¿El conflicto entre Israel y Hamás aviva el antisemitismo en España?

¿El conflicto entre Israel y Hamás aviva el antisemitismo en España?

Desde el 10 de mayo, fecha en que se desataron las hostilidades entre el Gobierno de Israel y Hamás, y a la espera de que en el próximo año los datos del Observatorio de Antisemitismo en España rebelen si tales acontecimientos han incrementado el antisemitismo en España, todo apunta a que por parte del Estado Israel como de las organizaciones así llamadas, “propalestina”, se producirán movimientos estratégicos con miras a conquistar el apoyo internacional y consolidar una opinión pública favorable.

“Propalestina”

Por un lado, los posicionamientos “propalestina” difícilmente tendrán tanta repercusión debido al debilitamiento de las campañas del BDS. Este movimiento, que desde su creación en el año 2005 ha pretendido “recuperar la movilización popular como parte de la estrategia para el cambio de la relación de fuerzas con el sionismo a nivel internacional" a través del boicot, la desinversión y las sanciones hacia el Estado de Israel, se encuentra debilitado a pesar de su apogeo producido desde el año 2014. Tal esplendor se configuró con el aumento de fuerzas representativas como Podemos1, Izquierda Unida y otras organizaciones (Unadikum entre otras) y partidos políticos de la extrema izquierda radical que han gobernado  tanto a nivel  local, regional, autonómico como estatal.

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El declive del BDS y movimientos similares se debe, en gran medida, a lo acontecido el pasado mes de julio de 2020 cuando la vicepresidenta de España, Carmen Calvo, refrendó la voluntad del Gobierno de adoptar la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). 

Siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea el Estado español respaldo la definición operativa de “antisemitismo”, no vinculante jurídicamente:

El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto”.

Ejemplos contemporáneos de antisemitismo se observan, en la vida pública, en los medios de comunicación, en las escuelas, en el lugar de trabajo y en la esfera religiosa y, teniendo en cuenta el contexto general, podrían consistir en:

•    Pedir, apoyar o justificar muertes o daños contra los judíos, en nombre de una ideología radical o de una visión extremista de la religión,
•    Formular acusaciones falsas, deshumanizadas, perversas o estereotipadas sobre los judíos, como tales, o sobre el poder de los judíos como colectivo, por ejemplo, aunque no de forma exclusiva, el mito sobre la conspiración judía mundial o el control judío de los medios de comunicación, la economía, el Gobierno u otras instituciones de la sociedad
•    Acusar a los judíos como el pueblo responsable de un perjuicio, real o imaginario, cometido por una persona o grupo judío, o incluso de los actos cometidos por personas que no sean judías
•    Negar el hecho, el ámbito, los mecanismos (por ejemplo, las cámaras de gas) o la intencionalidad del genocidio del pueblo judío en la Alemania nacionalsocialista y sus partidarios y cómplices durante la Segunda Guerra Mundial (el Holocausto),
•    Culpar a los judíos como pueblo o a Israel, como Estado, de inventar o Aplicar un doble rasero al pedir a Israel un comportamiento no esperado ni exigido a ningún otro país democrático

•    Usar los símbolos y las imágenes asociados con el antisemitismo clásico (por ejemplo, las calumnias como el asesinato de Jesús por los judíos o los rituales sangrientos) para caracterizar a Israel o a los israelíes
•    Establecer comparaciones entre la política actual de Israel y la de los nazis
•    Considerar a los judíos responsables de las actuaciones del Estado de Israel.
•    Los actos antisemitas son considerados delitos en el momento de su tipificación (por ejemplo, la denegación del Holocausto o la distribución de material antisemita en algunos países).
•    Los actos delictivos son considerados antisemitas cuando los objetivos de los ataques, ya sean personas o propiedades –como edificios, escuelas, lugares de culto y cementerios–, son seleccionados porque son, o se perciben como, judíos o relacionados con judíos.
•    La discriminación antisemita es la denegación a los judíos de oportunidades o servicios disponibles para otros (incluyendo así las campañas de boicot) y es ilegal en muchos países.

Por todo ello, y a pesar de ser consideras antisemitas a día de hoy, se espera que se produzca un incremento de campañas de boicot académico (residuales en comparación con lo acontecido en los últimos años) organizadas por las principales organizaciones “propalestina”, y la propia BDS. Algo similar a las campañas producidas años atrás a través de colectivos estables en distintas universidades como la UAM, Taula per Palestina en la UIB, Asamblea Universitaria Palestina en UAIB, Asamblea Universitaria Palestina-AUPA en la Universidad de Alicante, los colectivos de solidaridad de la Universidad Politécnica de Cataluña, de la Universidad del País Vasco y otros más recientes como los producidos en la Universidad Pública de Navarra.

Además, no sería ninguna novedad que se volvieran a producir toda clase de boicots económicos (también en menor medida) contra la “Marca Israel”. Centrándose principalmente, en atacar los negocios israelíes en España vinculados a la agricultura, energía, química, tecnología, armamento o las famosas campañas de boicot por parte de RESCOP (Red Española de Solidaridad con Palestina). Las cuales amparadas por el eslogan “No compres apartheid” se basaban en boicotear cinco productos en concreto: dátiles, domésticos Ahava y Premier, Imaginarium, Rumikub y SodaStream2

Lanzamiento de cohetes desde la ciudad de Gaza, controlada por el movimiento palestino Hamás, en respuesta a un ataque aéreo israelí contra un edificio de 12 plantas de la ciudad, hacia la ciudad costera de Tel Aviv, el 11 de mayo de 2021 AFP/ANAS BABA

Sin embargo, estos movimientos no parece que vayan a tener el alcance que tuvieron años atrás (2017-2018) por las limitaciones que les supone la nueva definición de antisemitismo y las prácticas que acostumbran a desarrollar. Ejemplo claro de las frustraciones que esto supone fue la intervención de Íñigo Errejón Galván. El diputado por Madrid de Más País, en el Grupo parlamentario Plural, el cual al amparo de lo dispuesto en el artículo 185 del Reglamento de la Cámara, presento una secuencia de preguntas en la que se ponía en tela de juicio que esta serie de ejemplos de antisemitismo podría entrar en colisión con el derecho a la libertad de expresión y opinión. Alegando así que estos derechos protegen la manifestación pública de opiniones políticas, incluidas las relativas al conflicto palestino-israelí3.  

