Los habitantes de la ciudad siria de Madaya, atrapados en el hambre y la pobreza

Atalayar

La ciudad siria de Madaya situada en la periferia de Damasco y cerca de la frontera libanesa, lleva sitiada desde julio del 2015. Sus habitantes no tienen libertad de movimiento debido a que su ciudad está rodeada por puestos de control, minas terrestres y francotiradores.

Se estima que alrededor de 42.000 personas están atrapadas en la ciudad y que unas 40.000 sufren una grave desnutrición y se encuentran en peligro de muerte por hambruna. Desde mediados de octubre de 2015 no entran alimentos, medicinas ni combustible. Los médicos locales afirmaron a Save the Children que hay más de un millar de casos de desnutrición en menores de un año y que el número irá en aumento si no termina el asedio.

Por otro lado, la escasez de alimentos ha elevado el precio de los alimentos esenciales como el arroz, el azúcar y el bulgur (alimento elaborado a partir del trigo). Como ejemplo, el precio del bulgur llegó a alcanzar los 280 dólares el kilogramo, y el arroz puede llegar a costar 200 dólares el kilógramo, lo que supone que productos que deberían estar al alcance de lo más desfavorecidos se han convertido en productos de lujo solo al alcance de unos pocos afortunados.

Con la llegada del invierno la situación no hace más que empeorar, ya que además de tener que combatir el hambre, los habitantes de Madaya se enfrentan a temperaturas bajo cero sin electricidad ni combustible para los generadores. En estas circunstancias los niños pequeños son los más vulnerables, sobre todo cuando están desnutridos. Las familias están racionando la escasísima comida disponible, los mercados están vacíos y muchas personas, desesperadas, se están viendo obligadas a comer carne de gato o perro y las hojas de los árboles.

"La comida está siendo utilizada como arma de guerra en Madaya y en otras zonas sitiadas y los niños están pagando el precio. Es terrible ver cómo el asedio está haciendo sufrir a los ciudadanos. Los trabajadores humanitarios locales están desesperados por ayudar, pero ellos mismos se han quedado sin alimentos y suministros médicos. Si la ayuda no llega pronto a Madaya morirán muchos niños", advierte Andrés Conde, director general de Save the Children.

Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, al menos diez personas han muerto por inanición de Madaya. Pero según trabajadores de Save the Children que están sobre el terreno, el pasado mes de diciembre al menos 31 personas murieron en Madaya por falta de alimentos entre ellos tres niños menores de un año y tres embarazadas también con problemas severos de desnutrición. Además, profesionales de los servicios sanitarios informaron a Save the Children sobre el aumento de los casos de hepatitis A y enfermedades de la piel. Asimismo, es preocupante que muchos han perdido la vida al intentar salir de la ciudad, ya que la huida supone enfrentarse al ejército sirio, las milicias chíies libanesas de Hezbulá y cientos de minas que rodean la ciudad siria.

Madaya lleva cercada desde hace ya seis meses y está bajo el control del régimen gubernamental de al Assad frente a la presión de los rebeldes moderados que se encuentran en las inmediaciones. El asedio de las ciudades y el hambre se han convertido en estrategias bélicas en el conflicto sirio. Rebeldes y régimen sellan las poblaciones para obligar a los combatientes y a los soldados a rendirse. Atrapados entre ambos bandos, los civiles son las principales víctimas.

En octubre del pasado año, tras un pacto entre Turquía e Irán, se decretó el alto al fuego y se permitió la evacuación de varios civiles, sin embargo, se prohibió la entrada de ayuda humanitaria a Madaya. Además, según afirmó Naciones Unidas, en la última entrega de alimentos, en el mes de octubre, se entregaron, por error, galletas caducadas a la ciudad siria. Hecho que causó indigestión a varios ciudadanos.

La única esperanza de supervivencia de los habitantes de Madaya, por ahora es la ayuda humanitaria del exterior, que hasta hace unos días estaba restringida. Por fortuna el gobierno sirio de Bashar al Assad aprobó el pasado 7 de enero la distribución de asistencia humanitaria en las localidades de Madaya, Fua y Kefraya. A raíz de la decisión, la ONU informó de que ya prepara el envío de caravanas con ayuda vital durante los próximos días.

En un comunicado conjunto, los coordinadores humanitarios de la ONU para la crisis en Siria, Yacoub el Hillo y Kevin Kennedy, señalaron que han recibido informaciones creíbles sobre personas que han muerto de hambre o que han sido ultimadas al intentar huir de Madaya.

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