Rusia negocia con Estados Unidos y sus aliados el futuro político de Siria

Rosalía Sánchez/ABC

Pie de foto: De izquierda a derecha, los jefes de la diplomacia Feridun Sinirlioglu (Turquía), John Kerry (EE.UU.), Adel al-Jubeir (Arabia Saudí) y Serguei Lavrov (Rusia), este viernes en Viena

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, acordó este viernes en Viena con sus homólogos de Rusia, Turquía y Arabia Saudí la organización de una reunión internacional “más amplia”, posiblemente el viernes de la semana que viene, para comenzar a diseñar la transición siria. Hasta entonces, los asistentes a la cumbre se llevan como tarea para casa "consultar con todas las partes y buscar puntos en común para avanzar en una solución política".

Las herméticas reuniones tuvieron lugar en el Hotel Imperial y el ministro ruso, Serguei Lavrov, aclaró allí mismo que no se habló sobre la posible salida del poder del presidente Bashar al-Assad. “Nuestros socios están obsesionados con la figura del presidente sirio, pero nosotros hemos confirmado nuestra posición», que resumió en que «la suerte de Siria, del presidente y de otras autoridades deben decidirla los propios sirios”.

Rusia y Jordania han acordado coordinar sus acciones militares en Siria

Como punto de consenso, Lavrov señaló que “todos queremos que la crisis se solucione sobre la base de restablecer Siria como un Estado íntegro territorialmente, independiente y laico, en el que los derechos de todas las religiones y grupos étnicos estén garantizados sin excepción”. Agregó que Moscú desea que se celebren nuevas reuniones sobre Siria en las que participen también Irán y Egipto. "Hemos pedido que haya nuevos contactos a este nivel de representación, con la participación de una amplia parte de los poderes regionales y, específicamente hemos hablado de Irán y Egipto", afirmó.

Durante la serie de reuniones se supo que Rusia y Jordania han acordado coordinar sus acciones militares en Siria, incluidas las de sus fuerzas aéreas, a través de un centro de coordinación con sede en Amán. Fuentes diplomáticas alemanas consideraban desde Viena que "el Kremlin ha jugado la baza militar, pero sabe que es en el campo diplomático donde su cercanía a actores principales como Damasco y Teherán puede ser decisiva".

El paso dado en Viena no es menor, dado que por primera vez se reunían los ministros de Exteriores de EE.UU. y Rusia desde los bombardeos de Putin en apoyo de las fuerzas del régimen de Bashar al Asad y para luchar contra los grupos yihadistas. Washington parece estar superando su resistencia a dar a Moscú un papel en la resolución del conflicto porque conllevaría rehabilitar ante la comunidad internacional a Vladimir Putin. La urgencia por frenar el flujo de refugiados en camino hacia el centro de Europa ha dispuesto a Occidente a aceptar un periodo de transición con Asad todavía presente y prolongar en el tiempo el proceso a cambio de pacificar más rápidamente el país.

Nueva Constitución

Fuentes alemanas insisten en que «Siria no tiene futuro a largo plazo con Al Assad, y tampoco hay solución con su presencia», pero admiten que "la comunidad internacional puede tolerar la presencia del mandatario sirio hasta que haya un Gobierno de transición y una nueva Constitución en Siria, tal y como estipula el Comunicado de Ginebra, y destacó que Al Assad no puede jugar ningún rol en el futuro de su país".

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