Posible desbloqueo de la cuestión del Sahara en diciembre
Pedro Canales
El ex presidente alemán Horst Köhler, enviado especial de la ONU para la cuestión del Sahara Occidental, ha conseguido convencer a las partes involucradas en el conflicto de la ex colonia española, para sentarse a una mesa de discusiones, prevista en el mes de diciembre en Ginebra. Los primeros en responder a la convocatoria de Köhler, han sido el Frente Polisario y Marruecos, que lo hicieron a primeros de octubre. Los dos contendientes son considerados por las Naciones Unidas como “partes en conflicto”.
Por su parte, Argelia anunció el pasado martes 16 de octubre en Nueva York, que asistirá a la reunión de Ginebra. El embajador permanente de Argelia en la ONU, Sabri Boukadoum, en su intervención ante la 4ª Comisión de la ONU sobre descolonización, declaró que Argel, “como país vecino y observador oficial del proceso de paz” estará presente en Ginebra los días 5 y 6 de diciembre para participar en el encuentro convocado por el ex presidente alemán, felicitándose de las respuestas positivas dadas por el Frente Polisario y Marruecos, que han aceptado participar en las negociaciones de buena fe y sin precondiciones”. En la “mesa redonda” de Ginebra se sentarán por lo tanto las cuatro delegaciones y el Enviado especial, Horst Köhler.
El prudente desbloqueo de la cuestión del Sahara Occidental coincide con la reunión este mes del Consejo de Seguridad de la ONU, que debe pronunciarse antes del 31 de octubre sobre la prorrogación del mandato de la MINURSO, que el Secretario general Antonio Guterres pide sea de un año, y no de seis meses como la actual en curso. Washington, cuyo peso es decisivo en la discusión en el Consejo de Seguridad, sigue siendo partidario hasta el momento, de una prórroga de seis meses.
Si hasta hace un año, las posiciones relativas a una posible solución de la cuestión del Sahara, variaban del referéndum de autodeterminación con derecho a la independencia por parte del Polisario, a la propuesta de Autonomía avanzada de la región en el marco de la soberanía marroquí sobre el territorio para Rabat, entre tanto varias propuestas se han barajado y comienzan a ver la luz. Todas ellas, en suma, tratan del “estatus” del que gozaría la región del Sahara Occidental tras un hipotético acuerdo: Autonomía avanzada, Estado federal, Estado confederal, Región autónoma asociada al Estado marroquí, Estado libre asociado, Entidad territorial con asociación privilegiada, etc.
La participación de Argelia y Mauritania en la mesa en la que Marruecos y el Polisario, consideradas como “discusiones preliminares”, expondrán sus puntos de vista y sus propuestas para buscar soluciones, no puede ser la de simples “mirones”. El estatus hasta ahora exigido por Argel de considerarse como “observador”, como “parte meramente invitada”, no se sostiene. En el momento mismo en que la delegación argelina, y por ende la mauritana, intervengan en la reunión, su estatus pasa automáticamente a ser “parte involucrada”. El tono de la ”mesa redonda” no es la de un encuentro destinado a votar una moción o proponer una solución definitiva, en el que sólo las dos partes consideradas por la ONU como contendientes, puedan votar, y las otras dos quedarse al margen. Es de hecho el sentido de los requerimientos hechos por el alemán Köhler para que Argelia y Mauritania vayan más allá del estatuto de simples observadores, y que participen activamente en la búsqueda de una solución definitiva al conflicto que dura más de cuatro decenios.
