Destrozar el Régimen
De todas las semanas de este 2020 –el peor año de nuestras vidas- sin duda ésta ha sido la peor de las peores. El pasado jueves, el Congreso de los Diputados, con 177 votos, daba vía libre a la octava Ley de la Educación en democracia -(la Lomloe)- más conocida como Ley Celaá. Sin acuerdo y sin escuchar a los agentes sociales. Una imposición autoritaria firmada por el PSOE, ERC, PNV, Bildu y Compromís. De un plumazo, se suprime que el español sea la lengua vehicular en la enseñanza, se destierra la libertad de elección de los padres a elegir el tipo de educación para sus hijos, se consagra que se pueda pasar de curso y obtener el bachillerato con asignaturas pendientes, -adiós al esfuerzo y a la excelencia´-; se suprimen las Reválidas y los inspectores serán nombrados a dedo-. Se condena a una muerte lenta a la escuela concertada y se eliminará en una década la educación especial para los niños discapacitados. (36.000 familias afectadas).
Es el mayor atentado político a la Constitución Española, a la igualdad de oportunidades y a la libertad. En plena pandemia, donde lo importante es sobrevivir y no perder el empleo, las manifestaciones naranjas en la calle no pararán tamaña y criminal injusticia.
¡Este es el progresismo de Pedro Sánchez que al igual que la ministra, como burgueses y ricos, estudiaron en colegios privados! Es la impostura de los nuevos inquisidores social-comunistas que pagan un precio excesivo para sacar adelante unos Presupuestos Generales que les permitan seguir mandando hasta el años 2030… ¡y más allá! El Ejecutivo fractura intencionadamente España para conservar las listas del hambre y el control de los nuevos esclavos sin educación ni porvenir: los ignorantes del mañana. El comunismo es la mayor factoría de pobres desde 1917. Y Pedro, Pablo e Iván lo saben. La ignorancia es la nueva religión de la izquierda más corrupta de este siglo.
Tras el éxito del gobierno, Arkaitz Rodríguez de EH Bildu sentenció siguiendo a Otegui: “Vamos a Madrid a tumbar definitivamente el régimen”. La amenaza no puede ser más clara. Y la oposición tocando el violonchelo Conecta con las pretensiones de ERC, Pedecatos, PSC y PSOE (Partido Sanchista; ya no queda nada de Obrero ni de Español) y con el pivote de toda la operación: IU-Unidas Podemos. El primer enemigo del pueblo es el propio gobierno de la Nación. El doctor Sánchez eleva a los seguidores de Txapote y de Azurmendi a “partido de Estado” sin condenar el terrorismo. La AVT una vez más, humillada. Mientras el ministro Ávalos admite que la integración de los filoetarras forma parte de la “normalización democrática”, el secretario general amonesta en Ferraz a los críticos (Page, Lambán, Vara) ante la desesperación de Alfonso Guerra o Nicolás Redondo Terreros: “Socialista de España, ya que no puedes salvar la dignidad del partido, salvemos la suya”. Gran derecho al pataleo porque nadie entrega el carnet ni se enfrenta abiertamente al césar caudillista ni a su Falcon. Los españoles no estamos preparados –dice PSP-C- para entender la integración y el blanqueo de los asesinos de ETA. 103 acercamientos de presos en 20 meses. Señor presidente y gran mercader de La Moncloa: es fácil comprender cómo y con qué velocidad usted está claudicando ante los separatistas, los golpistas y los bolivarianos de Pablo Iglesias. Y digo más: es usted quien lo permite por no dar un golpe en la mesa del Consejo de Ministros y no entender que es simplemente un mercenario del pueblo, no su dueño. La Revolución Francesa acabó con el feudalismo. Somos ciudadanos, no súbditos desde 1789.
