Termina con éxito el Foro Económico Internacional de San Petersburgo

Raúl Redondo

Pie de foto: El presidente ruso, Vladimir Putin, durante una sesión plenaria del Foro Económico Internacional de San Petersburgo. ALEXEY NIKOLSKY/SPUTNIK/AFP

Acabó con éxito el Foro Económico Internacional de San Petersburgo 2019 (SPIEF, por sus siglas en inglés) tras varias jornadas, entre el 6 y 8 de junio, en las que se llegaron a firmar 650 acuerdos por valor de más de 47.600 millones de dólares y a las que asistieron en total 19.000 personas, provenientes de 145 países distintos, según indicó el asesor presidencial ruso y vicepresidente del Comité Organizador Anton Kobyakov.

SPIEF se celebró bajo el auspicio del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y celebró su 23ª edición, confirmando la buena salud de este cónclave económico global. Entre los 19.000 participantes que pasaron por la ciudad rusa, cabe destacar que seis de ellos eran jefes de Estado y que, también, se desplazó hasta allí Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas; lo que da una idea del relieve que ha adquirido el evento. 

El número de asistentes volvió a marcar un récord para esta cita, ya que en 2018 la cifra fue de 17.000 visitantes, 2.000 menos que este año; destacando que la edición pasada estuvieron representados hasta 143 países, dos menos que este año; lo que confirma la tendencia ascendente de la cumbre de San Petersburgo en lo que a expectación se refiere.

Pie de foto: De izquierda a derecha: Sophia Shevardnadze, moderadora, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, el presidente chino, Xi Jinping, el presidente ruso, Vladimir Putin, el presidente búlgarom Rumen Radev, el primer ministro eslovaco, Peter Pellegrini, y el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, asisten al Foro Económico Internacional de San Petersburgo. AP PHOTO/DIMITRI LOVETSKY

El volumen de negocio que se movió en la edición recientemente celebrada también superó por bastante todos los registros de temporadas anteriores. Así, 2018 había marcado un hito con casi 600 acuerdos comerciales y económicos firmados, por debajo de lo logrado este año, cuando se ha llegado a la meta de los 650 acuerdos, valorados en 47.600 millones de dólares. De esta forma, se cumplieron las expectativas de auge y crecimiento de una cumbre económica que ha vuelto a poner en contacto a diferentes agentes económicos y empresariales y a altos representantes del mundo político para estrechar lazos económicos y comerciales. 

"Hemos batido en el foro el récord de convenios firmados, la cifra de acuerdos pactados asciende a 650, por unos 3,1 billones de rublos (más 47.660 millones de dólares)", dijo Kobyakov, quien destacó también que este año se ha superado la marca en cuanto al número y el origen de los participantes: “El foro reunió a más de 19.000 participantes, procedentes de 145 países de todo el mundo”. 

Además de las cifras globales, el encuentro de San Petersburgo sirvió para una cumbre al más alto nivel entre Vladimir Putin, presidente de Rusia, y Xi Jinping, presidente de China, explicada ya por Atalayar; en la que se hizo frente común frente a la polarización marcada por EEUU y en la que ambos líderes reforzaron al máximo los vínculos políticos y económicos entre ambas naciones; con acuerdos varios firmados, como el relacionado con la tecnología de las redes 5G, rubricado entre la compañía de telecomunicaciones china Huawei y la empresa rusa MTS para el lanzamiento de redes piloto 5G y el desarrollo de esta tecnología; o como el sellado con la compañía china automovilística Great Wall Motors, orientado a la comercialización en Rusia del coche SUV de la firma, Haval. Se ratifica así la tendencia, ya que en la actualidad se llevan a cabo unos 30 proyectos con participación rusa y china, en los que se contempla una inversión superior a los 22.000 millones de dólares, según datos ofrecidos por el asesor presidencial ruso Yuri Ushakov.

Pie de foto: El presidente ruso Vladimir Putin, a la derecha, saluda al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo. AP PHOTO/DIMITRI LOVETSKY

Esta cercana relación entre la Administración rusa y la china se enmarca en un momento importantísimo en la situación geoestratégica mundial, ya que acaece actualmente una guerra comercial ‘a cara de perro’ entre China y EEUU, dentro de una pugna por el liderazgo comercial y político mundial. 

Una ‘pelea’ que empezó en 2018 con el aumento en la imposición mutua de aranceles varios entre ambos países y que ha devenido en el actual y vital pulso por el dominio de la tecnología de redes 5G, la cual supone un auténtico salto en la velocidad de conectividad para el intercambio de datos y en la que China parece haber tomado la delantera en la puesta a punto de estas redes; todo ello a pesar del veto que impuso el Gobierno norteamericano de Donald Trump a empresas extranjeras sobre acceso a tecnologías estadounidenses, que afecta a la compañía china Huawei, a la que se acusaba desde la Administración norteamericana de espionaje sobre el desarrollo de redes informáticas y de comunicaciones estadounidenses aprovechando el conocimiento sobre sus tecnologías.

Pie de foto: El presidente ruso, Vladimir Putin, posa con los jefes de las agencias de noticias internacionales después de una reunión paralela al Foro Económico Internacional de San Petersburgo en el Palacio Konstantin. PHOTO:/KREMLIN/DPA

Destacable es también la cercanía personal que mostraron tanto Xi Jinping como Vladimir Putin, puesta de manifiesto por el máximo mandatario chino, para quien el líder ruso en su “amigo más cercano”, con el que mantiene una “profunda amistad personal”.

También salió a relucir en la cita de San Petersburgo la importante maniobra de trasladar la oficina europea de la petrolera venezolana PDVSA de Lisboa a Moscú para proteger los activos venezolanos, decisión propiciada por las sanciones impuestas por EEUU a Venezuela, a raíz del ‘eterno’ conflicto con el Gobierno bolivariano de Nicolás Maduro, a quien la oposición liderada por Juan Guaidó y un grupo de países comandado por EEUU y el denominado Grupo de Lima denuncia por “usurpar” el poder y el puesto presidencial.