Trump, un punto y aparte en la historia

Jordi Sevilla/Llorente&Cuenca

La elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos augura importantes cambios en las relaciones internacionales y en el modelo económico sobre el cual se ha construido la globalización. El siguiente análisis del economista y exministro Jordi Sevilla aporta datos significativos que pueden explicar este inesperado resultado.

Nadie va a quedar indemne del “USA first”, la concepción política del nuevo presidente, amenazando con proceder a un repliegue sin precedentes de los USA al interior de sus fronteras, lo que puede alterar todos los equilibrios mundiales actuales.

Adelantamos algunos elementos que podrían explicar lo ocurrido y nos permitan anticipar lo que ocurrirá a partir de enero de 2017 cuando la nueva administración tome posesión de sus cargos.

Un país desmovilizado

▪       Baja participación. De los 245 millones de estadounidenses en edad de votar, tan sólo 120 millones depositaron su papeleta el pasado martes (49%). Pese a la creencia generalizada de que esta era una elección histórica que despertaba un interés inusitado la realidad es que el electorado se ha mostrado apático.

▪       El candidato republicano, mediocres resultados en voto popular. El presidente electo de Estados Unidos logró un millón de votos menos que Romney en 2012 y un número de votos similar a McCain en 2008, quiénes perdieron ante Barack Obama por una diferencia de casi 10 millones de votos.

▪       La candidata demócrata, no ha conseguido movilizar a sus votantes. La candidata demócrata no ha conseguido movilizar a su base natural, la clase trabajadora, las minorías y especialmente, las mujeres, perdiendo 6 millones de votos con respecto a 2012 o 10 millones respecto a 2008.

Un país dividido

▪       El perfil de los electores de ambos candidatos no puede ser mas distinto, mujeres frente a hombres, jóvenes frente a mayores, minorías frente a blancos, grandes urbes frente a mundo rural.

▪       Sin embargo y contra la mayoría de los comentarios en muchos medios de comunicación, la división del electorado no se ha producido en el nivel de renta. Como se puede observar en el gráfico, la distribución del voto es similar en todos los segmentos económicos.

Otras claves

▪       Swing states Florida, Ohio, Wisconsin, Pennsylvania y Iowa.

▪       El voto latino no han sido decisivos al estar concentrados en los estados menos relevantes.

▪       Rust belt. El vuelco en el “cinturón del óxido” que concentra a las zonas que han sufrido una mayor desindustrialización ha sido clave en la victoria de Trump lo que podría influenciar las políticas de la Casa Blanca los próximos cuatro años. La retórica anti libre comercio y el foco en la industria manufacturera parece haber dado frutos.

Un presidente con muchas debilidades

▪       Pese a la histórica posición Republicana dominando la Cámara de representantes, el Senado, el 34% de los Gobernadores y con una vacante que cubrir en el Tribunal Supremo (que reforzará la mayoría conservadora) la posición política del Presidente electo es muy débil, lo que podría dificultar muy sensiblemente su capacidad de gobernar.

▪       Escaso respaldo popular. A la clara victoria de Trump en el Colegio Electoral se contrapone la derrota en apoyo popular. Sólo George W. Bush (2000), Harisson (1888) y Hayes (1876) llegaron a la Casa Blanca pese a obtener menos votos que su oponente en la carrera presidencial.

▪       Escaso apoyo republicano. Trump contó con el rechazo expreso a su candidatura de más de 160 figuras republicanas entre las que se encuentran más de una decena de senadores, precisamente la cámara donde la mayoría republicana es más exigua. La mayoría de los pesos pesados del partido desaconsejaron el voto a Trump y los enfrentamientos fueron habituales durante la campaña, especialmente con el presidente de la Cámara de los Representantes Paul Ryan. La agenda de Trump y su equipo de campaña están muy alejados del establishment tradicional de los republicanos por lo que la convivencia será complicada.

▪       Escaso apoyo entre la América del futuro: Majority minority y millennials. El apoyo hispano a Trump has sido ligeramente mayor que el recibido por Romney y McCain, pero quedó lejos del apoyo hispano a George W. Bush en 2004.

▪       La victoria de Trump ha sido posible gracias a la menor participación de las minorías ya que las diferencias en el número de votantes registrados en función raza y renta todavía es espectacular. Sin embargo, en un Estados Unidos donde los menores de tres años ya son mayoritariamente no blancos será cada vez más complicado ganar elecciones con un mensaje centrado en la América WASP (White Anglo-Saxon Protestant).

▪       Por su parte, los millennials o formada por quienes hoy tienen entre 18 y 34 años, más de 83,1 millones de electores, votaron mayoritariamente por Clinton. Trump ha ganado las elecciones mirando al pasado y obviando el futuro.

▪       ¿Una revuelta de clase o racial? Trump apela a los perdedores de la globalización y su victoria se apoya en la clase obrera blanca muy afectada por la caída de empleos industriales. Sin embargo, las clases bajas, los auténticos perdedores de la globalización conformadas en su mayor parte por minorías, votaron por Clinton. América se haya también dividida en dos tipos de pobres, blancos y republicanos de un lado, minorías demócratas de otro.

