Víctimas españolas del Polisario denuncian a este movimiento por crímenes contra la humanidad

Paco Soto

Pie de foto: Mohamed Abdelaziz, líder del Frente Polisario y presidente de la RASD.

El Frente Polisario, la organización política apoyada por Argelia que combate a Marruecos para conseguir la independencia del Sáhara occidental, goza de buena prensa en España. Las redes de propaganda y apoyo al Polisario que existen en España, en muchos casos vinculadas a la extrema izquierda, están generosamente financiadas por la administración pública, sobre todo ayuntamientos y comunidades autónomas, y mantienen un férreo control sobre la información que se publica en nuestro país sobre el conflicto saharaui. La otra parte del conflicto, Marruecos, es ignorada o atacada burdamente por los simpatizantes del Polisario. Cualquier intento de debatir libremente sobre lo que ocurre en la antigua colonia española y en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, en el sur de Argelia, sin anteojeras ideológicas y sin apoyar a ninguna de las dos partes enfrentadas, es automáticamente boicoteado por “los amigos del Polisario”. En España, la defensa de la denominada “causa saharaui” es ajena al debate inteligente y contradictorio, prevalece la consigna y no la reflexión ponderada y honesta.

La verdad no importa, lo que debe prevalecer es la propaganda pura y dura, que presenta al Polisario como un movimiento de liberación nacional, progresista y democrático. Esta propaganda sostiene que Marruecos es el único responsable de lo que ocurre en el Sáhara occidental. Según los aduladores de la “causa”, ni el Polisario ni Argelia tienen nada que ver en a falta de resolución de la crisis saharaui. Hasta hace poco tiempo, los periodistas españoles que se atrevían a cuestionar el relato oficial sobre el conflicto saharaui, eran automáticamente atacados, insultados y acusados de trabajar para los servicios secretos marroquíes. Sobre el Sáhara occidental, la policía de la mente funcionaba perfectamente en los medios y en otros ámbitos de la sociedad española. Afortunadamente, en los últimos años, organizaciones como Amnistía Internacional (AI), ONG que en otra época apoyaron la independencia del Sáhara occidental, como la Fundación France Libertés, antiguos dirigentes del movimiento independentista liderado por Mohamed Abdelaziz, saharauis de a pie y ciudadanos españoles han denunciado las violaciones de los derechos humanos que comenten los gerifaltes del Polisario en los campamentos de Tinduf y la falta de democracia interna en la organización. Tanto es así que en los campamentos de Tinduf han surgido grupos disidentes como el Movimiento del 5 de Marzo (M5M).

Disidencia interna

En el seno del propio Polisario se produjo hace unos años la escisión del colectivo La Vía del Mártir, liderado por Salek Mohamed Ayad. Los disidentes independentistas aseguran que la cúpula del Polisario se comporta como una “dictadura” y está formada por una pandilla de “oportunistas, corruptos y manipuladores que viven cómodamente a costa del sufrimiento del pueblo saharaui”. Los secuestros de varias jóvenes de origen saharaui que viven en España por parte de sus familias cuando las visitaron en los campamentos de Tinduf, han demostrado a la opinión pública española que detrás de la visión idílica que han construido en nuestro país los propagandistas de la “causa saharaui” se esconde una realidad lúgubre.

Víctimas del terrorismo

En este contexto, la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (ACAVITE) denunció hace unos días que el Frente Polisario asesinó a casi 300 ciudadanos españoles durante las décadas de los 70 y los 80 del siglo pasado. La presidenta de este grupo, Lucía Jiménez, hija de uno de los asesinados, explicó en rueda de prensa que ACAVITE todavía no ha podido contabilizar cada uno de los casos de personas muertas en manos del Polisario, pero valoró positivamente que el Ministerio del Interior ya haya reconocido a 130 víctimas. Estas personas asesinadas por el Polisario, según la Ley 29/2011, son consideradas como víctimas del terrorismo como los damnificados de ETA y otros grupos violentos. Jiménez advirtió de que aún queda “mucho camino por recorrer”, y defendió el papel de la Justicia en este asunto.

Pie de foto: El dirigente y representante del Frente Polisario en la ONU, Ahmed Bujari.

