Los constructores marroquíes protestan por la competencia de Turquía

Paco Soto

Pie de foto: Una obra de construcción en una ciudad marroquí.

Los empresarios del sector de la construcción y la obra pública en Marruecos están molestos con la competencia de las empresas de Turquía que hacen negocios en el país magrebí. Esto es así porque algunas constructoras marroquíes bien implantadas en el mercado local han perdido importantes mercados. Las firmas turcas han conseguido jugosos contratos como la plataforma de la segunda línea férrea del tranvía de Casablanca por parte de Yepi-Merkesi y el complejo portuario Nador West Med en el caso de la sociedad STFA Group. Operadores marroquíes que aspiraban a ganar estos contratos, como SGTM, TGCC, Seprob, Houar y Bioui Travaux, no lo consiguieron. La gota de agua que hizo debordar el vaso fue la adjudicación a la empresa turca Makyol de unas obras que irán desde la imponente mezquita Hasan II a la plaza Zellaqa de Casablanca. Según medios locales, la Federación Nacional Marroquí de Construcciones y Obras Públicas (FNBTP) criticó que ni las “sólidas referencias” de los operadores marroquíes ni “sus experiencias reconocidas en el ámbito nacional e internacional hayan sido tenidas en cuenta” en la adjudicación de  negocios empresariales.

Extrañas maniobras

El director delegado de la FNBTP, Mustafá Miftah, denunció extrañas maniobras de las firmas turcas desde marzo de 2016 para que “empresas marroquíes hayan sido apartadas de las condiciones de acceso al mercado”. Algunas de estas empresas marroquíes son potentes constructoras multinacionales que han llevado a cabo obras de gran calibre en Marruecos y en otros países africanos, tienen experiencia profesional y un buen nivel técnico.

Por ello, la FNBTP no entiende que todas estas firmas hayan sido descartadas en la adjudicación de grandes obras en Marruecos. Mustafá Miftah no ocultó su enfado y dijo estar “escandalizado” por lo que hacen las empresas turcas en su país, porque, según el director delegado de la FNTB, lograron que la competencia marroquí fuera descartada antes de que empezara la primera fase de ofertas empresariales. “No es lógico que empresas marroquíes solventes y con experiencia en la construcción de complejos como pantanos, puentes y túneles hayan sido descartadas antes de hora”, señaló un analista económico de Casablanca.

Pie de foto: Mustafá Miftah, director delegado de la FNBTP.

Denuncia judicial

En este sentido, según publicó el periódico económico L´Economiste, la firma Copisa Maroc/Seprob no descarta poner una denuncia ante los tribunales. Copisa Maroc es una filial de la multinacional española Copisa, que opera en el país magrebí desde 2010 y se ha adjudicado numerosas obras públicas. La constructora cuenta con dos delegaciones propia en Marruecos, Copisa Maroc y CPI Maroc, ubicadas en Casablanca y Temara, cerca de Rabat. Copisa es la segunda empresa constructora más relevante de Cataluña; tiene su sede en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y opera en todo el mundo, sobre todo en Europa, norte de África, Oriente Medio e Hispanoamérica. No todos los hombres de negocios marroquíes comparten las denuncias de la FNBTP. Driss Moulay Rchid, director general de la sociedad de desarrollo local SDL Casa-Aménagement, opinó que las empresas marroquíes descartadas en la adjudicación de grandes proyectos no cumplían con los criterios técnicos exigidos, y descartó cualquier tipo de “amiguismo” en este proceso.

Pie de foto: Empresarios españoles y marroquíes de la construcción reunidos en el país magrebí.

Esfuerzo empresarial

“Hacemos todo lo posible para que las empresas marroquíes ganen contratos. 95% de nuestros mercados son adjudicados a empresas marroquíes”, aseguró Driss Moulay Rchid. “Las empresas marroquíes hacen un esfuerzo para lograr las exigencias” requeridas en materia técnica, pero su trabajo “no es satisfactorio para los miembros de la comisión técnica” que evalúa las distintas ofertas, explicó el director general de SDL Casa-Aménagement. Turquía es una potencia emergente euroasiática que se ha abierto camino económico en países en vías de desarrollo y desarrollados. Muchas de sus empresas de obras públicas trabajan con costos más reducidos que sus homólogas occidentales y han conseguido por ello un alto nivel de competitividad. En el continente africano, Marruecos es un país en pleno desarrollo que aspira a convertirse en el futuro en una economía emergente. Marruecos es una de las principales economías africanas, sus bancos y empresas operan en muchos países del continente.

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