Lunger, la mujer que dijo “no” al Nanga Parbat para salvar a sus compañeros

D.M. / lainformación.com

El alpinismo es una cuestión de fe y lógica, algo que puede faltar cuanto estás a punto de alcanzar la cima del Nanga Parbat , unos de los ochomiles del Himalaya. A la italiana Tamara Lunger tan solo le faltaban 100 metros, pero su estado físico complicaría su descenso y, por ende, el de sus compañeros de expedición que tendrían que ayudarla. Ante esta tesitura, Lunger renunció a ser la primera mujer en llegar a la cima del Nanga Parbat, en favor de no poner en riesgo la vida de su equipo. 

A sus 29 años, Tamara Lunger tenía a su alcance un hecho histórico, una heroicidad dentro del alpinismo que le habría reportado fama, patrocinios y probablemente contratos de publicidad. Sin embargo, no quiso ser un lastre para sus compañeros Simone Moro, Ali Sapdara y Alex Txikon.

Estaba mal físicamente. Había vomitado todo el desayuno, y sabía que necesitaría ayuda en el descenso para llegar al campo base de altura.  Suponía mucho peligro, y por eso a 100 metros de la cima decidió dar la vuelta. "La sensación de compromiso era enorme. Sin duda, sabía que ese día podía costarme la vida, así que me pregunté: ¿Qué es lo que realmente importa? Y no tuve ni que responderme", explicó Tamara. 

A 50 grados bajo cero y con la falta de equipamiento, la decisión fue sensata y su equipo se lo supo agradecer. "Es la primera vez en mi carrera que veo una demostración tan emocionante de generosidad y ética aplicada a las montañas.

En lugar de convertirse en la primera mujer en la historia en coronar un ochomil inédito en invierno, pensó en nosotros al renunciar. Es una de las cosas más increíbles que he visto en mi vida de escalador", afirmó su Simone Moro. 

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