Muere el pensador tunecino Mohamed Talbi, un experto sobre el islam abierto a la modernidad

Paco Soto

Pie de foto: El pensador tunecino reformista y modernista Mohamed Talbi.

Mohamed Talbi, gran pensador tunecino e islamólogo abierto a la modernidad y al debate intelectual crítico, murió el pasado 1 de mayo en la capital de su país a los 95 años de edad. Túnez y el conjunto del mundo islámico han perdido a un gran intelectual, culto y valiente. Talbi, que nació el 16 de septiembre de 1921 en la capital de Túnez, fue un experto sobre el islam partidario de la apertura y la modernidad y un opositor al conservadurismo y al islamismo político. Talbi era creyente y nunca negó su condición de musulmán, pero rechazó tanto desde el punto de vista intelectual como político las interpretaciones rigoristas y reaccionarias del Corán y del islam. Muchos de sus trabajos académicos se basaron en la compatibilidad del islam con la modernidad y la democracia. Talbi fue un ferviente partidario del diálogo interreligioso e intercultural. Pensador libre y sin ataduras ideológicas dogmáticas, Talbi era odiado por los islamistas, y recibió varias veces amenazas de muerte por parte de grupos fundamentalistas en su país de origen.

Enemigo de los islamistas

Los islamistas jamás le perdonaron, sobre todo después de la caída de la dictadura de Zine el Abidine Ben Ali, en 2011, su condena a los partidarios de convertir el islam en una vulgar ideología cerrada al debate y el haberse atrevido a sostener tesis contrarias a la interpretación dogmática de la Sharia (ley islámica). “La Sharia es una obra humana desfasada que abre la puerta a un Estado teocrática” y es contraria al “islam que nació laico”, fue una tesis defendida por el difunto pensador. Talbi fue muy crítico con el partido islamista Ennahda de Rachid Ghanuchi, al que acusó de ser “un cáncer que se extiende por todas partes”. En su opinión, el objetivo de Ennahda no es otro que ir controlando poco a poco todas las esferas del poder en Túnez. Fue muy crítico con Ghanuchi, presidente de Ennahda, del que dijo que no es ni reformista ni moderado, sino un político ultra y mentiroso que utiliza un doble lenguaje para engañar a la población y despistar incluso a sectores laicos de la sociedad, y solo tiene un objetivo: alcanzar el poder por la vía electoral para implantar un Estado islámico y acabar con la democracia.

Pie de foto: Mohamed Talbi durante una entrevista con un medio de comunicación.

Islam y modernidad democrática

Algunas corrientes de la izquierda y la derecha laicas tunecinas comparten la posición de Talbi sobre Ennahda, pero otros partidos e intelectuales de ambos mundos ideológicos han acusado al pensador e islamólogo de sectario. Talbi nunca tuvo pelos en la lengua; fue un hombre audaz, fundó la Asociación Internacional de Musulmanes Coránicos, y planteó la necesidad de revisar profundamente el pensamiento musulmán, maltratado por varios siglos de inmovilismo, dogmatismo e ideas arcaicas. Su obsesión fue hacer compatible el islam con la modernidad democrática. Según Talbi, la extensión de un islam ultraconservador y arcaico es la puerta abierta al extremismo y al terrorismo yihadista que tanto daño han hecho y siguen haciendo a los propios musulmanes y a los occidentales. Volviendo a la polémica cuestión de la Sharia, Talbi declaró: “Durante dos siglos los musulmanes vivieron muy bien sin la Sharia. No obliga a nada [la Sharia] a ningún musulmán. La única cosa obligatoria [para un musulmán] es el Corán”. En 2015 se atrevió a afirmar en un programa de televisión que el alcohol y la prostitución no están prohibidos por el Corán.

Una luz en el mundo islámico

Para el director del semanario ‘Jeune Afrique’, Marwane Ben Yahmed, “Mohamed Talbi fue un hombre que aportó luz al islam”. El periodista tiene razón, y esto es algo que no entienden los musulmanes reaccionarios que han convertido el islam en una vulgar ideología fundamentalista y en una triste caricatura. Tampoco lo entienden los islamófobos europeos y occidentales, que, como señala Marwane Ben Yahmed en un artículo en ‘Jeune Afrique’, “confunden musulmanes e islamistas, creencia y radicalismo, velo y burka”. Talbi fue un soplo de aire fresco que jamás gustó a los conservadores, los extremistas y los islamistas de diversas tendencias, empezando por los partidarios del wahabismo de Arabia Saudí. Su combate fue por la libertad de pensamiento, el debate contradictorio y honesto, la democracia y la laicidad. Este pensador progresista y modernista, islamólogo, profesor universitario e historiador que se formó en centros de enseñanza como la Facultad de Letras de la Sorbona de París y la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la capital de Túnez, era miembro de la Academia Real de Historia desde 1970 y de la Academia Tunecina de las Ciencias, de las Letras y de las Artes desde 1982.

Enseñó durante años la Historia de la Edad Media, se empapó de las mejores tradiciones de Oriente y Occidente, participó activamente en el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, y fue cofundador del Grupo de Investigaciones Islámico-Cristiano. Talbi fue también un luchador contra la dictadura de Ben Ali en el seno del Consejo Nacional para las Libertades en Túnez (CNLT). Publicó decenas de libros como ‘Islam et dialogue, réflexion sur un thème d'actualité’ (Islam y diálogo, reflexión sobre un tema de actualidad), ‘Réflexion d'un musulman contemporain’ (Reflexión de un musulmán contemporáneo) y ‘L'Islam n'est pas voilé, il est culte’ (El Islam no lleva velo, es culto).

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