Opinión

Dajla y la convivencia en Marruecos

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En estos tiempos tan convulsos en el mundo, con mucha tensión acumulada y con unos dirigentes políticos puestos a prueba por el agresor ruso en Ucrania, resulta un gran alivio que personas de distintas culturas, religiones diferentes y países diversos sean capaces de convivir, debatir, analizar, compartir ideas y experiencias con tranquilidad y tolerancia. Dajla es la capital de las consideradas provincias del sur de Marruecos y ha sido el lugar elegido por URI MENA, el United Religions Iniciative- Middle East and Nothern Africa, para congregar a más de 30 personas procedentes de Israel, Palestina, Jordania, Yemen, Polonia, Bulgaria, Bosnia, Kurdistán iraquí, Estados Unidos, Marruecos, Túnez y Egipto en una Asamblea Anual dedicada a la prevención del extremismo violento por el diálogo interreligioso. Entre las conclusiones más relevantes podemos destacar que Marruecos es un ejemplo de convivencia entre musulmanes y judíos. 

El director del Centro para el Diálogo Interreligioso Juan Pablo II y miembro de la URI, Peter Dziedric, quien se ha dedicado al estudio cultural del mundo islámico, señala que Marruecos está tomando un papel trascendental en la lucha contra el terrorismo a través de la educación religiosa de una forma pacífica y explica cómo el Reino está siendo un símbolo de convivencia entre la cultura islámica y hebrea.

Convivencia entre musulmanes y judíos

Oficialmente, Marruecos estableció relaciones diplomáticas con Israel en 2020, con el impulso que supuso el famoso tuit de Donald Trump reconociendo la soberanía marroquí en el Sáhara. Pero las buenas relaciones entre marroquíes e israelíes, entre los sufistas alauitas y los judíos datan de muchos años atrás y se pudieron constatar con la decisión del rey Mohamed VI de restaurar varias sinagogas en Marruecos y con la influencia de destacados miembros de la comunidad judía y sefardí como el actual asesor del Rey, André Azoulay.

Dziedric explica que la cultura espiritual y religiosa de Marruecos respecto al judaísmo representa una mejora de las relaciones con Israel y la diáspora judía junto con el fomento de la interculturalidad que permite trabajar con el objetivo de prevenir el extremismo y el yihadismo y beneficiar el turismo. Definir la cultura sufí alejada de la violencia en Marruecos representa un camino muy interesante en el islam para alcanzar la paz e involucrar a los jóvenes creando una cultura de la no violencia. Concluye que Marruecos es probablemente el líder en la preservación y en la promoción de la narrativa sufí en el islam para combatir el extremismo.

Acuerdos de Abraham

Hoy en día, Marruecos se ha incorporado plenamente a la extraordinaria dinámica de entendimiento, colaboración y estabilidad surgida tras la firma de los Acuerdos de Abraham entre Israel y Emiratos Árabes Unidos y Bahréin. Un entendimiento posible entre árabes e israelíes, al que podría sumarse próximamente Arabia Saudí, y que supera ampliamente el objetivo de plantar cara al expansionismo agresivo de los ayatolás iraníes y está resultando de una gran utilidad para los ciudadanos, para las sociedades de estos países porque la puesta en práctica de los puntos de los acuerdos afecta positivamente a todos los sectores. Desde la colaboración financiera y bancaria, la investigación científica, la educación y la sanidad, los intercambios culturales, académicos y universitarios, el turismo, las nuevas tecnologías y la digitalización y otros muchos aspectos que influyen positivamente en la vida diaria de los ciudadanos de estos países. Los Acuerdos de Abraham ofrecen posibilidades tan útiles para la convivencia y el entendimiento como el diálogo interreligioso, la estabilidad política y una amplia cooperación en materia de seguridad y de lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.

Palestinos e israelíes

En el marco de la Asamblea Anual de URI MENA, el relato de personas azotadas por la lacra del terrorismo con capacidad de perdón y de afrontar su nueva y lastrada vida impactaba tanto por el tono vital de las intervenciones como por la filosofía de superación de las profundas heridas causadas por la explosión de una bomba que siega las piernas de un hijo, o las cuchilladas cobardes de un fanático abducido por los doctrinarios terroristas que manejan en su beneficio voluntades débiles y manipulables. En ese marco, el diálogo entre una palestina y un israelí despierta un enorme interés por la capacidad de intercambiar puntos de vista muy alejados, pero con un tono de respeto y de ánimo conciliador que muchos desearíamos para los dirigentes políticos. Todo un ejemplo de cómo la clave para afrontar una disminución esencial del extremismo violento y terrorista es la educación de los niños, tanto en el seno de la familia como en las escuelas. Todo un reto de cualquier sociedad que se precie y que sea consciente de la enorme necesidad de cultivar principios y valores en paz, en libertad, en democracia y con el respeto irrenunciable del Estado de derecho y de sus leyes.