Los casos de COVID-19 se están incrementando con rapidez tanto en Estados Unidos, el país más castigado del mundo, como en América Latina

Trump amenaza con retirar los fondos a la OMS mientras el coronavirus avanza imparable en América

photo_camera REUTERS/KEVIN LAMARQUE - El presidente de los Estados Unidos Donald Trump habla durante la sesión informativa diaria sobre la COVID-19 en la que amenazó con poner en “suspenso” los fondos para la OMS

La advertencia de que la expansión de COVID-19 se está “acelerando rápidamente”, según la Organización Panamericana de Salud (OPS), coincidió este martes con la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de congelar los fondos que su Gobierno aporta a la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo de Naciones Unidas que trabaja en primera línea las actuaciones contra el coronavirus.

“En solo siete días, hemos visto cómo se han duplicado los casos y muertes en nuestra región. La pandemia se está acelerando rápidamente, insto a los Gobiernos a prepararse y a responder con la misma velocidad”, dijo este martes Carissa F. Etienne, directora de la OPS, tras recordar que hasta el lunes había 384.435 casos y 11.270 fallecidos en todo el continente.

Un crecimiento que va desde Chile, que superó este día los 5.000 contagios (5.116 tras 301 casos nuevos y 43 muertes en total), hasta Cuba, que llegó a 11 fallecidos y 396 positivos tras un récord de 46 contagios nuevos.

Una mujer acude a un hospital de Santiago, el 30 de marzo de 2020
Más muertos que en el 11-S

Y todo esto pasando por EEUU, el país más castigado del mundo por el coronavirus con al menos 387.547 casos, más del doble de quien le sigue en la lista, España (140.618), y con la ciudad de Nueva York convertida en el principal foco.

Tanto es así que, según los datos de las autoridades locales hasta el momento, con los 3.202 fallecidos registrados hasta este martes ya se superaron las víctimas fatales que los atentados del 11 de septiembre de 2001 dejaron en la Gran Manzana, cuando 2.753 personas murieron en las Torres Gemelas.

A este dato, hay que sumar los 731 muertos de este día (de un total de 5.489) que suponen la mayor cifra de fallecidos por coronavirus en el estado de Nueva York. Pese a ello, el gobernador Andrew Cuomo se mostró relativamente optimista tras decir que “se está alcanzando una estabilización” en nuevas hospitalizaciones, así como en ingresos en unidades de cuidados intensivos e incubaciones.

Precisamente, el presidente de Estados Unidos anunció este martes que estudia congelar los fondos que su Gobierno aporta a la OMS al acusarla de ser una organización “sesgada” en favor de China, de haberse “equivocado” al no alertar antes del coronavirus y reprochar que criticase algunas de las medidas que su Gobierno adoptó al inicio de la pandemia, como la prohibición de viajes.

Un trabajador de limpieza municipal desinfecta carros en el mercado central de Santiago, el 07 de abril de 2020, en medio de la nueva pandemia de coronavirus
De reducir equipos a “encapsular” ciudades

Ante el complejo panorama, los países siguen ajustando las medidas para afrontar una pandemia que ya deja más de 1,4 millones de contagios y 81.200 muertos en todo el mundo, de acuerdo con los datos más recientes de la Universidad Johns Hopkins.

Especialmente después de que, en lugares como Brasil, que con 13.717 contagiados y 667 muertos es la nación latinoamericana más afectada por el coronavirus, varios especialistas hablan de que la enfermedad circulará “potencialmente” en el país hasta septiembre, con un pico entre abril y mayo.

Ante esto, el gigante sudamericano intenta adquirir nuevos equipamientos de salud, estudia aumentar la producción nacional de máscaras y respiradores y busca acelerar las investigaciones con medicamentos como la cloroquina, mientras que Sao Paulo instalará en el complejo deportivo del Parque de Ibirapuera, el más visitado de la ciudad, su tercer hospital de campaña para atender a pacientes infectados.

