Nacer Djabi, sociólogo: ‘La falta de esperanza obliga a los argelinos a no quedarse en su país’


Paco Soto

Pie de foto: El sociólogo argelino Nacer Djabi.

En las últimas semanas ha crecido de forma exponencial la emigración de argelinos a España. Se les denomina ‘harragas’, porque son emigrantes clandestinos que cruzan el Mar Mediterráneo desde Marruecos, Argelia, Túnez y Libia a bordo de una patera o embarcaciones parecidas y tratan de llegar a España u otros países europeos. Desde el 16 de noviembre han sido interceptados 562 ‘harragas’ argelinos cerca de las costas españolas, la mayoría en la provincia de Murcia.  Anteriormente, otros 45 emigrantes clandestinos argelinos fueron interceptados cerca de las costas de Libia y entregados a los servicios de seguridad de su país de origen. Según la Organización Internacional para las Migraciones, 17.687 inmigrantes llegaron a España entre el 1 de enero y el 15 de noviembre de 2017. Fueron 5.445 el año pasado.

Este año, 114.000 ‘harragas’ llegaron a Italia y 25.000 a Grecia.  Una parte sustancial de estos inmigrantes son argelinos. En una entrevista publicada en el diario argelino ‘Liberté’, el sociólogo Nacer Djabi, especialista en este fenómeno migratorio, analiza los motivos que empujan a muchos de sus compatriotas a abandonar el país, aunque tengan que poner su vida en peligro. Djabi piensa que se ha incrementado la emigración argelina hacia países europeos como España en las últimas semanas, porque ha habido “una mejora de las condiciones meteorológicas en el Mediterráneo”. Este hecho objetivo “facilita estos días la inmigración ilegal utilizando medios rudimentarios. Otro factor es que hay profundas razones que hacen que de Argelia se quieran ir los pobres y los ricos, los pequeños y los mayores, los hombres y las mujeres, e incluso los niños, como lo hemos podido constar recientemente”, indica Djabi.

Pie de foto: Un grupo de emigrantes argelinos llegando a las costas españolas.

Variedad de motivos

Sobre cuáles son los motivos que empujan a tantos argelinos a abandonar su país, el sociólogo lo tiene claro. Indica al diario ‘Liberté’: “Es un país opresivo. Gran parte de los argelinos” quieren irse de su tierra. Señala el experto que “según algunos sondeos, más del 25% [de la población] tiene intención de emigrar y el porcentaje sería mayor entre los jóvenes”. Llama la atención sobre el hecho de que “estamos ante una especie de desesperanza que hace que el argelino no se imagina quedarse en su país para vivir, fundar una familia y plantearse un proyecto profesional”. “La falta de esperanza obliga a los argelinos a no quedarse en su país”, puntualiza el investigador en fenómenos migratorios. Abundando en el mismo terreno, el sociólogo explica que el fenómeno ‘harraga’ en Argelia no tiene únicamente motivaciones económicas sino también “razones profundas relacionadas con la calidad de vida y la imposibilidad de poder llevar a cabo proyectos de vida en Argelia”. También hay que tener en cuenta “la situación política”, puntualiza Djabi. El fenómeno de la emigración afecta a todas las categorías sociales en Argelia.

“No hay solución milagrosa”

Nacer Djabi explica que “cada categoría tiene sus propias razones. El pobre emigra para mejorar su situación económica. El rico porque quiere vivir mejor. El aprendiz para expresar y realizar sus ambiciones en una sociedad indulgente, es el caso de las personas que se van actualmente a Canadá, incluso a la edad de 50 o 60 años. Este tipo de emigración confirma que Argelia vive una crisis profunda que hace que sus ciudadanos se quieran ir en muchos casos, independientemente de la situación económica y de su nivel de educación”. ¿Qué se puede hacer para frenar el fenómeno ‘harraga’?, le pregunta el entrevistador al sociólogo. Contesta el experto: “No hay una solución milagrosa para convencer al argelino que se quede en el país. Convencerlo para que realice sus ambiciones, promueva un proyecto profesional y funde una familia, son cosas que parecen sencillas, ciertamente; pero, desgraciadamente, son difíciles en Argelia”. Agrega Djabi: “Hay que cambiar muchas cosas, empezando por la situación económica, y eliminar la corrupción y la burocracia, y mejorar la calidad de la educación, la sanidad, la vida”. “Hace falta un proyecto ambicioso para convencer a los argelinos que se queden en Argelia”, destaca el sociólogo. 

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