▪       Escaso apoyo del establishment. Estas han sido las elecciones del fracaso de los gatekeepers. Sólo un 1% de los medios más relevantes han apoyado claramente (endorsement) a Donald Trump. El poder de las redes sociales, la fragmentación de audiencias y el hartazgo con el statu quo han reducido considerablemente la capacidad del establishment periodístico, económico y académico de influenciar el resultado electoral.

Impredecible en lo económico, pero menos.

El objetivo del equipo económico de Trump es “impulsar el crecimiento de Estados Unidos” para recuperar la media histórica del 3,5% de incremento del PIB, frente al 1,9% de los últimos 15 años. Para ello es clave la idea de “USA por delante”.

Las reformas regulatorias y de energía prometidas están dirigidas a reducir los costes operativos de las empresas. Las reformas comerciales supondrán una renegociación de todos los tratados y relaciones internacionales, incluyendo las delicadas relaciones China, su objeto declarado será la protección del empleo americano.

Las rebajas impositivas a las familias y a las empresas, pretender impulsar un crecimiento doméstico más fuerte,

Algunos compromisos de campaña

▪       Abolir el tratado de libre comercio con México y Canadá con el objetivo de recuperar empleos ‘americanos’.

▪       Cancelar el acuerdo de París sobre limitación al calentamiento global. Cancelar la financiación al programa de cambio climático de Naciones Unidas. Reabrir minas de carbón. Levantar todo tipo de obstáculos al “fracking”.

▪       Crear un muro de 3000 km en la frontera USA-México que pagarán los mejicanos.

▪       Expulsar a 11 millones de inmigrantes irregulares o ilegales.

▪       Reconstruir al sector militar americano y la potencia nuclear americana pero con el objetivo de activar la economía doméstica. Los países de la OTAN (la “OTAN está obsoleta”) deberán pagar su propia seguridad y no apoyarse en USA.

▪       Reducir todos los tipos marginales, con más beneficios a los hogares de rentas altas, y un aumento de las deducciones. No bajará los gastos. • Modificar el sistema de sanidad gratuita “Obamacare” por un sistema de libre mercado.

Principales impactos de sus primeras medidas económicas

▪       El aumento previsible de los tipos de interés porque son más “prone to growth”, reforzará el dólar pero no facilitará las importaciones porque habrá políticas compensatorias para “American products first”. Aumentará la inflación y los beneficios de los negocios domésticos.

▪       En cambio, por el lado del gasto público, a pesar de que se encarece la deuda por la subida de tipos, aumentará la inversión pública en infraestructuras. Esto aumenta la demanda de proveedores domésticos de infraestructuras.

▪       Algunos think tank calculan que su política presupuestaria elevará de manera significativa tanto el déficit como la deuda pública.

▪       Las revisiones de todos los tratados y acuerdos comerciales para conseguir que el déficit comercial con ciertos países, (el déficit comercial reduce el crecimiento) se reduzca a una situación de no-déficit, lo que significará que las importaciones de terceros países se reducirán.

▪       También es previsible que la inversión extranjera en USA tenga dificultades notables para repatriar beneficios. Se favorecerá la actuación de los negocios en USA pero pagando impuestos y salarios e invirtiendo los beneficios en USA.

▪       Los costes energéticos a la industria doméstica se reducirán con lo que la competitividad de las empresas americanas, sobre todo las intensivas en energía, aumentará frente a las europeas. Las empresas especializadas en tecnologías y productos para la prevención del cambio climático, tanto americanas como las exportadoras a los USA, experimentarán severos recortes.

▪       Con la vuelta al sistema de provisión privada de servicios sanitarios, las empresas sanitarias americanas verán disminuir drásticamente la demanda de sus servicios. • Por otra parte, hogares y empresas tendrán más dinero líquido por la rebaja impositiva y habrá facilidades, incentivos a la inversión, que también puede facilitar la banca.

▪       Trump ha criticado a la Reserva General y a su presidenta Janet Yellen, por lo que es probable que sea remplazada cuando termine su mandato a finales de 2018.

Principales impactos de su política exterior

▪       Trump ha prometido una relación más cercana con Rusia y ha alabado el liderazgo de Putin.

▪       Uno de los primeros ámbitos de la cooperación entre Rusia y Estados Unidos es la guerra en Siria, donde cualquier acuerdo para combatir al ISIS conjuntamente beneficiaría al régimen de Bashar Al-Asad.

▪       China se beneficiaría de la política exterior de Trump, dándoles espacio para maniobrar en el mar del Sur de la China. Por otra parte, no se verían muy afectados por una hipotética imposición de tarifas a sus exportaciones.

▪       El TTIP tiene muy pocas probabilidades de ser ratificado después de la victoria de Donald Trump.

▪       Los planes de Trump en relación con la construcción de un Muro en la frontera de México – aunque nunca se lleve a cabo ni se renegocie NAFTA – introducirán un nivel de incertidumbre en la economía de México que reducirá el crecimiento y las inversiones.

▪       Trump ha prometido deportar millones de inmigrantes ilegales. Dada la dificultad de cumplir con este compromiso, va a recibir presiones para acelerar el ritmo actual de las deportaciones.

Un país en plena recuperación

Por último, es importante tener en cuenta que cuando Trump tome posesión en enero de 2017, se encontrara un país en plena recuperación económica y creando empleo a buen ritmo. El FMI prevé que en ese momento la economía USA estará creciendo casi el doble que la europea y muy por encima de la japonesa.

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