Los disturbios de Gdeim Izik condicionan la vida política y judicial de Marruecos

Paco Soto

Pie de foto: Una asamblea de jóvenes saharauis en el campamento de Gdeim Izik.

Los violentos disturbios ocurridos en noviembre de 2010 en el campamento de Gdeim Izik, situado a unos 15 kilómetros de El Aiún, capital administrativa del Sáhara Occidental, sigue condicionando la vida política y judicial de Marruecos. El juicio civil contra 25 saharauis detenidos y acusados de ser los autores de varios asesinatos que se tenía que celebrar esta semana fue suspendido y aplazado al próximo 23 de enero. Según el abogado de una de las víctimas, Abdellatif Wahbi, “el proceso fue aplazado al 23 de enero debido a la ausencia de uno de los acusados”. El campamento de Gdeim Izik fue organizado por jóvenes saharauis que protestaban por motivos económicos y sociales como la falta de trabajo y las duras condiciones de vida que sufren muchos ciudadanos en el territorio de la antigua colonia española. Marruecos considera que el Sáhara Occidental es parte integrante e innegociable de su territorio nacional. En cambio, el Frente Polisario, que cuenta con el apoyo incondicional de Argelia, lleva más de 40 años luchando contra Marruecos por la independencia del Sáhara Occidente, y defiende un referéndum de autodeterminación que contemple la plena soberanía del territorio.

Politización del Polisario

Lógicamente, los militantes y simpatizantes del Polisario hicieron todo lo posible por politizar el conflicto de Gdeim Izik, y el desmantelamiento del campamento acabó en graves disturbios que provocó muertos, heridos y detenidos. La mayoría de los muertos fueron agentes de las fuerzas de seguridad marroquíes, un aspecto que medios españoles y europeos cercanos a las tesis del Polisario minimizaron. Cabe también recordar que las cifras de fallecidos, heridos y detenidos fueron bastante confusas, porque las autoridades marroquíes impidieron la entrada a la zona de periodistas extranjeros y miembros de organizaciones humanitarias.

Human Rights Watch (HRW), cuyo director de Emergencias estuvo en la zona en conflicto durante cinco días, criticó duramente la falta de transparencia de las autoridades marroquíes en este asunto. Pero, sin embargo, las ONG no criticaron la manipulación política del conflicto que organizaron personas y ONG afines al Polisario en España y otros países. Algunos medios españoles llegaron incluso a utilizar fotos de la represión israelí en Gaza o de atentados terroristas en Marruecos para demostrar la dura represión que ejerció Marruecos contra los saharauis contestatarios de Gdeim Izik.

Pie de foto: El campamento de Gdeim Izik después de los violentos disturbios.

Muertos marroquíes

Según Rabat, en los violentos enfrentamientos de noviembre de 2010 fallecieron 14 personas: un militar y nueve miembros de las fuerzas policiales marroquíes, un agente auxiliar y un funcionario de la Oficina de Fosfatos de Marruecos, así como dos saharauis. Uno de los saharauis muertos era Baby Hamday Buyema, de nacional española. 163 saharauis fueron detenidos. Los 25 saharauis que tendrán que comparecer ante los jueces en enero fueron acusados de asesinatos y de haber mutilado los cadáveres marroquíes. HRW y Amnistía Internacional (AI) denunciaron torturas y malos tratos a los detenidos. Marruecos y el Polisario se acusaron mutuamente de haber provocado los enfrentamientos.

En 2013, los 25 acusados fueron condenados por un tribunal militar marroquí a penas de cárcel que iban de 20 años a la cadena perpetua por “violencia contra las fuerzas públicas que provocó la muerte con premeditación y complicidad”. El juicio militar fue denunciado por “irregularidades” por el Colectivo Internacional de Abogados y ONG como HRW. El pasado mes de julio, el tribunal de apelación de Rabat ordenó la celebración de un nuevo proceso civil que garantizara los derechos de los acusados. Varios observadores marroquíes e internacionales anunciaron su presencia en el juicio, según informó la agencia de noticias de Marruecos MAP.

Pie de foto: Un cartel con los nombres y fotos de los saharauis acusados de crímenes en los disturbios.

“Proceso equitativo”

El juicio civil es una “oportunidad que garantiza un proceso equitativo”, porque “las confesiones de muchos acusados fueron arrancadas bajo tortura”, comentó Sarah Leah Whitson, directora para Oriente Medio y África del Norte de HRW. Unos días antes del proceso de diciembre aplazado, 43 abogados españoles, franceses, belgas, suizos y estadounidenses, apoyados por la Asociación Cristiana contra la Tortura y la Pena de Muerte (ACAT), publicaron una carta de solidaridad con los 25 saharauis, y se pronunciaron favor de que el juicio se celebrara en el Sáhara Occidental y no en la ciudad de Salé, cerca de Rabat. Por su parte, los familiares de las víctimas marroquíes denunciaron “las maniobras” y la “manipulación” de los abogados occidentales cercanos a las tesis del Polisario, y recordaron el “crimen horrible” que se cometió contra ciudadanos del Reino de Marruecos.

Pie de foto 4: Un saharaui orina sobre el cadáver de un policía marroquí muerto en Gdeim Izik.

Familiares y amigos de las víctimas

Las autoridades marroquíes están indignadas, porque “a nivel internacional, nadie habla de las víctimas y de sus familias”. Según Rabat, las víctimas marroquíes fueron “masacradas” por los saharauis. Un equipo del Consejo Nacional de los Derechos del Hombre (CNDH) de Marruecos aseguró que los saharauis detenidos fueron tratados correctamente por las autoridades penitenciarias, y no cuestionó la validez del primer juicio militar. En su informe, el CNDH tampoco constató que los detenidos hubieran sido torturados por la Policía. En este contexto, se creó la Asociación de Coordinación de las Familias y Amigos de las Víctimas de Gdeim Izik; lo hizo este mes de diciembre con motivo de la conmemoración del décimo aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Dicho colectivo hizo saber a través de un comunicado que “el derecho a la vida es uno de los derechos humanos más sagrados, el cual les ha sido robado a nuestros 11 hijos que fueron asesinados a sangre fría cuando cumplían su deber profesional el 8 de noviembre de 2010 en un suburbio de la ciudad de El Aaiún”.

La Asociación de Coordinación de las Familias y Amigos de las Víctimas de Gdeim Izik quiere que se haga justicia “mediante todos los medios legítimos, a todos los intentos de encubrir el atroz crimen sufrido por nuestros hijos, preservar y honrar la memoria de las víctimas y velar por su rehabilitación mediante la aplicación de la ley contra los criminales”. Por ello, el colectivo humanitario quiere “tomar todas las medidas necesarias para seguir las pautas de este juicio y para presentarse como parte civil con el fin de informar al tribunal de los sufrimientos de las familias de las víctimas y presentar sus reivindicaciones legítimas”.

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