En estos últimos días hemos visto cómo el vicepresidente segundo acompañaba al rey Felipe VI a la toma de posesión del presidente boliviano Luis Arce, donde demostró su deslealtad a la Corona y al gobierno firmando una Declaración política con los amigos de Maduro, ninguneando a la ministra de Asuntos Exteriores de cuyo nombre no quiero acordarme porque ha resultado ser una nulidad política y diplomática. Doña Arancha G. Laya empezó criticando a Trump, no ha sido capaz de evitar ni desautorizar a Iglesias cuando éste castiga a España apoyando un referéndum en el Sáhara Occidental y Marruecos invade Canarias permitiendo que barcos nodriza trasladen en cayucos a miles de marroquíes y mauritanos para crear “campos de concentración” como en Lesbos o Lampedusa. Será la muerte del turismo en las Islas. Tras el viaje relámpago del ministro del Interior Grande-Marlasca a Rabat, esta ha sido su conclusión: No ha alcanzado ningún acuerdo concreto porque…”la política de inmigración debe ser integral como deben ser integrales las políticas de inmigración”. Ni Groucho Marx. Un juez decente ayer y hoy un ministro provocador e incapaz.
La política de inmigración (cinco ministros en Valencia recibiendo al Open Arms -¿recuerdan?- se ha traducido no en una falta de coordinación entre los ministerios implicados si no de incompetencia pura y dura, hasta el punto de que el “caballero” Iglesias acusa a Margarita Robles de ser una “forofa” de VOX. Todos agachan la cerviz ante Bruselas y ante el vecino del sur del sur mientras nos tragamos la improvisación con campamentos militares que ahuyentarán el negocio del turismo en las Islas desafortunadas. De ahí a la violencia con esta invasión consentida solo hay un pequeño paso. Ahí sigue en el almacén de la Guardia Civil el sistema SIVA de vigilancia contra la inmigración ilegal y la trata de seres humanos (mafias) después de que el PP comprara este artilugio en 2016 por 6 millones de euros. Y ahí está bramando el presidente canario Ángel Víctor Torres, del PSOE junto a la diputada Ana María Oramas de Coalición Canaria, que se queda con ganas de reverdecer un nuevo partido tipo MPAIAC (sin violencia, claro) para que a los independentistas se les escuche en Madrid.
Querida Ana Oramas: sigue apoyando los Presupuestos de estos mangantes y los seis meses de impunidad total a este gobierno despótico, que busca “la inmunidad del rebaño”. Unas cuentas del Reino, dicho sea de paso, con más agujeros (negros) que un queso gruyere. Lo propio le ha pasado a doña Inés del alma mía a la que el PNV le ha birlado –gracias a la diplomacia paralela de Podemos- el parón de la subida inminente del diésel. Jugar con trileros convictos y confesos no debe dar amaro al victimismo. ¿Todavía considera Cs que es útil a la sociedad?
Mientras la catedral de Burgos ha sido cerrada para reducir al Covid 19, el presidente Sánchez viaja los viernes por las CCAA predicando que seremos los primeros en tener vacunas –junto a Alemania- a la vez que “trilea” con las mascarillas –solo se rebaja el IVA a las quirúrgicas- mientras él y sus ministros utilizan las FFP3 que les proporcionan gratis total sus departamentos, algunas de ellas con la bandera de España. Son viajes amañados con fieles militantes y cargos públicos –todos apesebreados- donde no se permite el acceso a la prensa y habla, como antaño Rajoy, únicamente a través del plasma. En Navarra avaló con su presencia el apoyo de Bildu a las cuentas forales de 2021 aunque se haya quedado mudo en este asunto. Observen que cuando hay problemas, siempre desaparece. Ni sermones desde La Moncloa, ni ruedas de prensa abiertas a la prensa libre. Viajes al fin del mundo si es preciso. Su imagen no debe ser “tocada” como la de los faraones. ¿Terminará prohibiendo que le miren a la cara como al emperador del Japón?
Todo ello es consecuencia lógica de la nueva política informativa dictada por una orden ministerial que otorga poderes excepcionales a su jefe de Gabinete, a su secretario de Estado de comunicación, al comité de Seguridad Nacional y al CNI (a Iglesias) para “minimizar el clima contraria la gestión de la crisis por parte del Gobierno”. Jueces y parte. Fraga1966/Sánchez2010.
El BOE del 5 de noviembre 13663 (Orden PCM/1030/2020) pasará a la historia del totalitarismo publicando el Procedimiento de actuación contra la desinformación aprobada por el Consejo de Seguridad Nacional. Lo firma Carmen Calvo Poyato, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática. Una egebrense célebre como Juan Valera. Demasiadas cuerdas para un violín averiado “Ni Pixi ni Dixi” es su contribución más excelente a la dialéctica política. De hecho, es un paso más en los controles a la prensa libre. Y contra la libertad de expresión. La orden ministerial está basada en la Ley de Defensa de la República (1931) “que castigaba la publicación de noticias que el gobierno considerase una agresión”.
