Amnistía Internacional y el BDS: apartheid israelí, una errónea comparación

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A principios de febrero de este 2022 Amnistía Internacional (AI) ha declarado a Israel como un “Estado Apartheid” justificándolo en base a un supuesto trato discriminatorio a la población palestina, la cual, según los mismos, se encuentra sometida a un sistema opresión y de dominación1.

No obstante, el informe, que consta de 182 páginas, parece presentar diferentes deficiencias al caer en el denominador común de utilizar la comparativa y la analogía como arma arrojadiza para solucionar un problema con más de 70 años de historia, lo que a su vez ha originado que Tierra Santa lleve 75 años siendo uno de los lugares más inestables del mundo.

Tal comparativa parece ser un arma de doble filo contra la población palestina, como ya hemos visto, tales tácticas ya han fracasado con anterioridad. Movimientos activistas como el Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), el cual ha utilizado también dicha comparativa para cumplir con su estrategia, no solo ha pinchado en vacío, sino que ha actuado en detrimento a una solución entre Estados, algo a lo que apunta la nueva iniciativa de AI.

El hecho de hacer acusaciones tales como: “Confiscaciones masivas de tierras y propiedades palestinas, homicidios ilegítimos, traslados forzosos, restricciones a la circulación y negación de la nacionalidad y la ciudadanía son elementos de un sistema que, según el derecho internacional, equivale a apartheid (...) con violaciones de derechos que, constituyen un crimen de lesa humanidad, según la definición del Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional (TPI)”, solicitar al TPI que incluya el delito de apartheid en sus investigaciones e instar a los Estados que ejerzan la jurisdicción universal para juzgar a Estado de Israel son un grave error.

La estrategia no es clara y la táctica es errónea. En este caso, acudir de nuevo a la comparativa, y en base a lo recogido por Sun Tzu en el mejor libro de estrategia de todos los tiempos, tal declaración supone un despropósito. Sun Tzu decía: "La estrategia sin tácticas es la ruta más lenta hacia la victoria. Las tácticas sin estrategia son el ruido antes de la derrota"2,  tal declaración de AI fracasará como ya lo ha hecho el BDS al comparar el apartheid sudafricano con el conflicto palestino-israelí. Primero, porque se desconoce qué es lo que realmente se pretende (estrategia) y, segundo, porque emplear la táctica por analogía tampoco es lo idóneo visto lo visto.

La comparativa del BDS

Entre los motivos por los que el movimiento BDS falló al hacer tal comparativa y pretender declarar a Israel como Estado de apartheid fueron su dudosa analogía sudafricana.

Según expertos en la materia como Norman Chomsky3, el BDS falla en su arquetipo al pretender instalar un modelo activista como el sudafricano. El caso de Sudáfrica fue desarrollado un contexto totalmente diferente, es por ello por lo que un intento de reproducción de este supone una utopía que puede incrementar el sentimiento de irritación y desesperación de una sociedad palestina falsamente ilusionada.

Sanciones previas

“Tomemos la analogía sudafricana, constantemente citada en este contexto. Es muy dudoso. Hay una razón por la cual las tácticas de BDS se usaron durante décadas contra Sudáfrica, mientras que la campaña actual contra Israel se limita al Boicot y la Desinversión: en el primer caso, el activismo había creado una oposición internacional tan abrumadora al apartheid que los Estados individuales y la ONU habían impuesto sanciones décadas antes del 1980, cuando las tácticas de BDS comenzaron a usarse ampliamente en los Estados Unidos. Para entonces, el Congreso legislaba sanciones y anulaba los vetos de Reagan sobre el tema”4.  Por ello, tales declaraciones en busca de sanciones contra el Estado de Israel parecen un sinsentido.

Desinversión preliminar

En adición a estas sanciones, en 1960 ya se había comenzado un proceso de desinversión que desquebrajó la economía. Por el contrario, la inversión estadounidense y nuevas potencias están fluyendo hacia Israel. “Los portavoces del movimiento BDS pueden creer que han alcanzado su momento sudafricano, pero eso está lejos de ser exacto. Y para que las tácticas sean efectivas, deben basarse en una evaluación realista de las circunstancias reales”5.