Se dan las circunstancias de que los crímenes cometidos por el Polisario contra ciudadanos españoles no han sido resueltos por los tribunales y sus autores materiales viven en la impunidad. Algunos de estos crímenes se cometieron hace casi 40 años. El abogado que se ha hecho cargo de la denuncia de ACAVITE es Miguel Ángel Rodríguez Arias, un letrado que, a petición de la organización Dignidad y Justicia, consiguió el procesamiento de cinco exjefes de ETA por “crímenes contra la humanidad” en la Audiencia Nacional. Dicho abogado redactó un informe jurídico donde argumenta el mismo tipo de delito en relación a los crímenes cometidos en España por la dictadura de Franco, una causa que investiga la Justicia argentina. Rodríguez Arias pondrá una querella por “lesa humanidad” contra el Polisario.

Ninguna condena

Según dijo el letrado en la rueda de prensa, pescadores españoles que faenaban en la zona de El Aaiún –capital del Sáhara occidental- y obreros que trabajaban en las minas de fosfatos de Fosbucraá fueron impunemente asesinados. Rodríguez Arias denunció al Polisario por haber matado a machetazo limpio, secuestrado y torturado a trabajadores españoles indefensos y también por haber ametrallado a barcos pesqueros. La mayoría de las víctimas eran civiles y unas cuantas, militares, y procedían de Canarias, Andalucía, Galicia y el País Vasco. “No se ha condenado a nadie por estos atentados”, lamentó el abogado. Lucía Jiménez destacó: “Hemos contabilizado hasta medio centenar de secuestros, además de los 300 asesinados”. ACAVITE considera que los ataques terroristas fueron sistemáticos y generalizados contra ciudadanos españoles. Por eso mismo, “se dan todos los elementos para considerar que estamos ante crímenes de lesa humanidad”, recalcó el abogado Rodríguez Arias, quien recordó que “el Frente Polisario contaba con una estructura militar perfectamente organizada y mantenía el dominio sobre un territorio”. Así las cosas, Jiménez tuvo palabras críticas con los sucesivos gobiernos de ámbito nacional y autonómico, sobre todo en Canarias, por el apoyo acrítico que han dado al Polisario y la falta de sensibilidad con el dolor de los familiares de las víctimas españolas de este movimiento. En este sentido, la presidenta de ACAVITE calificó de “indecente e improcedente” la reunión que mantuvo recientemente el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, con una delegación del Polisario.

Ahmed Bujari

Dentro de la cúpula del Polisario, uno de los principales responsables de los crímenes cometidos contra ciudadanos españoles es supuestamente Ahmed Bujari, actual representante del movimiento independentista ante la ONU. De origen mauritano, Bujari ha desempeñado importantes tareas diplomáticas en el seno del Polisario. Es un hombre de carácter fuerte, provocador y cínico. Un antiguo dirigente del Polisario que lo conoce, dice de él que es un “verdadero asesino, un hombre sin entrañas, un defensor de la tortura que no admite la disidencia, ni siquiera la crítica, y está dispuesto a cualquier cosa con tal de permanecer en el poder”. Según diversas informaciones de la prensa española, Bujari es el responsable directo de los ametrallamientos de barcos pesqueros españoles. En 1978, el dirigente del Polisario declaró en España que el acuerdo pesquero hispanomarroquí firmado un año antes era “una declaración de guerra ante la cual sólo queda la opción militar”.

Humildes pescadores

No le importó que el ‘enemigo’ fueran unos humildes pescadores españoles que se tenían que ganar la vida faenando en aguas extranjeras. Bujari tuvo la desfachatez de destacar que “con este acuerdo pueden quedar muchas familias huérfanas”, y los pescadores tendrán que elegir entre “el hambre o la orfandad”. Bujari fue expulsado de España, pero regresó después. En 1984, el dirigente del Polisario se enemistó con el PSOE, porque el Gobierno de Felipe González se negó a reconocer la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). “Optar por Marruecos es optar por la guerra”, amenazó Bujari. Mientras, el Polisario siguió atacando barcos pesqueros españoles. Los dirigentes del movimiento independentista saharaui afincados en España fueron expulsados del país y sus sedes, clausuradas. En marzo de 2007, Bujari aseguró que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero intentaba “borrar del mapa al Sáhara”. En 2009, el entonces juez Baltasar Garzón aceptó una querella de una asociación saharaui contra dirigentes del Polisario por torturas. Uno de estos dirigentes era Ahmed Bujari. Este mismo año, ante Naciones Unidas, Bujari denunció las prospecciones “ilegales” de compañías petroleras extranjeras en la antigua colonia española. En la actualidad, Bujari sigue defendiendo la autodeterminación de la población saharaui y la independencia del territorio, así como una negociación directa entre el Polisario y Marruecos. De momento, vive libremente y sin haber tenido que responder ante la Justicia por los supuestos crímenes cometidos.

Más en Política