Marruecos enciende los ánimos de Mauritania tras cuestionar su integridad territorial

Paco Soto

Pie de foto: Hamid Chabat, secretario general del Partido Istiqlal (PI).

La República Islámica de Mauritania, que se independizó de Francia en noviembre de 1960, es el país más pobre y débil del Magreb, peros sus dirigentes políticos no están dispuestos a que Marruecos cuestione su integridad territorial. Esto es lo que hizo el pasado sábado el secretario general del histórico y nacionalista Partido Istiqlal (PI) marroquí, Hamid Chabat. El líder del PI, que fue alcalde de Fes y es secretario general del sindicato Unión General de Trabajadores de Marruecos (UGTM), provocó un conflicto diplomático con Mauritania tras declarar en un mitin que este país es un territorio que pertenece al Reino de Marruecos. Chabat también aseguró que el territorio de Marruecos empieza en Ceuta y acaba en el río Senegal. Es una vieja tesis defendida por el político nacionalista, escritor y fundador del PI, Allal al-Fasi. El PI siempre ha mantenido que Mauritania es territorio marroquí.

No es la posición oficial de Marruecos hoy en día. El presidente mauritano y exgeneral golpista, Mohamed Ould Abdelaziz, pidió al Rey de Marruecos, Mohamed VI, que presente disculpas oficiales al país magrebí por las declaraciones de Chabat. Abdelaziz también exigió excusas al PI y al conjunto de las élites políticas marroquíes.  Palacio fue muy crítico con la tesis de Chabat en un comunicado oficial, porque “dañan las relaciones con un país vecino y hermano y demuestran un desconocimiento profundo de las orientaciones de la diplomacia marroquí, defendidas por su Majestad”.

Pie de foto: El presidente de Mauritania, Mohamed Ould Abdelaziz.

Buena vecindad y cooperación

Según Palacio, estas orientaciones apuestan por “la buena vecindad, la solidaridad y la cooperación con Mauritania”. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí rechazó categóricamente las declaraciones del líder del Istiqlal, porque las consideró “peligrosas e irresponsables”. El departamento dirigido por Salaheddine Mezouar, ministro hispanófono y buen amigo de las autoridades españolas, hizo saber su “preocupación” por la polémica suscitada por el jefe del PI. Asuntos Exteriores señaló que “desgraciadamente, este tipo de declaraciones, que carecen de contención y madurez”, favorecen los intereses de “los enemigos de la integridad territorial” de Marruecos. Los dirigentes marroquíes no desean un conflicto diplomático con Mauritania, y respetan por ello la integridad territorial de este país.

Las declaraciones de Chabat fueron duramente criticadas en Mauritania. El partido Unión por la República (UPR) denunció los propósitos del dirigente nacionalista marroquí, y consideró que constituyen “un atentado a la soberanía y la independencia de Mauritania. No es la mejor manera de abordar las cuestiones espinosas [entre Rabat y Nuakchot] y no contribuirá a la resolución del conflicto del Sáhara Occidental”. Durante los primeros años de la crisis saharaui, Marruecos y Mauritania se dividieron el territorio de la antigua colonia española. Pero finalmente Nuakchot, tras varios años de enfrentamiento militar con el Frente Polisario apoyado por Argelia, renunció a controlar la parte que le correspondía del Sáhara Occidental y se retiró de la guerra.

Declaraciones fuera de contexto

El PI hizo saber a través de un comunicado que las declaraciones de Hamid Chabat fueron sacadas de contexto, y aseguró que “respetamos la opción de la independencia del pueblo mauritano, y la aceptamos automáticamente”. El PI aseguró que la UPR “utilizará estos propósitos para acrecentar el sentimiento patriótico contra el Istiqlal y Marruecos”. Por su parte, el Frente Polisario se unió a las críticas de Mauritania contra Marruecos. El movimiento independentista saharaui dirigido por Brahim Ghali hizo saber en un comunicado que “condena las declaraciones provocadoras del secretario general del partido nacionalista marroquí Istiqlal, Hamid Chabat, y considera que son un intento del régimen marroquí de legitimar su ocupación ilegal del Sáhara Occidental”. El Polisario afirmó que lo que busca Rabat con las declaraciones de Chabat es “crear tensiones en la región” del Magreb. El Polisario recordó a Marruecos que la historia ha superado “la era del colonialismo, la expansión y la ocupación”.

Pie de foto : Una panorámica de Nuakchot, capital de Mauritania.

Viaje de Benkirane

Así las cosas, el primer ministro marroquí, el islamista Abdelilah Benkirane, viajó este martes a Mauritania para tratar de “apaciguar el incendio”, tituló un medio digital de su país. Según diversas fuentes, Benkirane viaja a Mauritania “en el marco de una misión que le ha encomendado el Rey Mohamed VI”. El momento político marroquí no es el más adecuado, porque Benkirane intenta desde hace varias semanas formar un nuevo gobierno después de que su formación, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), ganara las elecciones generales una segunda vez. Las negociaciones están siendo muy difíciles entre Benkirane y otras fuerzas políticas. “Después de este desplazamiento, seguiré con las consultas con los partidos políticos”, anunció el primer ministro en funciones antes de viajar a Mauritania al diario digital ‘le360.ma’. Rabat, según una fuente diplomática marroquí, “no se puede permitir el lujo de un conflicto político con Nuakchot. Marruecos ha tenido y tiene problemas con Mauritania, pero este país no es nuestro enemigo, sino un país amigo con el que tenemos que mejorar las relaciones y solucionar los conflictos por la vía del diálogo”.

En otro orden de cosas, Mauritania tendría que adoptar antes de que acabe el mes de diciembre un proyecto de ley sobre un referéndum constitucional que pretende suprimir el Senado, descentralizar el poder y reforzar los símbolos de la República modificando la bandera y el himno del Estado. Es un objetivo defendido encarecidamente por Mohamed Ould Abdelaziz que será sometido a votación el próximo mes de enero. Fuerzas opositoras como el Foro Nacional por la Democracia y la Unidad (FNDU), Tawassoul (islamista), la Agrupación de Fuerzas Democráticas (RFD) de Ahmed Ould Daddah y la Unión de Fuerzas Progresistas (UFP) de Mohamed Ould Maouloud rechazaron el diálogo con el presidente, porque consideraron que el verdadero cambio democrático sería la celebración de “elecciones libres y transparentes”. Lo dijo el presidente del FNDU, Sid’Ahmed Ould Babamine

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