Una Israel independiente

Israel no evidencia una dependencia de la población palestina como ocurría en Sudáfrica donde los nacionalistas blancos necesitaban a la población negra. La población palestina no es la fuerza laboral del país; sin embargo, los bantustanes sí lo eran y por ello el Gobierno nacionalista dedicó recursos para sostener y buscar internacionalmente su reconocimiento. En contraposición, Israel pretende establecer unos límites con la sociedad palestina. Caminar hacia un modelo sudafricano es caminar a un contexto donde las condiciones eran tierra fértil para tales resultados, sin embargo, para los palestinos, tal activismo supone una esterilización innecesaria.

El héroe cubano

Cuba fue decisiva en Sudáfrica, el fin del apartheid y en la liberación del África negra en general no habría sido posible sin tan “Salvador”. Las fuerzas cubanas tuvieron la capacidad de expulsar a los agresores sudafricanos de Angola; fueron un factor clave para liberar a Namibia de su brutal control; y dejaron muy claro al régimen del apartheid que su sueño de imponer su dominio sobre Sudáfrica y la región se estaba convirtiendo en una pesadilla. En palabras de Mandela, las fuerzas cubanas fueron un factor clave para destruir el mito de la invencibilidad del opresor blanco, fue el punto de inflexión para la liberación del continente africano y de una Sudáfrica flagelo del apartheid6.

El poderío cubano aportó 70.000 trabajadores humanitarios altamente calificados, becas en Cuba para miles de africanos, inversión social entre otras tantas. Los palestinos han podido esperar tal heroicidad ni el BDS prometerla.

La comparativa de AI

Así pues, de modo similar y como explica detenidamente el experto en Relaciones Internacionales y Medio Oriente, Alberto Priego7,  la comparativa entre la Sudáfrica racista y el actual Estado de Israel no pueden ser más desafortunadas ya que las situaciones no son comparables.

Democracia

Aunque el Doctor se explaya más en analizar, explicar y demostrar dicha afirmación. Las principales causas por las que establecer tal analogía es un error de bulto, es por simple hecho de que Israel es un Estado democrático, (desde sus origines) mientras la Sudáfrica racista no lo fue.

Marginación social

Además, cabe destacar que la marginación social a la que se encuentra sometida la población palestina no sería comparable con la sufrida en Sudáfrica. “El 21% de blancos marginaba al 70% de población negra que vivía en el país. En Israel, el 21% de la población que es árabe tiene absoluta libertad para moverse por el país y los matrimonios mixtos son una realidad diaria”8.

Derechos políticos de los palestinos

Otro factor que impide tal comparativa es el tema relativo a los derechos políticos de los palestinos. Desde 1948 han existido diputados árabes, así como en la actualidad ocupan cargos ministeriales e incluso existen partidos islamistas vinculados a los Hermanos Musulmanes que forman parte de la coalición gubernamental.

Tutela judicial

Por último y para concluir con rotundidad, aunque existen otras circunstancias no menos importantes, no debemos olvidar que en Israel existe una tutela judicial contra las violaciones de derechos humanos que impide que tales acciones queden impunes, mientras en la Sudáfrica racista no existía.

El filósofo Heráclito nos iluminó con una gran cita que decía: “No te bañarás dos veces en el mismo río”, de tal modo, hablar de apartheid en Israel, supone pretender que el agua no circule y ceñirnos a un contexto y circunstancias que no permitirán dar con una solución al conflicto.

Jacobo Salvador Micó Faus, criminólogo, analista en Terrorismo e investigador en Antisemitismo

Referencias:

1 Juan Carlos Sanz, “Amnistía Internacional declara a Israel Estado de “Apartheid”", El País, (1 de febrero de 2022): https://elpais.com/internacional/2022-02-01/amnistia-internacional-califica-a-israel-de-estado-de-apartheid.html

2 José Ramón Ayllón. El arte de la guerra. Sun Tzú (Madrid: Ediciones Martínez Roca, 2014).

3 Norman Chomsky, “On Israel-Palestine and BDS, The Nation, (2014): https://www.thenation.com/article/archive/israel-palestine-and-bds/

4 Ibidem

5 Ibidem

6 Nelson Mandela, “África tiene una gran deuda con cuba”, El viejo topo, (2018): https://www.elviejotopo.com/topoexpress/discurso-de-nelson-mandelael-26-de-julio-de-1991/

7 Alberto Priego, “Por qué Israel no es un “Estado Apartheid”, Vozpópuli, (5 de febrero de 2022): https://www.vozpopuli.com/

8 Ibidem.

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