Crónica de una invasión anunciada

Marruecos España

Al principio era sólo una pequeña horda de niños y luego las filas crecieron, en grupos de 20 y luego de 30. Ha habido miles de migrantes marroquíes que llegan a España en un solo día. 6.000, según las autoridades españolas en la noche del 17 de mayo. La mayoría de ellos llegan desde Fnideq. 

La perla del norte marroquí, cuyos encantos son constantemente alabados por los operadores turísticos, se ha convertido en un auténtico infierno para sus habitantes, que sólo tienen un pensamiento en mente: abandonarla. Es desgarrador escuchar los testimonios de los que se van o de los que quieren irse, el más joven tiene 8 años.  

Hoy Fnideq se asfixia como otras ciudades del norte de Marruecos, que vivían principalmente del comercio de contrabando con los enclaves españoles de Ceuta y Melilla.  

Todo el comercio en el puesto de Bab Sebta se detuvo en 2019 y el puesto fronterizo de Melilla está cerrado desde 2018. Miles de familias se han encontrado, de facto, sin recursos y la miseria no ha hecho más que crecer, agravada por la crisis sanitaria internacional. 

Desde hace varios meses, manifestaciones y enfrentamientos sacuden la región para denunciar la precariedad y el desempleo que se han convertido en un mal endémico de la región. 

Y a menos de 3 kilómetros se encuentra Ceuta, y el sueño de una vida mejor surge para muchas personas. En una acción espontánea que luego se organizó, jóvenes desesperados intentaron la aventura. Si, por desgracia, nos hemos acostumbrado a ver a los jóvenes abandonar su país a bordo de barcos de la desgracia, hoy son las mujeres con sus hijos las que se han lanzado literalmente al agua. Las imágenes de los bebés rescatados por la Guardia Civil española han conmocionado a la opinión pública marroquí y muestran la magnitud de la crisis. 
Nadie había imaginado tal desesperación. Familias enteras, por miles, abandonan Fnideq en un éxodo espectacular. 

Las autoridades marroquíes no han impedido este flujo migratorio hacia España y rápidamente se ha establecido el vínculo con la crisis política entre ambos países. 

Desde hace varias semanas, Marruecos ha sido fulminante tras la hospitalización en España del líder del Polisario, Brahim Ghali, buscado activamente por Rabat y acusado de múltiples delitos. España ha alegado los principios del humanismo en este caso, lo que está lejos de convencer a Marruecos. 

En esta disputa entre vecinos, casi se olvida el origen del problema: la gran miseria que reina en las regiones del norte. Los pueblos de ambos lados de la frontera se consideran los olvidados de sus respectivos Gobiernos. 

El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, que acudió al lugar de los hechos fue recibido con insultos. Ceuta también está asfixiada tras el cierre de las fronteras con Marruecos. Crisis económica, inseguridad, el pequeño enclave de menos de 85.000 almas sufre múltiples males.  Los barrios periféricos de la ciudad se han convertido en auténticos guetos, como el tristemente célebre El Príncipe, conocido por sus guerras de bandas, pero también por los yihadistas que se han unido a las filas de Daesh en Siria e Irak. 

La Policía española tiene, además, muchas dificultades para poner orden en estos barrios en los que prolifera todo tipo de comercio ilegal.  

Europa acudió rápidamente al rescate de España. Bruselas no quiere que la crisis política entre los dos países vecinos se convierta en una crisis migratoria. Si Marruecos tiene la posibilidad de abrir las compuertas de la migración, la UE advierte: "Ceuta es Europa, esta frontera es una frontera europea y lo que está ocurriendo allí no es un problema de Madrid, es un problema de todos los europeos", dijo el Sr. Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea. 

Al día siguiente de su llegada, España ya había expulsado a casi la mitad de los migrantes. Pero más de mil menores siguen en su suelo y no pueden ser expulsados según la legislación española.

Tras esta impresionante travesía, se organizó otra salida masiva por el lado de Melilla. Las autoridades marroquíes afirman haber bloqueado a casi 3.000 personas, pero 86 migrantes consiguieron cruzar la frontera. El martes por la noche, otro acontecimiento exacerbó las tensiones. Dos marroquíes con heridas de bala fueron trasladados al hospital de Tetuán y afirman haber sido disparados con munición real por la policía española...

A pesar de los daños colaterales, la crisis política entre Marruecos y España acabará por remitir, dados los intereses comunes entre ambos países, pero es probable que la crisis económica y migratoria tome nuevos derroteros.

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