Sonny Bill Williams, de los All Blacks, regala su medalla a un niño
M.S.O./lainformacion.com
Pie de foto: Sonny Bill Williams regaló su medalla de oro a un niño / AFP
Disfruta del video, merece la pena: https://www.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=o1efwKglwZU&app=desktop
Sonny Bill Williams entregó su medalla de oro conseguida en el Mundial de Rugby a un niño que saltó al césped a estar con sus ídolos y que fue placado por un agente. "La medalla no es todo", aseguró el centro neozelandés. "Sé que la va a apreciar de verdad".
La final del Mundial de Rugby de Inglaterra 2015 que disputaron este sábado Nueva Zelanda y Australia (34-17) dejó tras el pitido final un bonito gesto por parte de uno de los All Blacks, Sonny Bill Williams.
El equipo neozelandés estaba celebrando sobre el césped la victoria ante sus vecinos, su segundo campeonato mundial consecutivo, cuando de repente un niño llamado Charlie decidió unirse a la fiesta y saltó desde las gradas para abrazar a sus ídolos.
El pequeño fue placado por un agente de seguridad. El centro neozelandés pidió que le dejaran acercarse. Luego, le acompañó a su asiento y le regaló su medalla de oro, recién conseguida sobre el tapete de Twickenham. El jugador de 30 años explicó a posteriori en Twitter su decisión de dar su presea: "Un niño que tiene esa voluntad y asume ese riesgo, merece una medalla. Disfrútala, chaval".
"La medalla no lo es todo"
"Un niño vino hacia mí corriendo, pero fue atrapado por un empleado del estadio. Era algo más bien triste, ya que era simplemente un niño entusiasta", contó Sonny Bill Williams. "La medalla no lo es todo. Me siento orgulloso y honrado de haberla ganado, pero me dije, ¿por qué no hacer posible una noche inolvidable a este niño?". "Estoy seguro de que se va a acordar siempre. Su mamá estaba contenta. Llevaba una camiseta de los All Blacks y será tal vez un futuro All Black", declaró el 'All Black'.
"Bueno, el entrenador me dijo luego que la medalla era de oro puro", bromeó. "Pero estoy contento que la tenga porque sé que la va a apreciar de verdad y, cuando sea más viejo, podrá contar la historia a sus hijos". "Es probablemente mejor que tenerla colgada en una pared", concluyó Williams
