Mientras el mundo gira, se venden y compran armas

Carlos Penedo. Columna de opinión publicada originalmente en Estrella Digital.

Desbrocemos la columna: el planeta seguirá girando independientemente de quién consiga formar el próximo Gobierno, incluso si no es del PP, lo sé porque me quedé sin padres y el mundo físico no pestañeó, los semáforos continuaron cambiando de color cada 30 segundos como si nada hubiera ocurrido.

Más broza: no existe una España sin guerra civil, que tenga el espíritu nacional de la Albania de Enver Hoxha o de EEUU; no existe una España centralizada sin CCAA (aunque se descalifique el sistema y una cuarta parte de la población ya se declare favorable a un imposible centralismo simplificador). Si respetamos las peculiaridades británicas en la UE, respetemos las domésticas.

Y no existe un mundo sin comercio de armas. Un primer acercamiento al asunto es conocerlo, luego se verá qué hacemos con él, y prestar atención al detalle.

armasQuién vende

Y en esto del comercio de armas hay gente que informa con rigor, entre ellos un instituto sueco que responde a las siglas de SIPRI.

Según información difundida este mes de febrero (comercio) y este diciembre (empresas), el SIPRI nos dice, por ejemplo, que España fue el séptimo exportador mundial de armamento en el lustro 2011-15.

Entre las empresas nacionales, Navantia ha desaparecido del listado de los 100 principales fabricantes mundiales de armas. Hace un par de años fue Indra quien se cayó de la lista.

Hay que tener en cuenta que las estadísticas recogen ahora contratos firmados hace una década. La tendencia es a la baja en construcción naval, que ha encabezado el volumen de ventas en los últimos años, y al alza en el sector aeronáutico. La presencia hispana en tan ilustre clasificación hay que buscarla en Airbus, donde España va perdiendo poder corporativo con sólo el 4% de las acciones y sorprendentemente mantiene una carga de trabajo que triplica aquel porcentaje.

Subiendo por países exportadores, por encima de España se sitúan Reino Unido, Alemania, Francia y el podio es para China (escalando posiciones), en tercer lugar, Rusia medalla de plata (la cuarta parte de las ventas mundiales de armamento) y oro para Estados Unidos (concentra el 33% de las exportaciones mundiales de armas).

Lo anterior es consecuencia de la nacionalidad de los principales fabricantes, encabezados por Lockheed Martin y Boeing (EEUU), la británica BAE System en tercer lugar; Raytheon, Northrop Grumman y General Dynamics (las tres de EEUU) y Grupo Airbus en séptima posición (consorcio europeo).

Quién compra

Empezando por casa, el destino del armamento fabricado en España fue en el último lustro principalmente Australia (por Navantia), Arabia Saudí y Turquía.

A nivel global se pueden destacar algunas zonas cuya demanda de armamento goza de muy buena salud. En primer lugar el subcontinente indio, con India como primer importador de armas del planeta (con Rusia como el suministrador mayoritario), Pakistán el séptimo (compra a China y EEUU).

Otra región donde este negocio florece es Oriente Próximo, con un crecimiento del 61% en los últimos cinco años, con Arabia Saudí como segundo país importador de armas del mundo (principalmente de EEUU y Reino Unido), Emiratos (cuarto lugar planetario, de EEUU y Francia) y Turquía como sexto mayor comprador (de EEUU).

Qátar ha triplicado sus compras en el último lustro, Egipto sigue importando armas y sorprende algo, no mucho, encontrar a Irak como comprador de armamento a Estados Unidos.

China, Vietnam y Corea del Sur muestran también gran actividad importadora.

Maticesarmas

La compraventa de armamento da pistas sobre zonas conflictivas, sobre presupuestos destinados a este fin sin relación con el tamaño de cada PIB, sobre capacidad exportadora, suministradores y suministrados.

Existen embargos internacionales de armas que se respetan y luego zonas difusas donde todo es discutible, no ilegal. No es lo mismo venderle una fragata a Noruega que misiles con uranio enriquecido a Corea del Norte.

En esto de las armas quienes las fabrican las denominan tecnologías y material de defensa, y enfatizan con razón que se encuentran a medio camino del mundo civil y militar.

La empresa española que fabrica motores los coloca en un caza, en un jet privado y en un avión de pasajeros. El mundo de los videojuegos y los simuladores militares son primos hermanos. La ciberseguridad interesa a militares y civiles.

La industria de defensa no crea mucho empleo, aunque dicen que es de calidad; tiene buena prensa donde hay fábricas (Cádiz, Sevilla, Ferrol, Getafe, Albacete) y regular en el resto, aunque a las empresas no les preocupa en exceso la opinión pública, los contratos se ganan en los pasillos de los ministerios.

Una de las realidades no menor de la próxima legislatura será un mayor protagonismo del Parlamento. Junto a esto, en programas y pactos viene apareciendo la necesidad de consensuar algún mecanismo plurianual que estabilice en el presupuesto los programas de adquisiciones. Lo ideal es fusionar las dos últimas frases (= transparencia parlamentaria de la compra de armamento).

Para conspiranoicos: se dice que acabar con el hambre en el mundo es una tarea realmente complicada, no así dar de comer a un niño que lo necesite, más real y al alcance de la mano. Pues eso, centrémonos en el detalle. Lo más útil puede ser poner el foco en empresas, intermediarios y operaciones concretas, me dice la intuición periodística.

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