'Perspectivas Económicas de África 2017'. Iniciativa empresarial e industrialización

Atalayar

Hay que liberar el potencial de los empresarios africanos para acelerar la transformación industrial del continente, según las Perspectivas Económicas en África 2017 (AEO por sus siglas en inglés), el informe anual en el que participan el Banco Africano de Desarrollo (BAfD), el Centro de Desarrollo de la OCDE, UNECA, UNDP y una red de centros de investigación y grupos de expertos africanos y que Casa África presenta cada año en España. En este 2017 la presentación tendrá lugar el 22 de junio a las 12h en la sede de CEOE. (Calle Diego de León, número 50, Madrid)

Este informe, que vio la luz en la reciente 52ª Asamblea del BAfD, resalta que los gobiernos africanos deben apoyarse más en los empresarios del continente para industrializar sus economías.

La edición 2017 del AEO se compone de tres partes: la primera vuelve sobre la transformación macroeconómica del continente, la financiación, las políticas comerciales y la integración regional, el desarrollo humano y la gobernanza. La segunda parte explica cómo la industrialización tiene mucho que ganar de las políticas que favorecen la creación de empresas y propone pistas en este sentido. La tercera parte sintetiza los resultados de cada país de África, cuya versión abreviada constituye la versión impresa del informe.

La industrialización de África no se parecerá a lo que conocieron otras regiones del mundo. Ya sólo por la variedad de perfiles de los 54 países de África, cada uno de ellos tomará una trayectoria diferente. Luego esta industrialización no se basará sólo en el sector manufacturero que, sí, supone el 11 % del PIB del continente, pero las políticas industriales del Siglo XXI pueden dirigirse a sectores con gran potencial de crecimiento, como la industria agroalimentaria o los servicios de valor añadido.

En 2017 y 2018, África debería beneficiarse de la recuperación de los cauces de las materias primas que empezó a finales de 2016, pero igualmente del aumento de la demanda privada, incluyendo los mercados interiores; de una gestión sana de las políticas macroeconómicas, actualmente implementada en numerosos países; de un entorno de negocio globalmente favorable y que tiende a mejorar; y de una estructura económica más diversificada, en favor en particular de los servicios y de la industria ligera.

En resumen, a pesar de la ralentización de la actividad económica en 2016, las perspectivas de crecimiento africano son positivas, con una marcada resiliencia y basado en una fuerte demanda interna. El crecimiento africano ya no depende tanto de las materias primas y se beneficia cada vez más de la mejora del entorno de negocio y de la gobernanza macroeconómica. Y además, una diversificación económica importante ha mejorado considerablemente la capacidad del continente para soportar los choques externos.

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato