Opinión

2022 será de resiliencia

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Siempre que inicia un nuevo año lo hace con cierta dosis de incertidumbre, nadie tiene una bola de cristal para advertir de los peligros por venir, porque fundamentalmente lo más negativo es lo que siempre preocupa porque la gente esencialmente quiere prevenir. 

Toda toma de decisiones requiere además moverse en el terreno más certero posible, se trata de correr el menor riesgo empero no siempre es posible y esta pandemia ha hecho más complicado el panorama.

El año 2020 fue un año que prácticamente se nos fue en blanco, ese calendario se llenó de tachones de todo lo que no pudimos hacer, ni en lo personal, ni en lo profesional.  Simplemente hubo una multitud de eventos cancelados desde graduaciones, bodas, bautizos, primeras comuniones y hasta muchos funerales tampoco pudieron celebrarse de la forma habitual.

El año pasado, con el avance de las vacunaciones antiCOVID, sobre todo de cara al verano, la gente retomó sus eventos pospuestos con menos aforo y con muchas restricciones. Pero es verdad que hubo un cierto sentimiento de vuelta a la normalidad.

Sin embargo, no solo Delta sino la presencia de Ómicron volvió a estrellarnos contra nuestra actual realidad: seguimos dependiendo del avance de la pandemia tan llena de contradicciones como desde el principio mismo en que fue declarada así por la OMS: el 14 de marzo de 2020.

¿Cómo será 2022?  La respuesta es sencilla porque significa que seguiremos orbitando alrededor del coronavirus, muy pendientes de su expansión, de su grado de letalidad, de su capacidad de contagio ante las vacunas existentes. 

En esa medida nuestra toma de decisiones estará muy al tanto de las decisiones que a nivel gubernamental sean ejecutadas para frenar los contagios y las reinfecciones. 

No me aventuraría todavía a hacer un plan de viaje al extranjero para dentro de nueve meses, hay planes que antes hacíamos con esa temporalidad, pero que en este momento es mejor trasladar para el corto plazo y decidir más bien con días próximos a la disponibilidad para viajar. 

Hay sectores que estarán atados a esta evolución tal y como lo hemos visto en los últimos meses: desde el ocio nocturno, la hostelería y por su parte el turismo.

Hasta este momento, Madrid sigue conservando la realización de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) del 19 al 23 de enero y lo hace a pesar de que España está teniendo más de 2.295 casos de contagio por cada 100.000 habitantes. 

En cambio, Alemania ha cancelado la feria de turismo ITB, lo ha hecho por tercer año consecutivo y es una feria muy relevante para el sector mundial; solo mantendrá un formato online que no es lo mismo. 

A colación

Resiliencia es y seguirá siendo la palabra. Esta pandemia nos está obligando a conocernos a nosotros mismos, a readaptarnos, a reinventarnos y a vivir de otra manera.

La incertidumbre continuará, nunca como ahora es menester planear de corto plazo, pero también hay que ver las oportunidades y aprovecharlas… allá en donde un negocio cierra o un subsector empieza a desplazarse por otro, allí hay una oportunidad. 

Para invertir dinero debe hacerse con prudencia, son tiempos para ahorrar, para encontrar el sitio en el que se quiere vivir; los desplazamientos de estos últimos meses dan cuenta de unos flujos de personas que están dejando las urbes para refugiarse en ciudades más pequeñas y no son pocos los aventureros dispuestos a repoblar los pueblos olvidados. El sector inmobiliario de primera y de segunda mano está viviendo su particular auge fruto de esa movilidad. 

Apreciado lector, mi mayor consejo para este nuevo año es que sea prudente y precavido –como la hormiguita de la fábula que gracias a su capacidad previsora solía pasar mejor los inviernos– porque así estará más protegido. Para ganar esta guerra biológica todavía nos queda tiempo y necesitaremos ciencia, paciencia y resiliencia para salir victoriosos. La noticia más esperada por todos en 2022:  vacunas de una segunda generación capaces de cortar la transmisión del coronavirus y más eficaces y eficientes en su duración protectora. No hay que bajar la guardia…