Refundación de las Cumbres Iberoamericanas en Veracruz (México)

                                                                                                                  Por Javier Fernández Arribas

La XXIV Cumbre Iberoamericana que se celebra los días 8 y 9 en la ciudad de Veracruz, en México, tiene varias particularidades, entre otras que uno de los países asociados es Marruecos, como en ediciones anteriores. Además, destaca el cambio en la periodicidad  en las cumbres o el debut en las mismas del Rey Felipe VI, junto al hecho de que hay una nueva persona al frente de la Secretaría General Iberoamericana –Rebeca Grynspan- y a que, si se cumplen los pronósticos, la cita puede congregar a la gran mayoría de los mandatarios de los países que integran el club, algo que resulta normalmente difícil de conseguir.

Una de esas peculiaridades es que, desde que las cumbres comenzaron hace 23 años, precisamente también en una localidad mexicana –Guadalajara- será la última vez que se celebre con carácter anual. La siguiente cita será en Colombia, pero no en 2015, sino en 2016. Habrá una alternancia con las cumbres entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y Caribe (Celac). Además, se dedicará menos tiempo a las sesiones plenarias y más al intercambio informal de opiniones, en los conocidos en la jerga como “retiros”.

Todo ello, para escenificar la apertura de una nueva época en las cumbres, de una especie de refundación, tras un periodo de varios años de reflexión para intentar hacerlas más eficaces.

La primera del Rey Felipe VI 

Por lo que respecta a España, la Cumbre presenta también novedades interesantes. De un lado, que Don Felipe, que ya estuvo en alguna de las sesiones de la última cita, en Panamá, asistirá por vez primera como Monarca español a unas reuniones en las que su padre, Don Juan Carlos, fue uno de los pilares a lo largo de los años y de las que sólo el paso por el quirófano pudo apartarle. Aún así, a Felipe VI ni los asuntos que se abordarán ni muchos de los participantes le son ajenos. Aquellos los ha estudiado y a estos los conoce bien porque ha estado en las tomas de posesión de la mayoría de ellos.

El Rey de España ha llegado a Veracruz para participar en la XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que consagrará los primeros cambios de este foro en sus 23 años de historia, y a la cual auguró un gran éxito.

En un breve mensaje, el Rey de España destacó el hecho de que por primera vez participa como jefe de Estado en una Cumbre Iberoamericana, para contribuir a crear "esta gran comunidad de naciones que es Iberoamérica".

En esta región "sin duda está depositado una parte importante del futuro de nuestro planeta en este siglo XXI", agregó ante el canciller Meade Kuribreña.

Felipe VI transmitió al pueblo de México y a sus autoridades "el especial afecto del pueblo español", y aseveró que en esta tierra "tengo por delante horas y acontecimientos que sin duda no olvidare jamás".

Destacó "el esfuerzo y compromiso del presidente Enrique Peña Nieto y su gobierno en la organización de esta gran cita, a la que deseó y auguró un gran éxito".

Éxito para México y los países participantes  

En términos parecidos al Rey se expresó Mariano Rajoy, quien vaticinó que esta Cumbre será un rotundo éxito para México y los países participantes.

Al dirigir un breve mensaje a su llegada, indicó que en esta cumbre se hablará "de cómo serán las cumbres en el futuro y de todo aquello que afecta al bienestar, a la riqueza y la prosperidad de la gente".

Rajoy se declaró convencido de que México "hará un acto estupendo", y será "una excelente cumbre", además de señalar que "es honor y un orgullo estar una vez más aquí".

Mandatarios iberoamericanos  

Los primeros en llegar han sido el rey Felipe VI y Mariano Rajoy, que llegaron a Veracruz la pasada noche (hora de México), poco después de que lo hiciera el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís.

Las autoridades mexicanas aseguran que esperan "una numerosa asistencia de mandatarios" y que los 22 países que integran la comunidad estarán representados a alto nivel.

Hasta ahora solo están confirmadas las ausencias de las presidentas de Argentina, Cristina Fernández, y de Brasil, Dilma Rousseff, la primera por razones de salud y la segunda por "cuestiones de agenda".

México, que cierra la primera etapa de estas cumbres al albergar la que debe rubricar su renovación, fue el país que vio nacer estos foros en 1991 en la cumbre de Guadalajara y ahora vive momentos complicados por la desaparición de 43 estudiantes de magisterio el pasado septiembre tras ser entregados por policías locales a delincuentes.

Sus autoridades se esforzaron en las últimas horas en separar ese tema de la celebración de la cumbre.

"Esta va a ser una cumbre exitosa que mire hacia el futuro", afirmó la subsecretaria de Estado mexicana para Latinoamérica y El Caribe, Vanessa Rubio Márquez, ante las preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de que la situación creada por las desapariciones de Iguala eclipse o ensombrezca el encuentro.

En la histórica ciudad de Veracruz se puede observar el despliegue de fuerzas de seguridad, tanto militares como de la Policía Federal.

La cumbre comienza el lunes por la tarde, pero en la jornada del domingo y el lunes por la mañana hay programados foros y encuentros culturales y empresariales en los que han participado algunos de los mandatarios que asistirán a la cita iberoamericana, entre ellos el rey Felipe y Rajoy.

Educación, Cultura e Innovación

Bajo el lema "Educación, Cultura e Innovación", la cumbre será clausurada el martes con la Declaración de Veracruz, un Programa de Acción, varios comunicados especiales sobre diversos temas políticos que proponen los países y un documento sobre la renovación de las cumbres, que consagrará la transformación de estas citas anuales en bienales y establecerá nuevas normas.

Según fuentes de la Secretaria General Iberoamericana (Segib), el organismo encargado de coordinar las labores entre las cumbres y que en esta cita se presenta por primera vez con la costarricense Rebeca Grynspan al frente, se trata de dar "concreción", que las cumbres produzcan resultados que lleguen a los ciudadanos más que centrarse en declaraciones políticas.

Entre los resultados, se espera que por primera vez se lance un Programa Iberoamericano de Juventud y una reorientación de las principales líneas de cooperación.

En cuanto a las asistencias, la cuestión que siempre centra las especulaciones periodísticas, sobre todo por la falta de anuncios claros de algunos presidentes, las previsiones hablan de que puede haber casi pleno. Sólo la argentina Cristina Fernández de Kirchner, por razones de salud, ha dicho que no estará. Las dudas se mantienen con respecto a la brasileña Dilma Rousseff y, como es habitual, acerca de Raúl Castro. No obstante, se piensa que la política que está desarrollando últimamente Cuba para tener más presencia en los foros internacionales puede hacer que Castro debute por primera vez en una cumbre, incluso, aunque el día anterior tenga que abrir una reunión con los países del Caricom, en La Habana. Muchos de los presidentes que se mueven en la línea bolivariana, como el venezolano Maduro o el ecuatoriano Correa han dicho que estarán presentes. También el uruguayo saliente José Mujica.

Para el presidente mexicano, Felipe Peña Nieto, la presencia masiva de jefes de Estado y de Gobierno sería un respaldo importante en un momento en que se encuentra muy cuestionado por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala o por el escándalo de la lujosa mansión de su esposa, Angélica Rivero.

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