No obstante, lo que si resulta preocupante en que lo acontecido en Israel en las últimas semanas incremente el (re)surgimiento del antisemitismo, nuevo antisemitismo o neo-antisemitismo - ya no por parte de los partidos políticos mencionados ni por determinadas organizaciones “propalestina” - sino por actores individuales que promueven el odio a través de internet.

“Esta nueva forma del “odio al judío” se justifica con la llegada de refugiados, la creación del Estado de Israel, la radicalización de las izquierdas en relación al discurso frente al conflicto palestino-israelí, la reconfiguración política de las derechas europeas y la emergencia del islam radical…junto con las denuncias de las supuestas tendencias genocidas de Israel con respecto a la población árabe de los territorios ocupados”.

Lanzamiento de cohetes desde la ciudad de Gaza, controlada por el movimiento palestino Hamás, en respuesta a un ataque aéreo israelí contra un edificio de 12 plantas de la ciudad, hacia la ciudad costera de Tel Aviv, el 11 de mayo de 2021 AFP/ANAS BABA

Así pues, tal reconfiguración de antisemitismo o antisionismo4  - también conocida en antisemitismo antisionista o antisionismo antisemita - se ha visto incrementado en las últimas décadas aconteciendo en nuevos contextos como lo son las redes sociales. De este modo, tras el conflicto (si es que se da por finalizado) se esperan repercusiones alejadas de las antiguas confrontaciones personales, daños a la propiedad y bienes (más vinculadas a movimientos de extrema derecha) - sin ser eliminadas - para moverse en la esfera tecnológica amparada por el anonimato.

Hasbara – Propaganda Israelí

En contraposición, la respuesta “proisraelí” que se espera en España se mantiene firme al modelo adoptado en los últimos años pero con un punto en su favor, la tan comentada nueva definición de antisemitismo, que limitará las actuaciones y declaraciones de los partidos políticos y organizaciones ”propalestina”.

Así pues, la propaganda israelí (conocida en hebreo como hasbara) ni siquiera intenta discutir el BDS. No obstante existen organizaciones como ACOM que mediante la justicia se dedica a tumbar mociones antisemitas de socialistas y comunistas en España (un total  79) y otros nuevos procesos contra intolerantes como fue el caso de Isabel Peralta.

La estrategia israelí fundamentada en la hasbara continuará proyectando, a escala internacional y por ende en España, la imagen de un país normalizado, desarrollado y civilizado, siendo la cultura, junto con la Universidad y la ciencia, uno de sus canales predilectos. Aumentarán sus esfuerzos en conquistar espacios en eventos culturales, festivales (el tan atacado pinkwhasing y turismo gay), productoras organizaciones profesionales y medios de comunicación5.

 Un agente de seguridad israelí inspecciona los daños en una casa de Yehud, cerca de Tel Aviv, el 12 de mayo de 2021, tras el lanzamiento de cohetes hacia Israel desde la Franja de Gaza, controlada por el grupo militante palestino Hamás AFP/GIL COHEN-MAGEN

Difícilmente las consolidadas relaciones diplomáticas establecidas desde 19866 se verán afectadas, principalmente debido a la diversa y creciente cooperación económica entre ambos países. Hay muchas empresas israelíes establecidas en España y numerosas sociedades de capital común (joint ventures) que operan sobre todo en los campos de agricultura, químicos, energías renovables, telecomunicaciones, software, equipamiento médico y farmacia. Además de que estas relaciones económicas son engrasadas por institucione como la Cámara de Comercio e Industria España-Israel y su rama catalana, el Centro Sedarad-Israel y las oficinas comerciales de las embajadas respectivas. 

Por si fuera poco, España e Israel tienen una relación creciente en tecnología y armamento desde que en 2010 se firmara un memorando de entendimiento de cooperación militar.  Todo ello sin olvidar la fuerte inversión española en Israel a través de empresas: como Sacyr, Dragados, Renfe, Adif, Solaer, Abengoa, Izizar, Seat, Cremades ¬ Calvo Sotelo, Inditex, y el turismo.

Jacobo Salvador Micó Faus, investigador sobre antisemitismo y analista en terrorismo internacional.

Referencias Bibliográficas 
  1. Timermans, A. (2015). ¿Podemos? Madrid, España: ultimalínea
  2.   Gómez, L. (2014). BDS por Palestina. Madrid, España: Ediciones del oriente y mediterráneo.
  3.   Errejón Galván, I. (22-02-2021 a las 16:46). Pregunta Escrita IHRA. Madrid, España: Congreso de los Diputados Secretaria General.
  4.   Klenicka, L. (2018). Fundamentos Metafísicos del antisemitismo, Zaragoza, España: Certeza Riopiedras
  5.   Gómez, L. (2014). BDS por Palestina…op.cit.,
  6. Lisbona, J. A. (2002). España e Israel, Historia de unas relaciones secretas. Madrid, España: Temas` de hoy.

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