Túnez impulsa la lucha contra la corrupción ayudando a las víctimas

Paco Soto

Pie de foto: Manifestación en la capital tunecina contra las adquisiciones ilegales de Zine el Abidine Ben Ali.

Túnez, un pequeño país del Magreb que apenas supera los 10 millones de habitantes, está demostrando que es una gran nación. A pesar de los problemas económicos y sociales, las incertidumbres políticas y el acoso del terrorismo yihadista, Túnez, que acabó con la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali en 2011, está dando grandes pasos en materia de democratización, modernización institucional y construcción de un verdadero estado de derecho. Es un ejemplo para el Magreb y el conjunto del denominado mundo árabe. En el ámbito social, el pequeño estado norteafricano ha decidido impulsar la lucha contra la corrupción, que corroe los cimientos del país, ayudando a las víctimas de esta lacra repugnante. En 2013, las autoridades tunecinas pusieron en marcha la Instancia Dignidad y Verdad (IDV), un instrumento público de lucha contra la corrupción. Después, se dieron cuenta que, por culpa de los desacuerdos políticos, la citada Instancia había nacido coja. Tres años después, la ONG I Watch pondrá en funcionamiento esta semana un Centro de Apoyo y Orientación a las Víctimas de la Corrupción. El objetivo de la iniciativa: facilitar las denuncias contra los corruptos y golpear las prácticas ilegales en la vida social, administrativa, económica y política del país.

Acudir a los tribunales

El Centro quiere incitar a los tunecinos que hayan sido víctimas de la corrupción a no quedarse en casa y lamentarse sino a acudir a los tribunales. Y antes, si lo desean, podrán ser asesorados por el nuevo organismo. “Hay que crear un clima propicio para instaurar el cuestionamiento [de la corrupción] y poner fin a la impunidad”, declaró un miembro de la nueva iniciativa. El Centro cuenta con el apoyo de la ONG Transparency International. La corrupción es un grave problema que frena el desarrollo económico y democrático de Túnez. El pasado mes de mayo se registraron 12.000 casos de corrupción en el país norteafricano, según la IDV. La ONG I Watch, además de informar, asesorar y ayudar a los ciudadanos a denunciar a los corruptos, se esforzará por contribuir a la mejora del marco jurídico de lucha contra la corrupción. Aprovechando su presencia en una conferencia organizada el pasado sábado por el Centro de Estudios sobre el Islam y la Democracia, el presidente de la IDV, Chawki Tabib, puso de manifiesto que “si sigue a este ritmo, el nivel de corrupción podría socavar los fundamentos del estado y transformar a Túnez en un país mafioso”.

Fracaso del estado

Tabib lamentó el fracaso de los poderes públicos por frenar la corrupción y mandar a los corruptos a la cárcel desde que Ben Ali fue derrocado y tuvo que abandonar el país e instalarse en Arabia Saudí. El responsable público dio como causas de la ineficacia del estado en la lucha contra la corrupción “la debilidad de los medios desplegados” y también “la ausencia de competencias y la impunidad que tienen los jueces corruptos”. Por ello, defendió una estrategia en la que participen activamente el Gobierno, la Justicia y los medios. Por otra parte, la capital tunecina fue escenario de la primera sesión de formación de la Academia Internacional de la Buena Gobernanza. El coloquio, que se celebró en la sede de la Escuela Nacional de Administración, abordó la gestión de los conflictos de intereses en el sector sanitario, y contó con la presencia de los ministros de la Función Pública, la Gobernanza y la Lucha contra la Corrupción, Kamel Ayadi, y de Sanidad, Saïd Aidi, según informó la agencia TAP. La lucha contra la corrupción en la Administración pública fue una cuestión ampliamente debatida. Tanto Ayadi como Aidi destacaron la necesidad de cambiar el marco legislativo para combatir la corrupción con mayor eficacia.

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