Nuevo caso de una saharaui, ciudadana española, secuestrada enTinduf

Miguel Ortíz Asin. Presidente del Foro Canario-Saharauim (FOCASA)

Pie de foto: eldiarionorte.es de Euskadi

Ljadra Said Hannuha, es una joven saharaui, con nacionalidad española y mayor de edad, actualmente tiene 19 años, que reside en el País vasco, concretamente en Deva (Guipúzcoa), y que está retenida a la fuerza por sus familiares saharauis, desde el mes de noviembre del pasado año, en los campamentos de Tinduf (Argelia).

El modus operandide este secuestro en toda regla, ha sido similar al empleado en las ocasiones precedentes con otras jóvenes como Maloma, Darya, Nahjiba, Koria y otras muchas más. El pretexto del engaño de alguna enfermedad en la familia biológica o la visita a la misma en un viaje de vacaciones, retirándoles a continuación el pasaporte, documentos que posean y su teléfono móvil, y recluyéndolas en una jaima sin poder mantener contacto con el exterior, impidiendo su regreso a España, como ha ocurrido en este último caso que ahora relatamos.

Este, al igual que los anteriores antes referidos y aun sin resolver, es extremadamente grave, ya que ha tenido una petición de auxilio de la misma interesada, y que después de seis meses sin salir de donde estaba recluida, pudo llamar por un teléfono móvil de una amiga a una persona de su lugar de residencia en España, para efectuar una denuncia a la policía.

Esta denuncia, interpuesta por medio de un amigo que recibió la petición de auxilio en la Erztaintza de Eibar (Guipuzcoa), ha evidenciado el estado de angustia y desesperación de una persona que, según sus propias manifestaciones su propio hermano le ha estado "pegando palizas", la tiene "encerrada e incomunicada" y su familia saharaui le estaba "buscando un marido para casarla" en matrimonio forzoso. Al hacerse pública esta denuncia, la víctima temía represalias de su secuestrador que le amenazó de muerte. "Jura que me va a matar", sentenció.

Desde luego no se puede ignorar que Ljadra Said Hannuha, está secuestrada en un país extranjero que naturalmente es Argelia. El hecho es que, una vez más, nos encontramos con otro caso constitutivo de violación grave de Derechos Humanos, y nuevamente en la persona de una ciudadana española. Asimismo, y una vez más ante esta denuncia de impotencia y abatimiento, es necesaria la intervención oficial de los estamentos del gobierno de España para la resolución de estos casos reiterados de secuestros de mujeres españolas en Tinduf.

No se entiende como se puede encomendar este caso a la intermediación de un supuesto “delegado del Polisario” en el País Vasco ni en otra región o comunidad española. Estas dependencias no tienen ningún reconocimiento oficial, sino que han sido autoproclamadas por la misma organización para mantener sus contactos. El saharaui que figura al frente de esa “delegación”, Abdullah Arabi ha hecho las manifestaciones a las que ya estamos acostumbrados en los otros casos similares, cuestiones “consuetudinarias” familiares, tradiciones “tribales”, prejuicios religiosos y amenazas de “deshonras” a la familia. Esto no es de recibo en ningún caso y bajo ningún concepto. Estos hechos, y en todos los procesos, son delitos claramente de Derechos Humanos y más concretamente de violencia de género, y ante eso sólo cabe la ley".

El Frente Polisario siempre se ha erigido en el único representante del Pueblo Saharaui, pues si así lo tienen reconocido en su propia “Constitución”, lo que debe hacer es tratar de que se cumpla la ley, se decrete la libertad de las personas, como cumplimiento a la Lay fundamental de respeto a los Derechos Humanos y se juzgue y castigue a los infractores. Por otro lado, la responsabilidad también compete, al lugar donde suceden los hechos, en estos casos el Estado de Argelia, que alberga los campamentos de Tinduf y no sustraerse a la comisión de delitos en su propio país.

El de Ljadra Said no es un caso aislado, y elcolectivo La libertad es su derechoque defiende la liberación de otras mujeres en la misma situación que la ciudadana vasca, ha manifestado que el Parlamento Europeo ha exigido la liberación de otras cinco mujeres secuestradas en los campamentos saharauis, y el órgano legislativo instó al Gobierno español a que presionara a Argelia para liberar a ciudadanas europeas como Maloma, Hyeiba El Couri o Koria Badbad y mujeres con permiso de residencia en España como Darya Embarek o Nayiba Mohamed.

La presidenta de la comisión, Cecilia Wikström, le envió una carta a Federica Mogherini, el alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, para que "interceda, haga de mediadora y mantenga la presión en cualquier contacto".

Este Fórum Canario Saharaui, quiere hacer constar que se une a la resolución expuesta anteriormente, así como reclama la libertad inmediata de Ljadra Said Hannuha,y exhorta a las demás saharauis que se encuentren en una situación similar en el desierto de Tinduf para que denuncien y hagan público su estado, para tratar de recuperar su libertad.

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