Las ramas del grupo terrorista controlan territorio en Mali, Somalia y Mozambique, desestabilizando el continente y consolidándose como una amenaza real para Occidente
Cuando creíamos que las cosas volvían a la normalidad tras el regreso de los embajadores de ambos países a sus puestos respectivos, la crisis entre Argel y Bamako ha vuelto con fuerza. Los malienses no se andan con rodeos
Nasser Bourita, ministro marroquí de Asuntos Exteriores ha afirmado que la iniciativa internacional del rey Mohamed VI de favorecer el acceso de los países del Sahel al océano Atlántico es la promesa de un viraje estratégico para nuestros países por que ha abogado constantemente por un enfoque de desarrollo para tratar los problemas del Sahel
Nada va bien entre Argel y Bamako. En 48 horas, las cosas se han precipitado y los embajadores de ambos países han sido llamados a filas. Esto significa que los canales oficiales de diálogo están cerrados. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
Las relaciones argelino-malienses nunca han sido tan tensas como últimamente. Como reacción a la convocatoria de su embajador en Bamako, el ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ahmed Attaf, convocó el jueves 21 de diciembre al embajador de Malí en Argel
Audiencia concedida el martes 19 de diciembre por el presidente Abdelmadjid al imán quietista maliense, Mahmoud Dicko, en la sede de la Presidencia de la República, en presencia del general de división Mehenna Djebbar
El Gobierno mauritano confirmó su deseo de mantener estrechas relaciones con los países del G-5 del Sahel (Burkina Faso, Chad, Níger, Mauritania y Mali)
Mali, sumido en 2012 en la agitación por las insurrecciones separatistas y salafistas en el norte, ha visto esta semana cómo se reanudaban las hostilidades por parte de grupos armados predominantemente tuaregs