Una adolescente marroquí es víctima de una violación colectiva en Tánger

Por Amina Adib 
Foto: La mujer marroquí es víctima de una sociedad patriarcal y machista que la considera como un ser inferior. 
 
Una adolescente  marroquí de 17 años  fue víctima el pasado viernes de una violación colectiva en un barrio popular de la ciudad de Tánger, en el norte del país, por parte de un grupo de tres personas, según informó la Policía, que detuvo a uno de los  implicados. Según el diario ‘Ahdaz al Magrebiya’, la víctima es una menor de Tetuán que había conocido a un joven de Tánger (a 80 kilómetros de su ciudad) a través de la red Facebook, y al que visitaba con cierta frecuencia. En una de sus visitas, la pareja fue asaltada por tres individuos para agredir a la menor, y su compañero huyó para avisar a la Policía y  no pudo evitar la violación de su amiga por los tres delincuentes, que abusaron de ella por turno. El novio de la víctima también fue detenido por la Policía y acusado de “secuestro de una menor”. Otro diario marroquí,  ‘Asabah’, relata la misma dramática  historia de la violación colectiva,  aunque con algunas diferencias. El citado medio asegura que la víctima tenía 23 años,  y por tanto no era menor, y que fue objeto de una trampa, pues el joven que la contactó por Facebook era uno de los agresores. La violación es un crimen en Marruecos, pero en muchos casos la víctima de semejante agresión física y psíquica no lo denuncia a la Policía por miedo o por haber recibido presiones de la propia familia. Hasta hace unos meses, las violaciones en el país norteafricano se podían ‘solucionar’ con el matrimonio. El violador podía librarse de la cárcel si se casaba con la víctima tras el acuerdo de la familia y el visto bueno de un juez. Así fue durante 50 años legalmente.  Afortunadamente, las cosas han cambiado. 
 
Cambio legislativo 
El Parlamento marroquí  aprobó el pasado mes de enero una  ley que pone fin a esa aberración legal y  moral. La Cámara necesitó casi dos años de debates y procedimientos institucionales para llegar a este resultado, después de que en la primavera de 2012 estallara el caso de Amina Filali, una niña de 15 años de Larache (norte de Marruecos) que se suicidó ingiriendo un veneno  matarratas tras haberse visto obligada a casarse con su violador y ser maltratada por él durante su breve matrimonio. El artículo 475 del Código Penal castiga con una pena de hasta cinco años a quien rapte a una menor, pero en su segundo párrafo, que fue eliminado por el Parlamento, especificaba que el agresor “no puede ser perseguido cuando una menor núbil así raptada ha desposado a su secuestrador”. “Hemos tenido que esperar a que muriera Amina para cambiar el párrafo de una ley”, lamentó la diputada socialista Aicha al Jamís, mientras que su colega Fatima al Kahil, del conservador y berberista Movimiento Popular (MP), preguntó a sus señorías: “¿Cuántas mujeres han sido violadas y casadas con sus agresores gracias a esta ley?”. El polémico artículo que ‘lavaba’ la pena de la violación databa de 1962, cuando se redactó el actual Código Penal marroquí, seis años después de la independencia del país. Es un  texto de esencia patriarcal y machista que busca supuestamente  proteger el honor de las familias antes que preocuparse por la prevención de las violaciones y el equilibrio mental de las víctimas. La pérdida de la virginidad en una sociedad conservadora como la marroquí es vista como una desgracia por la familia. Una parte de la sociedad, la más progresista, pide a las autoridades que acaben con esta realidad y también persigan el acosos sexual, que es una práctica muy extendida y tolerada en el país, y prohíban el matrimonio para menores de 18 años.  

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato