘sin papeles’, el eslabón débil de la cadena de temporeros”, indica Mohamed.

Según la parte española, son más de 18.000 trabajadoras las temporeras marroquíes que ya están viajando estas semanas a Huelva, para participar en la campaña de la fresa, en una de las mayores operaciones realizadas nunca entre España y Marruecos. La cifra, aunque por el momento se está en pleno proceso de selección de quienes habrán de desplazarse de manera definitiva a la provincia andaluza, está por encima de lo que el propio sector fresero había solicitado tanto a las autoridades marroquíes como españolas.

Satisfechos del acuerdo

Según el diario ‘Huelva Información’, los agricultores, en general, están muy satisfechos del acuerdo alcanzado con Rabat, porque les facilitará “cubrir sin problemas las necesidades de la campaña”, según palabras del responsable de Freshuelva, Alberto Garrocho. Por su parte, el presidente de la gran patronal Asaja y responsable de Interfresa, José Luis García-Palacios, piensa que “sobre el papel es lo que esperábamos, aunque ahora hay que seleccionar a aquellas personas que cumplan los requisitos en una relación laboral normal como las que tantas veces se llevan a cabo, con todos los requisitos legales perfectamente cubiertos”.

Pie de foto: Dos mujeres marroquíes caminan por las calles de Algeciras, frontera con Marruecos a través de la ciudad de Tánger.

Las ‘freseras’ no tienen que tener más de 45 años, deben estar casadas y tener hijos en su país para evitar conseguir arraigo en España. Puede parecer exagerado y duro por parte de España, y quizá lo sea, pero el Gobierno de Rabat está de acuerdo, porque piensa que es una manera de evitar el fomento de las migraciones irregulares condenadas al paro, la precariedad laboral, los bajos salarios y la pobreza crónica. “El que tenga una alternativa a estas medidas que la presente; yo prefiero una temporera que pueda trabajar unos meses en España que no ser más laxo y fomentar la inmigración clandestina y condenar a la miseria a miles de mis compatriotas en España”, subraya el sociólogo Larbi Ben Malek.

Regiones de reclutamiento

La mayoría de las temporeras son reclutadas en las regiones de Uxda, Agadir, Meknes, Marraquech y Mechra Belksiri, una población de 30.000 habitantes ubicada de la rica región agrícola del Gharb, a media distancia entre Rabat y Tánger. La ANAPEC marroquí (oficina de colocación de trabajadores) está satisfecha con el complejo proceso de contratación. Según explicó a Efe José Luis Díaz, representante de la asociación agraria Asaja en Huelva, las ‘freseras’ marroquíes se acogen al convenio colectivo del sector en la provincia, que fija un sueldo diario de unos 40 euros por una jornada de seis horas y media. Díaz afirmó que las temporeras marroquíes “son estupendas y rinden bastante”, son “disciplinada”. Son mujeres jóvenes –entre 20 y 45 años- y en buenas condiciones físicas.

Emisión especial en Marruecos

En Marruecos, el libro ‘Mujeres de la fresa, dedos de hada’, de la periodista Chadia Arab, está siendo objeto de la emisión semanal ‘Hagan entrar al invitado’ en la emisora de televisión 2M, en Casablanca, que se hace con la colaboración del diario digital ‘Yabiladi.com’, en el marco del programa ‘Tiempo de lectura’. La obra es el resultado de años de investigación de Chadia Arab con temporeras marroquíes en tierras españolas, italianas y francesas. La periodista marroquí es geógrafa y especialista en migraciones, trabaja también como investigadora en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, un instituto de un gran prestigio europeo.

Pie de foto: La periodista, especialista en migraciones e investigadora marroquí Chadia Araba.

Arab ha recorrido durante años muchas zonas de España, Francia e Italia para conocer de cerca y entrevistar temporeras. “Estas mujeres han sufrido mucho la crisis financiera en España, y muchas se encontraron durante años sin la posibilidad de trabajar unos meses en este país y después poder vivir dignamente en Marruecos”, explica la periodista e investigadora. Sobre la feminización de la inmigración marroquí en España, Chadia Araba recalca que muchas de esas mujeres son analfabetas, nunca habían abandonado su país, donde habían trabajado en precario. Y bastantes son berberófonas y no hablan el árabe dialectal marroquí. 

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