Muere el expresidente peruano Alan García tras dispararse cuando iba a ser detenido

Eloísa Cózar Navarrete

Pie de foto: El expresidente peruano Alan García. REUTERS/GUADALUPE PARDO.

El expresidente de Perú, Alan García, ha fallecido este miércoles horas después de dispararse en la cabeza cuando iba a ser detenido por la Justicia peruana. Ha ocurrido en el momento en el que la policía se disponía a ejecutar una orden preliminar de arresto por su supuesta vinculación en delitos de corrupción relacionados con la constructora brasileña Odebrecht. Según han informado las autoridades peruanas, el exmandatario de 69 años habría muerto mientras estaba siendo operado por la herida de bala en el hospital Casimiro Ulloa de Lima. 

Además, al tiempo que Alan García intentaba ser reanimado, el también expresidente Pedro Pablo Kuczynski era internado en una clínica de la capital por problemas cardíacos. Según ha informado ese mismo día el congresista Gilbert Violeta, Kuczynski “ha sido trasladado por personal policial porque ha sufrido una suerte de descompensación, una alteración cardiaca y es lo mejor para su seguridad”. Kuczynski había sido también detenido el pasado 10 de abril en el marco de las investigaciones por el caso Odebrecht. Presuntamente, Kuczynski habría recibido a través de su empresa Westfield Capital pagos de la constructora brasileña Odebrecht por valor de más de un millón de dólares desde el año 2005 al 2017.

El actual presidente peruano, Martín Vizcarra, ha declarado en su cuenta de Twitter encontrarse “consternado” por la muerte de Alan García. Por su parte, congresistas del Partido Aprista Peruano (PAP), partido del expresidente, han culpado este mismo miércoles a la fiscalía encargada de la investigación del caso de la muerte del que era su líder. El excanciller y militante del PAP, Luis Gonzales Posada, ha llegado a acusar a la fiscalía de querer apresar arbitrariamente a políticos sin un debido proceso: “es el resultado de un pérfido, malévolo y abusivo atropello de una fiscalía que puede meter preso a quien le da la gana”.

El caso Odebrecht sacude a todas las esferas de la política sudamericana

Alan García estaba siendo investigado por la fiscalía en el marco de la trama de corrupción en torno a la constructora Odebrecht. El peruano, que gobernó el país de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011, podría estar implicado en el cobro de sobornos por la concesión de permisos de construcción relacionados con la empresa brasileña. Más concretamente, se le atribuyen las relacionadas con las obras de la línea 1 del metro de la capital, Lima, así como apropiaciones irregulares de dinero para campañas electorales. 

La orden de detención preliminar dictaba el arresto del expresidente por un plazo de diez días, lo máximo que permite la justicia peruana, y fue emitida por un equipo especial de investigación de la trama Lava Jato. Los fiscales encargados de dicho caso, el más grande de la Historia de la corrupción brasileña y que ha salpicado a grandes dirigentes como Lula Da Silva o Michel Temer, investigaban desde el pasado mes de noviembre al expresidente peruano por supuestos delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias. 

Además de estas acusaciones, la situación legal de Alan García se complicó después de que el pasado domingo se difundiera que la empresa Odebrecht, en el marco del acuerdo de colaboración que mantiene con la Justicia peruana, confesara que Luis Nava Gilbert, exsecretario de Palacio de gobierno (secretario bajo el mandato de Alan García) y su hijo José Antonio Nava Mendieta, habían recibido más de 5 millones de dólares durante el segundo gobierno del partido Aprista, para la construcción de la línea 1 de metro de Lima. 

La justicia no solo ha señalado a Alan García y a Kuczynski, también a los expresidentes Alejandro Toledo, Ollanta Humala, y al propio Nava Gilbert, sobre quien pesa una orden de detención. A ellos se les suma el exministro de Transportes y Comunicaciones y de Vivienda y Construcción, Enrique Cornejo, arrestado horas después de saberse la noticia sobre de Alan García. También han sido detenidos otros cinco funcionarios del gobierno. 

El caso también ha tocado a la líder de la oposición Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, quien cumple prisión preventiva desde octubre del 2018. En gran medida esta investigación también se ha visto favorecida por las confesiones de la gigante Odebrecht, quien admitió en el año 2016 ante cargos estadounidenses que pagó sobornos entre los años 2005 y 2014 a autoridades peruanas, por valor de casi 30 millones de dólares.

Actualmente, la trama Odebrecht, incluida también dentro del colosal caso de la Lava Jato, se ha posicionado como una de las más grandes a nivel mundial, implicando a día de hoy a políticos y mandatarios de un total de 12 países de América y África.
 

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