Ceuta desnuda a Marruecos y España

Marruecos niega contactos con España y advierte sobre el peligro de ruptura

Un niño de unos 13 años tirado por el suelo, las manos temblorosas, la cara cubierta de arena del mar y a su lado una trabajadora de la Cruz Roja intentando reanimarle. A pocos pasoso de esta escena unos 7 jóvenes tirados pidiendo agua, en frente de esta escena, decenas de personas, niños, jóvenes y mujeres, en medio del mar mediterráneo luchando para llegar a la orilla, entre ellos un padre que lleve en sus brazos a un niño de apenas unos meses. No estamos cubriendo una ola de refugiados de guerra sirios entre 2015 y 2017 y tampoco la de Yemen que vive una guerra diaria y una hambruna estructural, ni siquiera estamos grabando las costas del fallido estado libio. Estamos contando solo un fragmento del episodio que pasó la noche del domingo y el lunes en la frontera de Ceuta con Marruecos. Si, con Marruecos el país que se presenta oficialmente como el país más estable de la zona, el país considerado el socio de Europa y un ejemplo de desarrollo económico en toda áfrica. Sin embargo, solo unas horas entre el domingo y el lunes han sido capaces de derrumbar esta imagen, al menos en los medios de comunicación y sustituirla por un Marruecos pobre, sin futuro, represivo y que utiliza el chantaje.

Marruecos de dos caras

En el país vecino, conviven dos clases sociales muy bien separados, aquellos que diseñan un país para venderlo al exterior, los segundos son aquellos que sufren las verdaderas políticas de los primeros.

De un lado tenemos un Marruecos de las grandes hazañas, Marruecos del Tren de alta velocidad, del proyecto de marruecos verde, del puerto más grande del mediterráneo, el gran productor de energía solar y uno de los líderes en la energía verde y no por último el ejemplo para seguir en la gestión de la pandemia.

Sin embargo, detrás de este Marruecos que se presenta en los medios de comunicación, está lo que llamamos el Marruecos profundo, formado por la mayoría de los casi 40 millones de habitantes. Las cifras hablan por sí solas. El último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en colaboración con el Centro de Investigaciones Económicas de la Universidad de Oxford en Inglaterra sobre el Índice Global de Pobreza Multidimensional para el año 2019, sitúa la intensidad de la privación de los marroquíes en un 45,7%. El informe que destaca dónde se ubica la pobreza en Marruecos según varios indicadores, en particular el acceso a la electricidad, la alimentación, el agua, el saneamiento, la educación o incluso la vivienda, herramientas de medida del progreso en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), estima que el porcentaje de la población marroquí que vive en condiciones de pobreza multidimensional «severa» alcanza el 6,5%.

Mientras que en Marruecos la intensidad de la privación de las personas sin acceso a las necesidades básicas y necesarias, el porcentaje alcanza el 38,8% y el 39,7% en Túnez.

En el Marruecos de los megaproyectos y según la UNESCO forma parte de los «25 países menos desarrollados en materia de educación».

En el corazón de la máquina desigual se encuentra, en particular, el sistema educativo. «Un sistema inclusivo e igualitario reduciría las disparidades sociales y borraría en parte las diferencias vinculadas al lugar de origen», recuerda el informe de OXFAM.

Según el informe el sistema educativo de Marruecos está fallando en gran medida. La duración media de la escolarización es de 4,4 años, dos años menos que el promedio de los países árabes.

El Marruecos que se presenta como un ejemplo a seguir en la gestión de la pandemia aún tiene que mejorar sus servicios de salud pública. Esto es lo que revela un estudio realizado por la revista médica británica The Lancet que lo dejo en muy mal lugar a nivel mundial, ya que, de 195 países evaluados por el estudio, el reino ocupó el puesto 133. En este ranking, Marruecos está precedido por países como Corea del Norte, Túnez (89º) o Libia (90º).

Además, la pérdida de puestos de trabajo para se estima en 1,25 millones de puestos de trabajo.

La lección de Ceuta

Ante todo, lo que paso en Ceuta refleja un descontento de la mayoría de los marroquíes con la situación social, económica y política que vive el país vecino y también es un mensaje claro de las autoridades de Marruecos que dice “no solo somos socios en guardar y vigilar vuestras fronteras, sino tenemos que ser socios también en temas políticos de gran interés como el tema del Sáhara occidental”.

El mensaje de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Layen, sobre los hechos de Ceuta refleja que Europa carece de políticas claras en temas de inmigración.

Europa tiene casi a toda África enjaulada y sin salida y su única solución es pagar gendarmes de otros países para frenar la inmigración de cientos de miles que huyen de países como Marruecos o otros peores, mientras se dedica a sacar sus recursos naturales y a apoyar a sus dictaduras.

El mensaje de las autoridades marroquíes tal y como lo tenemos que descifrar, es un “Hasta cuando seguiremos haciendo de vigilantes por vuestro interés y al mismo tiempo aceptar vuestro ego y sentimiento de superioridad"

Si Marruecos se ha equivocado en dejar a sus niños, jóvenes y mujeres cruzar la valla hacia Ceuta, demostrando lo pobre que es, España se ha equivocado dos veces aceptando al líder del Polisario primer enemigo de Rabat y no valorando el papel de los que vigilan las fronteras sur de Europa. A España le toca revisar su verdadera relación con Marruecos dejando los prejuicios históricos y su mirada superior. Toca tratando a Rabat como igual a igual.

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