Trump decidido a designar a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista extranjero

Alex Erquicia

Pie de foto: Convocados por los Hermanos Musulmanes, partidarios del derrocado presidente islamista Mohamed Morsi protestan en las calles de El Cairo, Egipto, el 25 de enero de 2016. AP PHOTO/HESHAM ELKHOSHNY

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere emitir una orden ejecutiva que designe a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista extranjero. Semanas después de que hiciera lo mismo con la Guardia Revolucionaria de Irán, cuerpo de élite del Ejército del país, Trump busca apuntalar su política exterior y afianzar su relación con el presidente de Egipto, Abdel Fatah al-Sisi, que desde que accediera al poder se ha embarcado  en una fiera lucha contra el grupo islamista.

Tras la última reunión entre ambos mandatarios, el pasado 9 de abril, la Casa Blanca ordenó a los oficiales de seguridad nacional y diplomáticos encontrar una manera de imponer sanciones al grupo, según avanzó The New York Times. Con ello, Trump buscaría imponer sanciones estadounidenses contra el movimiento político islamista, uno de los grupos más influyentes de la región y con millones de miembros en todo el Oriente Medio.

En una reunión privada sin reporteros y fotógrafos,  al-Sisi instó al Trump a tomar ese paso y unirse a Egipto para calificar al movimiento como una organización terrorista, según el medio estadounidense. La idea, pese a no ser nueva ni propia de la Administración actual (incluso el senador Ted Cruz introdujo una propuesta similar en 2015), tiene más fuerza que nunca. Desde que Trump accediera a la Casa Blanca, en enero de 2017, el presidente ha buscado en distintas ocasiones avanzar su posición de catalogar a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista.

Horas después de la primicia, la Casa Blanca aseguró que "el presidente ha consultado con su equipo de seguridad nacional y líderes en la región que comparten su preocupación, y esta designación está abriéndose camino a través del proceso interno", en un correo electrónico que recoge Reuters. Los críticos de Trump lo ven como otro paso más en su campaña contra la comunidad musulmana y una manera más de vilipendiar a los musulmanes, invalidar a la sociedad civil estadounidense musulmana y alimentar la islamofobia que transmite el presidente.

La principal organización islamista del mundo árabe, los Hermanos Musulmanes, fue fundada en la ciudad de Ismailia, en el noroeste de Egipto, por Hassan al-Banna en marzo de 1928 como organización religiosa, social y política. Desde entonces el estatus de la organización en Egipto ha estado a caballo entre la ilegalidad y una legalidad fiscalizada, entre la persecución y una quasi-tolerancia, dominado por la vieja lucha entre islamistas y militares.

Fue en junio de 2012, tras las revueltas populares que derrocaron a Hosni Mubarak, cuando los Hermanos Musulmanes llegaron por primera vez a la presidencia de Egipto. En julio de 2013, un año después, al-Sisi, entonces ministro de Defensa, derrocó al presidente Mohamed Morsi. Al-Sisi recibió el apoyo de muchos sectores de la sociedad egipcia que querían deshacerse del gobierno religioso impuesto por Morsi.

Al año siguiente, en 2014, al-Sisi fue elegido presidente y desde entonces ha impulsado una ardua represión contra los islamistas, la disidencia secular y la oposición liberal en Egipto. "No habrá nada llamado Hermanos Musulmanes durante mi presidencia", llegó a decir el presidente egipcio en la previa a aquellas elecciones. Después del golpe militar, al-Sisi declaró la organización de los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista en Egipto en 2013 hasta la fecha. Dos de los aliados regionales de Egipto, como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, también los incluyeron en su lista negra.  Por otra parte, varios partidos políticos en Turquía, Túnez y Jordania se consideran parte de los Hermanos Musulmanes o que tienen vínculos con ella, lo que podría repercutir en conflictos diplomáticos entre estos países y Estados Unidos.

La posible firma de la orden supondría una victoria para el régimen egipcio del ex jefe del ejército al-Sisi. El respaldo de Washington hacia el presidente egipcio que emanaría de la decisión de designar a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista extranjero supondría una mayor legitimidad para al-Sisi tanto a nivel nacional como internacional.

De aprobarse la designación "se convertiría en un acto criminal para los estadounidenses que financien al grupo, prohibiría a los bancos procesar dinero para los Hermanos Musulmanes, impediría que los que tienen vínculos con el grupo vengan a los Estados Unidos y facilitarían la deportación de inmigrantes que han trabajado con la organización", según Fox News. Grupos de derechos humanos también han expresado su preocupación de que al-Sisi podría usar la decisión, si se produce, para justificar una ofensiva aún más dura contra sus oponentes.

Una facción de la Administración de Trump, liderada por abogados del gobierno y funcionarios, han expresado objeciones legales y políticas a catalogar a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista extranjero e intentan encontrar un paso más limitado que satisfaga a la Casa Blanca. A tenor de la decisión que ha tomado con la Guardia Revolucionaria de Irán, los Hermanos Musulmanes podrían tener las horas contadas hasta ser catalogada como grupo terrorista extranjero por parte de Estados Unidos. 

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