Movilización internacional por Sudán

15 países, junto con la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA), participaron en una conferencia internacional en Londres, Reino Unido, para abordar un paquete económico de asistencia a Sudán, país sumido en una grave guerra civil que está dejando una de las peores tragedias humanitarias en el mundo, según ha reconocido la propia Organización de Naciones Unidas (ONU).
El mensaje en la conferencia internacional fue claro: que cese el enfrentamiento armado en Sudán y que se evite el sufrimiento extremo de la población, ya muy castigada de por sí por la pobreza existente en el país africano.
En su declaración de clausura, la conferencia pidió un “alto el fuego inmediato y permanente”, subrayando la “necesidad de evitar la división de Sudán”.
Todo ello después de dos años de guerra civil desatada entre el Ejército de Sudán, comandado por Abdel Fattah Al-Burhan, y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), dirigidos por Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti.
The war in Sudan has caused the world’s worst humanitarian crisis.
Millions are in turmoil.
Innocent civilians are in desperate fear for their safety.
I'm bringing together the international community to end the violence and improve humanitarian access. pic.twitter.com/oQt9G1gzYL— David Lammy (@DavidLammy) April 15, 2025
El conflicto comenzó en abril de 2023 entre estas dos facciones enfrentadas por el poder en el país sudanés, después de un proceso democratizador fallido que estaba encabezado precisamente por Abdel Fattah Al-Burhan, hombre fuerte del país, quien prometió en su día desarrollar un proceso civil-militar para elaborar una Constitución y celebrar unas elecciones democráticas que desembocasen en un Gobierno civil representativo de los sudaneses.
Las turbulencias en Sudán vienen de lejos. En 2019 fue derrocado Omar Al-Bashir, cuyo régimen, que duró tres décadas, fue señalado por abusos, persecución y represión y corrupción. Fueron las propias Fuerzas Armadas las que provocaron la caída de Al-Bashir y el comienzo de un proceso democratizador liderado por Abdel Fattah Al-Burhan. Un proceso que saltó por los aires cuando en 2021 el propio Al-Burhan lideró un golpe de Estado contra el Gobierno establecido del primer ministro Abdalla Hamdok. Situación que desembocó en otra etapa de intenciones constitucionalistas y de intención de llevar a cabo unos comicios electorales bajo supervisión de Al-Burhan, convertido en presidente del denominado Consejo Soberano de Transición.

Después de este episodio, no llegó la estabilidad a Sudán y disensiones en el seno de las Fuerzas Armadas acabaron con el estallido de la actual guerra civil en abril de 2023, que enfrenta al Ejército de Al-Burhan contra los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido de Hemedti.
Una guerra civil que ha dejado ya más de 20.000 muertos y más de 14 millones de refugiados, una de las crisis humanitarias más graves del mundo, como ha reconocido la propia ONU.
Ante esta tesitura, la comunidad internacional se ha movilizado y la conferencia internacional celebrada en Londres ha logrado recaudar 800 millones de euros para asistir al país sudanés, donde se han sufrido ya decenas de miles de muertos y millones de personas pasan hambre, entre ellos millones de niños también. Se calcula que hasta 15 millones de menores de edad necesitan asistencia humanitaria. Un dato para valorar seriamente porque hay que tener en cuenta que la población de Sudán llega a los 50 millones de habitantes.

Esta cifra de 800 millones de euros, confirmada por fuentes como la agencia France Presse, se suma a los 2.000 millones que se recaudaron el año pasado en otra conferencia similar celebrada en París, Francia.
“Simplemente, no podemos mirar para otro lado”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, en la inauguración de la conferencia, que fue coorganizada por Gran Bretaña, la UE, Alemania, Francia y la UA.
“Muchos han abandonado Sudán, y esto es un error moral, dada la cantidad de muertes de civiles, la cantidad de bebés de apenas un año que han sido víctimas de violencia y la cantidad de personas amenazadas por el hambre, que supera los niveles registrados en cualquier otro lugar del mundo”, añadió.

Otros entes internacionales han exigido también un alto el fuego en Sudán inmediato para detener la tragedia humanitaria en el país africano. Este es el caso del G7, foro político y económico intergubernamental conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, junto con la UE, que tiene representación permanente en el grupo. Esta formación ha instado a detener la crisis en Sudán “condenando enérgicamente” la guerra civil en curso y los abusos perpetrados en la misma por las facciones enfrentadas.