Ya entonces Azaña y el PSOE entendían esto: “que existan medios privados ataca la libertad de expresión”. Una idea-fuerza del señor Iglesias Turrión. Unos republicanos que no creían en la democracia. Como este gobierno de coalición. Recuerden el precedente del CIS-Tezanos que “aseguraba” que la mayoría de los españoles estaban de acuerdo en que “toda la información del Covid19 solo tuviera una fuente: el gobierno”. (Illa y Simón), dos mentirosos compulsivos. No es extraño que se retrotraigan a la década de los años 30 y terminen copiando las leyes de habilitación (Hitler, 1933) y las de propaganda de Paul Josepf Goebbels. El nazismo-comunismo como referente para domesticar la opinión pública. Ya tenemos la Magda Goebbles con diario digital propio para intoxicar. ¿Podremos denunciar la corrupción en el PP, VOX, Cs, PSOE, en los partidos nacionalistas y en IU-Unidas Podemos? ¿Y de los procesamientos de Rodríguez, de la condena de Echenique y de Olmos por calumniar de violador a un asesinado? ¿Y de los ERES andaluces y de las mentiras de Neurona Consulting? ¿Y de las tarjetas “achicharradas” de la señora Buselham? ¿Y de la falta de trasparencia en los 23 ministerios? Imagino que no tenemos derecho a criticar tampoco que el propio Iglesias traicione al gobierno proponiendo una enmienda a los propios PGE. Aplaudamos al gran timonel cuando asegura que el acuerdo con Bildu es una fake news. Gobierno plurinacional: animaros: ¡Imponed la censura previa!, ¡Volvamos a la Inquisición¡ Este es el social-comunismo del siglo XXI.
No me sorprende cuando un viejo militante del PSOE (verdadero) me habla del cabreo interno en el partido: “nadie se moverá”. Ni dentro ni en la sociedad civil, anestesiada por la pandemia y el miedo a sobrevivir y perder el empleo. La gente no saldrá a la calle (y ellos lo saben): por ello, abusarán de todos nosotros. Avanzan porque aunque el gobierno es el peor de la democracia, le pasa lo mismo a la oposición. El último muro de contención –insisto- es el Monarca; por eso, mientras sigue confinado en La Zarzuela-, el hachazo ahora es el Poder Judicial. Ellos con conscientes de que la mayoría de estas medidas son anticonstitucionales de cabo a rabo. Pero “para entonces”, el TC habrá cambiado de piel. Y comulgarán con estas leyes modificadas. Vienen a desmontar desde dentro la Carta Magna y el régimen nacido en el 78, el de las libertades, el de la concordia, el de la Democracia…
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo ya ha anunciado en el Congreso que estamos en un periodo “constituyente”. Y ha adelantado que antes de finalizar el año, se habrá reformado la Ley de Enjuiciamiento Criminal para “despenalizar” el golpismo y la sedición a fin de que los condenados por el TS tras el golpe de Estado en Cataluña el 1-0/2017 salgan a la calle. Luego se les amnistía, se retrasan los comicios catalanes previstos para febrero y Junqueras, Puigdemónt y los Jordis, serán las cabezas de cartel para que tumben en Madrid “definitivamente” el régimen democrático. Y con esta Fiscalía de la señora Delgado, - la que bebe en la copa de Balta, el amigo de Villarejo-, los fiscales instruirán las causas judiciales para que todo quede en casa. Apaga y vámonos. Adiós a la independencia de la Justicia.
Este gobierno aprovecha la fatiga pandémica para liderar la destrucción de España con leyes y órdenes ministeriales liberticidas. En este desierto moral solo cabe seguir defendiendo la Ley de Leyes que nos ha garantizado 42 años de prosperidad. Y de libertades. Con este directorio, la reputación de España dentro y fuera, está en su momento más bajo: sin imagen, sin credibilidad, sin integridad, sin contribución en los foros internacionales y sin transparencia. Con Sánchez en Moncloa no existe posibilidad alguna de una transformación social, económica y política. Vivimos una involución permanente. Lo peor está por llegar. Seguiremos en la resistencia.