Y en Guayaquil, que concentra la mayor parte de casos y muertes por coronavirus en Ecuador y que desde la semana pasada ha vivido una emergencia por falta de espacios para llevar los cadáveres de la ciudad, la alcaldesa Cynthia Viteri anunció que construirá dos nuevos cementerios para enterrar a las víctimas de la COVID-19.

Medidas que son más radicales en casos como el de Bolivia, donde las autoridades decidieron que a partir del jueves a las 00.00 hora local (04.00 GMT) horas va “a encapsular Montero”, ciudad considerada como uno de los mayores focos de la enfermedad en el país y donde sus más de 110.000 habitantes tendrán “movilidad cero”.

Una mujer con una máscara y guantes llora junto a cajas de cartón usadas en ataúdes fuera de un cementerio en Guayaquil, Ecuador, el 6 de abril de 2020
Tensión política y dramas personales

Decisiones que, aunque buscan proteger la vida de los habitantes de la región generan numerosos inconvenientes, como la tensión vivida este martes, en medio de gritos y forcejeos, entre bolivianos que piden cruzar desde Chile y militares que controlan el ingreso, cerca de un campamento de cuarentena para albergar durante 14 das a las personas que llegan.

A esto se suman las divisiones políticas en el país, por las que el Gobierno interino acusa a los seguidores de Evo Morales de aprovechar la situación para buscar un enfrentamiento social y político, algo rechazado por los partidarios del expresidente, que denuncia que el Ejecutivo transitorio de Jeanine Áñez criminaliza a quienes protestan por la forma en que se aplica la cuarentena.

Además, cientos de miles de personas a lo largo y ancho de América se enfrentan a la disyuntiva de proteger su salud o salir a buscar medios para su subsistencia diaria. “No puedo dejar morir de hambre a los pelados (hijos) ni a la mujer, tengo que salir a camellar (trabajar)”, dijo este martes a Efe Alarson Ramos Peña, un vendedor ambulante de frutas y verduras de Cartagena de Indias (Colombia).

Sin embargo, las cuarentenas para impedir la propagación del coronavirus son las medidas más extendidas y de mayor eficacia, por lo que Perú (2.954 enfermos y 107 fallecidos, 15 más que el día previo) resolverá antes del Jueves Santo si alarga o no el confinamiento obligatorio, en vigor desde el pasado 14 de marzo.

Hombres vestidos con trajes protectores mientras descargan un ataúd de un camión fuera de un cementerio en Guayaquil, Ecuador, el 6 de abril de 2020
“Una nueva década perdida”

“La crisis del coronavirus va a hacer estragos en la economía de Latinoamérica, que se enfrenta a una nueva década perdida y que no puede contar con el apoyo de EEUU porque no tiene sentido de comunidad”, dijo a Efe Alicia Bárcena, secretaria de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Una preocupación que se comparte no solo a nivel macro, como lo dejaron ver el 87% de los empresarios mexicanos que, según un estudio publicado hoy, ven probable que haya despidos en sus compañías en las próximas semanas y meses.

Y en Paraguay, la pandemia ha llevado al cese a unos 20.000 trabajadores, un 5 % del sector formal, en cuatro semanas de aislamiento sanitario, aunque se prevé un subsidio único por el tiempo que dure la cuarentena, anunció este martes el Instituto de Previsión Social (IPS).

Ante esta situación, más de una veintena de exjefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos exigieron al G-20 “una respuesta global al coronavirus” para proporcionar “apoyo financiero de emergencia a las naciones emergentes y en desarrollo” por 8.000 millones de dólares.

Sin embargo, la vida continua, como se demostró en el estado de Wisconsin en (EEUU), donde funcionarios electorales con máscaras y votantes manteniendo la distancia asistieron este martes a las elecciones primarias después de que la Justicia invalidara el decreto del gobernador demócrata Tony Evers que postergaba los comicios. Y aunque en un segundo plano, así continúa la contienda electoral en la que se baten los dos aspirantes a la candidatura presidencial demócrata para los comicios presidenciales de noviembre, el exvicepresidente Joe Biden, favorito en las primarias de su partido de este martes, y el senador izquierdista Bernie Sanders.

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