Marruecos encabeza el ranking mundial en la producción de cannabis

 

Marruecos conserva el primer puesto en el ranking mundial de producción de cannabis, según un informe de la  Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (ONUDC). En el año 2013, Marruecos produjo unas  38.000 toneladas de cannabis y 760 toneladas de cannabis transformado en resina (kif) sobre una superficie cultivada de unas 50.000 hectáreas. El informe fue presentado por el director de la ONUDC, el ruso Yuri Fedorov, ante la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas con motivo del Día Internacional contra el Tráfico y el Abuso de Drogas. La mayoría del cannabis marroquí se produce en la región norteña del Rif. Las datos que tiene la ONU sobre Marruecos son estadísticas marroquíes, porque desde el año 2005 los técnicos de la ONUDC no pueden investigar esta problemática sobre el terreno, en Marruecos. Según la Asociación Marroquí de Periodistas y Escritores (AMJET), la superficie dedicada al cultivo de cannabis es de 72.000 hectáreas, mucho más que el dato aportado por las autoridades locales. Algunos medios de comunicación marroquíes barajan incluso la cifra de 142.000 hectáreas dedicadas al cultivo de cannabis. Miles de pequeños agricultores, rifeños en su  mayoría,   viven con  escasos recursos de este cultivo, que en gran medida está controlado por las mafias de la droga en Marruecos pero también en países como España. Las redes criminales que trafican con drogas en Marruecos consiguen ganar cada año unos 12.000 millones de dólares, mientras que las ganancias de los agricultores apenas alcanzan los 600 millones. Estas redes han conseguido sobornar y controlar a miembros del  aparato policial y judicial en Marruecos y fuera de sus fronteras. Además, gran parte del cannabis que produce Marruecos se dirige a  mercados europeos como el español y el francés. 

 

Desde hace varios años  existen en Marruecos iniciativas a favor de la legalización del cultivo de cannabis. Según estos colectivos, una medida de esta envergadura beneficiaría al millón de marroquíes que viven de este cultivo y golpearía los intereses criminales de las mafias. El Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), que fue creado por Fuad Ali el Hima, un amigo íntimo del rey Mohamed VI, plantea esta posibilidad, y por eso mismo organizó con el nacionalista Partido Istiqlal (PI), el pasado mes de abril, un encuentro sobre la cuestión en Bab Berred, en las montañas del Rif. El encuentro agrupó a unos 2.000 agricultores. El PI planteó que esta cuestión sea ampliamente debatida por el Parlamento. Los expertos consideran que si se quiere acabar con el cannabis en una región como el Rif el Estado tendría que dar una alternativa a los casi 50.000 humildes campesinos que viven de ese cultivo en las regiones de Nador, Ketama y Alhucemas. De momento, las autoridades marroquíes toleran el cultivo de cannabis en el norte del país, aunque reprimen su transformación. En 2013, las fuerzas de seguridad incautaron 500 toneladas de cannabis; en 2012, 137; y en 2001, 126. 

 

En otro orden de cosas, cabe destacar que el drama de la inmigración irregular a Europa a través de países como España e Italia sigue presente. La marina militar italiana confirmó este lunes la muerte de 30 inmigrantes que fallecieron a bordo de un barco en el que viajaban junto con otras 566 personas procedentes del norte de África hacia las costas de Sicilia. Las víctimas murieron asfixiadas por encontrarse hacinadas en una zona muy estrecha de la barcaza, según pudo constatar el personal médico que prestó ayuda sanitaria a los rescatados. Los otros 566 inmigrantes fueron embarcados  en una nave de la marina militar con destino al puerto siciliano de Pozzallo. Desde el viernes de la semana pasada, las naves de la marina militar de Italia han socorrido 5.000 inmigrantes en las aguas del Canal de Sicilia en el marco  del programa de salvamento Mare Nostrum. Este dispositivo de vigilancia y socorro fue activado el pasado año después de la tragedia ocurrida el 3 de octubre de 2013, cuando perdieron la vida al menos 366 personas después de que naufragara su embarcación junto a la isla italiana de Lampedusa.