Varapalo del Consejo de Seguridad al Frente Polisario por el Sáhara Occidental

 José María Gil Garre /Columnacero.com

Pie de foto: Reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para la resolución 2414 sobre el Sáhara Occidental

La Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 2414 no deja lugar a dudas, desprecia las acciones del Polisario y le exige que abandone las posiciones de Guerguerat y Bir Lahlou por poner en peligro la paz al alterar las condiciones de alto el fuego de 1991.

Quince días después de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas diera un fuerte varapalo al Frente Polisario, exigiéndole que se retirara de las posiciones sobre las que ha desplegado sus actividades en los últimos meses, por ser una grave violación de las condiciones del alto el fuego firmado en 1991, la milicia revolucionaria no ha efectuado ningún movimiento, actitud que viene a tensionar un espacio, de por sí, vulnerable a la penetración de grupos terroristas que, como han hecho en otros lugares, intentarían apropiarse de este conflicto en caso de que se reanudara (algo con lo que de manera recurrente amenaza el Polisario), suponiendo un grave peligro para el conjunto del área, ya de por sí vulnerable a todo tipo de acciones criminales organizadas, desde los tráficos ilícitos hasta el secuestro y tráfico de personas, actividades a las que se ha mostrado poroso el conglomerado polisariano desde Tinduf al Norte de Mauritania.

La última resolución del Consejo de Seguridad, la número 2414, sobre el Sáhara Occidental, fue adoptada el pasado 27 de abril por 12 votos a favor, tres abstenciones y ningún voto en contra.

La nueva Resolución incorpora términos que -aparentemente- pueden sonar a novedosos pero que, en realidad ya pudimos leer en el año 2007, cuando por parte del Rey de Marruecos se propuso al Consejo de Seguridad establecer un régimen de autonomía (similar a la organización territorial del Estado en España) para el Sáhara Occidental, una autonomía avanzada bajo la soberanía del Reino que se reservaba para sí las competencias de Estado, tales como el poder judicial, las relaciones exteriores o la Defensa, por ejemplo. Aquella propuesta de solución del jefe de estado de Marruecos mereció los calificativos de ‘creíble y realista’ por parte de los componentes del Consejo de Seguridad. En esta ocasión, en la resolución 2414 se recupera el término ‘solución realista’ cuando se invita a las partes implicadas y a los países que acompañan el proceso a abordar soluciones que pongan fin al anacronismo de esta situación conflictiva.

Entre las novedades de la reciente resolución del Consejo de Seguridad, que estamos analizando, hay que destacar que éste órgano de la ONU ha censurado muy gravemente las actuaciones del movimiento guerrillero separatista señalando literalmente que los movimientos del Polisario generan “preocupación por la presencia en la zona de separación en Guerguerat y pide su retirada inmediata”, añadiendo -el texto de la resolución- “nuestra preocupación por el anuncio del Frente Polisario que prevé trasladar funciones administrativas a Bir Lahlu” por lo que el Consejo exige “que se abstenga de ejecutar tales actos desestabilizadores”.

Tal como se señalaba anteriormente, en el capítulo de las novedades de esta resolución, además de que sólo se prorroga la misión de los cascos azules de la ONU (MINURSO) en el territorio por seis meses -cuando lo habitual es que sea durante un año- se recurre al concepto de ‘realismo’ para abordar soluciones en el marco de un proceso de negociación que debería retomarse. El texto de la Resolución 2414 insta a que se busque “una solución política realista, viable y duradera para la cuestión del Sáhara Occidental basada en la avenencia y la importancia de adaptar el enfoque estratégico de la MINURSO y orientar los recursos de las Naciones Unidas con ese fin”

El Consejo de Seguridad es claro y reiterativo con el contenido de resoluciones anteriores ante la alteración del statu quo que el Frente Polisario está intentando provocar con los movimientos de efectivos en la zona y vuelve a valorar la respuesta mesurada del Reino de Marruecos al manifestar su “preocupación por las violaciones de los acuerdos vigentes y exhortando a las partes a que respeten las obligaciones que les corresponden y se abstengan de adoptar medidas que pudieran desestabilizar la situación o poner en peligro el proceso de las Naciones Unidas, y reconociendo la respuesta mesurada de Marruecos a las inquietudes más recientes con respecto a la zona de separación”.

Hay que tener en cuenta que, según sus propias amenazas, el Frente Polisario se propone trasladar las estructuras administrativas que hoy mantiene en los campamentos de Tinduf (bajo soberanía argelina) a Bir Lahlu, un territorio que se califica por la organización separatista como “liberado”; este movimiento de efectivos supondría una alteración muy grave de la situación pactada en el año 1991 para el alto el fuego y, atendiendo a las continuas injerencias de Argelia, una situación así podría ser aprovechada por sus estructuras militares y de inteligencia, que son las que dirigen estratégicamente los movimientos pseudomilitares del Polisario; algo que se pudo comprobar -lamentablemente- hace unas semanas cuando un avión militar argelino se estrelló con más de doscientos pasajeros a bordo, trasladando desde una base militar de entrenamiento -entre otros- a varias decenas de milicianos del Polisario. En el siniestro murieron los pasajeros del vuelo.

EL FRENTE POLISARIO Y SU REALIDAD PARALELA

Independientemente de la posición que cualquier analista pueda tener sobre la cuestión del Sahara Occidental, todos saben -como bien señala el Consejo de Seguridad- que las estructuras administrativas de la organización separatista están en los campamentos de Tinduf, en cada campamento y de forma principal en el de Rabuni que sirve de capital para su fantasmagórica república sin territorio. Fue en el de Rabuni, precisamente, en donde una célula terrorista del espectro de Al Qaeda en el Magreb -contando con apoyos en su interior- secuestró a dos cooperantes españoles y una italiana. Pues bien, pese a esta evidencia, tras la resolución del Consejo de Seguridad, como si la ‘realidad real’ no existiera, el Frente Polisario dijo en un comunicado que “sus funciones administrativas y militares siempre han estado presentes en Bir Lahlu y en otras zonas liberadas de nuestro país, por lo que ésta presencia no infringe los términos del alto el fuego o el Acuerdo Militar N°1”. En su valoración de la resolución del Consejo de Seguridad vino a decir que el hecho de que sólo se prorrogara la misión militar de la ONU (MINURSO) durante seis meses era ‘un éxito militar del Polisario que obligaría a Marruecos a negociar’ cuando el texto de la resolución 2414 desmiente tal satisfacción pues dirige duras consideraciones a la forma de actuar del conglomerado separatista.

LAS VIDAS ROTAS DE GEDEIM IZIK

Todos los movimientos del Frente Polisario sobre el terreno se empezaron a producir cuando se retomaba, en la Corte de Apelaciones de Rabat, el juicio por los asesinatos de once funcionarios públicos marroquíes durante el desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik, asesinatos en los que se emplearon métodos abyectos como los que hemos estado viendo a manos de grupos yihadistas en conflictos como Siria, Irak, Mali, Nigeria o Libia. El juicio, que duró siete meses, sirvió para que de nuevo tuvieran que verse los vídeos de las muertes causadas por individuos que durante la acción vestían uniformes como los del Frente Polisario y se evidenciara en la organización de las acciones la mano de individuos que habían participado en determinadas jornadas en Argelia.

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