Ofensiva política y económica española en Irán tras el acuerdo nuclear

Atalayar/Mario Sánchez/Servimedia

Pie de foto: Los ministros de Asuntos Exteriores de España e Irán en su último encuentro en Madrid.

En la concreción del acuerdo jugó un papel fundamental la llegada al poder del moderado Hasan Rohaní y el pragmatismo del presidente de EEUU. Los ministros españoles de Asuntos Exteriores, Fomento e Industria llegan a Irán después de que lo hayan hecho autoridades de Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Austria y la UE. La delegación española, integrada por 42 grandes empresas, viaja a Irán para buscar nuevos mercados tras la rehabilitación del régimen iraní.

Los ministros de Exteriores, Fomento e Industria, José Manuel García-Margallo, Ana Pastor y José Manuel Soria, respectivamente, han iniciado este domingo un viaje de tres días a Irán, que se llevará tras el acuerdo nuclear alcanzado entre las potencias occidentales y el país persa el pasado 14 de julio.

El Gobierno otorga a este viaje gran importancia, debido a que se produce menos de tres meses después del histórico acuerdo nuclear entre Irán y las seis potencias del grupo P5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Rusia), que conlleva restricciones en el programa nuclear iraní, según confirmaron fuentes diplomáticas.

De hecho, la delegación española se completará con 40 empresas, entre las que destacan Acciona, Cepsa, Destinia, Gamesa, Gas Natural Fenosa, Indra, Isolux, OHL, Paradores, Repsol, Sacyr y Seat, entre otras. También viajarán representantes de la Cámara de Comercio y de la CEOE.

En este acuerdo, que permitirá la progresiva normalización de las relaciones diplomáticas entre las potencias occidentales y el país persa, ha jugado un papel fundamental la unidad de la comunidad internacional.

El levantamiento de las sanciones que se le impusieron a Irán en su momento debido a las sospechas de que el país persa pudiera utilizar su programa nuclear para desarrollar armamento atómico vendrá determinado por el cumplimiento del acuerdo.

Esto, además, sólo ocurrirá en caso de que la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) emita un informe favorable el próximo mes de diciembre al cumplimiento de lo establecido en el acuerdo. Ahora bien, si uno de los signatarios del acuerdo denuncia que hay un incumplimiento del acuerdo, la ONU, previa verificación de la denuncia, podría volver a aplicar sanciones.

En la concreción de dicho acuerdo también jugó un papel fundamental la llegada al poder del moderado Hasan Rohaní y el pragmatismo del presidente de EEUU, Barack Obama, que supo entender que había llegado el momento de apostar por agotar todas las vías diplomáticas hasta alcanzar un entendimiento con un país que, por su influencia en la región, puede jugar un papel fundamental en la lucha contra los terroristas del autodenominado Estado Islámico (EI).

En este contexto, los ministros españoles desembarcan en suelo iraní con el firme propósito de estimular las relaciones bilaterales con un país de 77 millones de habitantes, con una población con un alto nivel educativo y que muestra interés por todo lo español, según estas mismas fuentes.

Los ministros españoles llegan a Irán después de que lo hayan hecho autoridades de Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Austria y la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, coincidiendo en el tiempo con una delegación de la República Checa.

Este viaje supone la continuación del encuentro que mantuvieron en septiembre de 2013 en Nueva York el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y Rohaní, de la visita que Margallo realizó a Irán en 2014 y la reunión que los ministros de Exteriores de ambos países tuvieron el pasado mes de abril en Madrid.

A su vez, la presencia de representantes del Gobierno en Irán adquiere relevancia debido a la presidencia que ostenta España del Comité 1737 de la ONU, que supervisa la aplicación por los países de las sanciones (congelación de activos y prohibición de viajar) impuestas por el Consejo de Seguridad a la lista de personas físicas y entidades sujetas a las sanciones.

En el plano económico, España quiere aprovechar las oportunidades de negocio que paulatinamente comienza a ofrecer Irán, país que es el tercero del mundo en reservas de petróleo, el quinto en reservas de gas natural y cuya economía es la segunda de la región, sólo superada por Arabia Saudí.

Uno de los nichos de mercado más atractivos que ofrece actualmente Irán es en el sector de las infraestructuras ferroviarias, donde destacan los planes de mejora del metro de Teherán, el desarrollo del transporte subterráneo en siete ciudades del país, así como la construcción de la línea de velocidad alta que unirá la propia Teherán con Isfahán.

Otros sectores de interés en inversiones son el energético, el petroquímico, el de las renovables, el del turismo cultural, el financiero y el de la automoción.

Durante su estancia en Irán, Margallo, Pastor y Soria se reunirán con sus homólogos, Javad Sharif, Abás Ajundi y Hamid Chitchian, respectivamente.

Por su parte, el titular de Exteriores español también mantendrá encuentros con el director del Consejo de Seguridad Nacional de Irán y asesor principal de líder supremo iraní, Alí Jamenei, en asuntos internacionales, y con el expresidente y miembro del Consejo de Discernimiento, Akbar Hashemí Rafsanyaní.

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