Canarias y el Sáhara Occidental: divergencias sobre la causa saharaui

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El simbolismo que el conflicto sobre el futuro del Sáhara Occidental tiene en Canarias quedó de manifiesto este mes con la celebración de la I Conferencia Internacional por la Paz y la Seguridad del Sáhara Occidental en Las Palmas de Gran Canaria los días 22 y 23 de septiembre. La conferencia fue relevante no sólo por quién la organizó, sino también porque entre los ponentes había un expresidente del Gobierno y dos exministros, los tres del grupo político que actualmente domina España. El organizador de la conferencia, el Movimiento Saharaui por la Paz (MSP), fundado en el 2020, organización formada por antiguos dirigentes del Frente Polisario que aboga por buscar una solución pacífica al conflicto del Sáhara más allá de -según ellos- la postura conflictiva del Polisario. Para el Polisario y sus aliados en Canarias el MSP es una marioneta de Marruecos y no es el legítimo representante del Polisario. La existencia de dos movimientos con una raíz común, pero divergentes en sus propuestas para resolver el conflicto, además del simbolismo de haber celebrado la conferencia en Canarias, exigen un análisis de las posturas de ambas partes. 

Como expliqué en un artículo previo, el vínculo de Canarias con la causa saharaui está determinado por la cercanía de las islas Canarias al Sáhara y por los vínculos personales, que en muchos casos se transformaron en políticos con todo lo que ocurre allí. Como resultado, la causa del Frente Polisario, la independencia del Sáhara Occidental por la fuerza tiene mucho eco, siendo Las Palmas de Gran Canaria la ciudad donde más simpatías despierta el Polisario. Es muy probable que tal influencia explicara la decisión del MSP de acoger su conferencia en esta ciudad, como una manera de enseñarle a la sociedad canaria que existen alternativas políticas al conflicto más allá del Polisario. En este aspecto, el contar en el panel de oradores con un expresidente del Gobierno, exministros, periodistas y analistas probablemente sirviera para reforzar el perfil político de la formación, demostrando que su postura de llegar a una solución pactada del conflicto cuenta con el apoyo de relevantes figuras de la sociedad civil española. Pero también es un arma de doble filo, pues los participantes políticos pertenecen al Partido Socialista, al cual pertenece el presidente, responsable del cambio de postura de España con el Sáhara Occidental, decisión criticada en Canarias como una traición a la causa saharaui. Una representación política más variada, con políticos de todo el arco político nacional y canario, probablemente hubiera contribuido a demostrar que la propuesta del MSP cuenta con la simpatía de todo el arco político español. De esta manera se disiparían las acusaciones de sus rivales de servir de pantalla a los servicios secretos marroquíes y de sólo servir a los intereses socialistas de estrechar los lazos con Marruecos. El último punto es relevante, pues el año que viene España tiene elecciones autonómicas y nacionales donde pueden llegar al poder grupos políticos opuestos a la decisión de revertir la posición española sobre el Sáhara Occidental, algo que podría perjudicar la postura del MSP, que podría ser acusado de colaboracionismo con Marruecos.

Para el Polisario y sus amigos en Canarias, la existencia del MSP supone un desafío a su narrativa de ser el único representante legítimo de la causa saharaui. El hecho de que el movimiento esté fundado por antiguos dirigentes del Polisario, críticos con lo que a sus ojos es el totalitarismo del Polisario a la hora de resolver el conflicto del Sáhara, además de los apoyos políticos que ha conseguido reunir en su breve existencia –el MSP se fundó en abril del 2020- muy probablemente resulte en dudas respecto a la eficacia del Polisario a la hora de defender los intereses saharauis y su cuestionamiento de la eficacia de sus apoyos en Canarias. Un ejemplo significativo de la probable debilidad del Polisario y sus aliados canarios es el hecho de que no se haya celebrado una contracumbre para rivalizar con la del MSP, con la presencia de figuras políticas de nivel, como en la del MSP. Los simpatizantes del Polisario en Canarias se limitaron a lanzar una rueda de prensa la víspera de la cumbre del MSP, donde acusaron al MSP de ser una tapadera de Marruecos y acusaron a los líderes socialistas que iban a hablar de blanquear a Marruecos. Tal gesto puede interpretarse como un signo de la debilidad política de la causa del Polisario en Canarias en una ciudad e isla donde se supone que cuenta con el mayor apoyo, indicando que la causa del Polisario no es tan fuerte como aparenta en Canarias.

En conclusión, el conflicto del Sáhara Occidental y su significado especial en Canarias quedó de manifiesto este mes con la celebración de la I Conferencia Internacional por la Paz y la Seguridad del Sáhara Occidental del MSP.

El MSP es una formación fundada por antiguos líderes del Polisario, críticos con su conducta del conflicto del Sáhara Occidental, abogando por una solución pactada al conflicto. La presencia en su cumbre de un expresidente del Gobierno y dos ministros socialistas, indicativos del apoyo que su propuesta tiene en España, también podría ser visto como una traición a la causa saharaui. Para el Polisario, la existencia de un movimiento que defiende la causa saharaui cuestiona su eficacia como el único representante legítimo del pueblo saharaui, especialmente sus apoyos políticos en España. El hecho de que no reaccionasen a través de una contracumbre o una manifestación probablemente indique que la causa del Polisario es más débil de lo que aparenta en Canarias. 

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