Opinión

De Biden a Draghi 

photo_camera Javier Fernández Arribas 

Una de las grandes amenazas para la estabilidad internacional, y de cada uno de los países que lo sufre, es el populismo que ha extendido una enorme y dañina influencia. Los efectos se incrementaron a niveles muy graves con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. La perversión del sistema en beneficio personal de un supuesto líder que llega a la política utilizando los mecanismos democráticos del sistema para después instalarse a sus anchas y manipular el poder en su propio beneficio. Es cierto que antes de que Trump alcanzara la Presidencia de los Estados Unidos otros personajes demagogos y de muy dudosa catadura moral habían logrado engatusar a buena parte de la población de su país con promesas jugosas pero inviables de cumplir y con los mensajes adecuados del momento, sin importar principios y valores básicos para la convivencia y el sistema democrático. Uno de esos personajes fue el peculiar empresario Silvio Berlusconi en Italia con tres periodos como presidente del Consejo de Ministros en 1994-1995; de 2001 a 2006; y de 2008 a 2011. Presidente del Milán C.F, y del emporio mediático Mediaset como plataformas para lanzar sus mensajes y conseguir los votos de una parte de la sociedad asqueada por la ineficacia y por la corrupción de los partidos tradicionales.

El camino recorrido por Italia hasta hoy en día está lleno de peligrosos populistas y nacionalistas que, como Salvini, todavía aspiran a recuperar el poder. De momento, hay una solución técnica con Mario Draghi para afrontar la grave situación que vive Italia, cuyas dimensiones ha obligado a casi todos a mostrar su apoyo a esta salida que nadie duda tiene una duración más que prevista y terminará con la celebración de elecciones. En Estados Unidos, los ciudadanos se movilizaron en masa, más de 81 millones de votantes para respaldar al demócrata Joe Biden, y evitar que Donald Trump con más de 74 millones de votos continuara en la Casa Blanca. Las alertas del sistema, la necesidad de recuperar los principios y valores del sistema, los contrapesos, el papel de los medios de comunicación frente a unas redes sociales salvajes, el diálogo y el multilateralismo en las relaciones internacionales, tanto políticas como comerciales y sociales, y el enorme crecimiento de la desigualdad como amenaza letal para la paz y la estabilidad fueron elementos clave para un cambio de rumbo en la principal potencia mundial como son los Estados Unidos con un presidente como Joe Biden, con un comportamiento educado pero defendiendo los intereses con firmeza. En Italia, Mario Draghi llega como salvador del euro con un trabajo fundamental para la Unión Europea a intentar un país tan complicado como Italia. Se va imponiendo el sentido común.