Drones en Ucrania

El día 16 de julio, el asesor de seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó en una rueda de prensa que Estados Unidos posee datos que indican que Irán va a suministrar varios cientos de UAV a Rusia. En concreto mencionó los modelos “Shaded-129” y “Shaded-191”, ambos con capacidad de ataque a objetivos terrestres. En concreto, el modelo 129 es de un tamaño, peso y aspecto similar al RQ-170 Sentinel, (en 2011 un Sentinel fue derribado por Irán y los conocimientos obtenidos de sus restos se emplearon para ese desarrollo) siendo además el modelo más capaz de lo que tiene Irán en servicio.

La información proporcionada estaba avalada por la visita de una delegación rusa al aeródromo de Kashan, situado al sur de Teherán, donde la IRGC (los guardianes de la revolución) operan los mencionados sistemas. Se tiene la certeza de que al menos se han producido dos visitas durante las cuales se han realizado diversas demostraciones. De confirmarse la intención de suministrar/adquirir los UAV esto tendría gran relevancia no sólo por las capacidades que aportaría a las fuerzas rusas, sino por lo que se puede discernir de este movimiento. Sin embargo, aún no está claro, caso de materializarse, si corresponde a una petición de Moscú o a un ofrecimiento por parte de Irán. Y este detalle es muy importante, pues las implicaciones son diferentes en un caso u otro.

En primer lugar, es un hecho constatado el pobre desempeño de los UAV de fabricación rusa en el conflicto de Ucrania. El modelo más empleado ha sido el Orlan 10, en tareas de obtención de información. Un gran número de ellos ha sido derribado o han caído al suelo debido a diversos fallos. 

A comienzos de la invasión las estimaciones indicaban que Rusia tenía en servicio aproximadamente 1.000 unidades de este aparato. No se tiene conocimiento de la capacidad actual de Rusia de reponer las perdidas, no obstante, el día 19 de julio el mismo presidente Putin en unas inusuales declaraciones manifestaba que Rusia afrontaba una época complicada debido a la dificultad de acceso a productos de tecnología. Esta dificultad, sin duda tarde o temprano acabará afectando a la capacidad de Rusia de fabricar nuevos UAV o de reponer las pérdidas sufridas. 

El empleo de otros UAV por parte de Rusia puede considerarse casi testimonial, limitándose casi por completo a los conocidos como “drones suicidas”. Por el estudio de aquellos que o bien no han alcanzado su objetivo o bien no han funcionado correctamente se ha podido determinar la baja calidad de sus componentes y el empleo de tecnología obsoleta.

Actualmente el principal quebradero de cabeza para Rusia son los lanzacohetes HIMARS y los M270 MLRS. Estas plataformas operan a gran distancia del frente, son muy móviles y su entrada y salida en posición es realmente rápida, lo cual dificulta o casi imposibilita que puedan ser batidos por fuego de contrabatería. 

La mejor opción sería localizarlos y batirlos desde plataformas aéreas, lo cual queda prácticamente descartado llevarlo a cabo con aviones convencionales. La defensa aérea ucraniana se ha demostrado muy efectiva y la zona de combate en profundidad esta infestada de MANPADS (sistemas de defensa aérea portátiles). A esto se ha de añadir la escasez de munición guiada de precisión, lo cual obliga a los aviones a usar munición convencional, forzándolos a tener que aproximarse mucho más al objetivo y con un perfil de vuelo que los hace más vulnerables aun a los misiles antiaéreos.

Lo anteriormente descrito deja como opción más adecuada el empleo de UAV,s, tanto dedicados a ISR (obtención de información) como de ataque. Pero ya se ha descrito la situación de las fuerzas armadas rusas en este aspecto.

La incorporación de los citados UAV,s iraníes proporcionarían a Rusia una capacidad de la que ahora no disponen y la oportunidad de aumentar las opciones de batir los sistemas que tanto daño están haciendo últimamente a su despliegue logístico y de mando y control.

Al mismo tiempo permitirían a Rusia batir objetivos en profundidad sin necesidad de poner en riesgo aviones como los SU-34 y SU-35, que no dejan de ser un recurso crítico.

Todo lo mencionado anteriormente podría sustentar la posibilidad de que haya sido Rusia la que ha solicitado el suministro de estos aparatos por parte de Irán. 

Si este fuera el caso, ¿cuáles serían las principales implicaciones?

• Quedaría confirmado la incapacidad de Rusia de mejorar sus UAV o incluso de reponer perdidas. Esto quiere decir que, si bien las sanciones económicas no están siendo efectivas, las que afectan a la importación de componentes tecnológicos si están afectando de un modo significativo. Algo que por otro lado tiene todo el sentido.
• Acudir a Irán puede significar también que la opción China está descartada. China habría reusado suministrar aparatos o componentes para su fabricación. Esto confirmaría que China sigue en la línea de no implicarse en el conflicto. Para China lo principal es la economía y mantener sus relaciones comerciales, y apoyar a Rusia de un modo tan explícito sería contraproducente para sus intereses, centrados principalmente en el área Asia-Pacifico.
• Tanto Rusia como Irán son competidores en el mercado de petróleo bajo sanciones, cuyo mercado de focaliza principalmente en el sudeste asiático, incluyendo a China, India y Pakistán. Rusia podría estar aprovechando la ocasión para tratar de crear un frente común en el que ambos países salgan beneficiados en lugar de competir por clientes para dar salida a su crudo.
• Si Irán diera ese paso se pondría de nuevo en el punto de mira de EE. UU. y Europa y se arriesgaría a nuevas sanciones. Incluso las negociaciones sobre el tema nuclear podrían peligrar. Esto aumentaría la inestabilidad y tensión en la zona, obligaría a occidente a fijar su atención en un escenario más y tendría un impacto en el precio del petróleo. A Rusia le interesa que el precio del barril suba todo lo posible por dos motivos: a mayor precio mayor beneficio y a mayor precio más problemas para Europa. Cualquier movimiento que ayude a aumentar las consecuencias de la crisis energética en Europa y que ponga en jaque las economías europeas será aprovechado por Rusia. Se puede afirmar que la guerra se está librando ya principalmente en el plano económico y no en el campo de batalla. 
• Como parte del intento de crear inestabilidad no se puede dejar de lado a Israel. Si las negociaciones sobre el tema nuclear fracasan es muy probable que Israel intervenga por su cuenta, provocando además cuando menos incomodidad en sus nuevos socios fruto de las Acuerdos de Abraham. Y de nuevo ese escenario tendría un impacto en los precios del crudo.

Pero ¿y si ha sido Irán quien ha ofrecido a Rusia sus UAV?

• Para Irán el empleo de sus UAV a gran escala en Ucrania sería una oportunidad para mostrar el músculo y la capacidad de su industria militar al tiempo que una buena forma de enviar un mensaje a EE. UU. sobre la eficacia de estos, por ejemplo, contra sus buques.
• Esto le ayudaría a encontrar clientes para sus desarrollos.
• Este movimiento, o mejor dicho la insinuación de este podría tener como finalidad provocar la reacción de EE. UU. y que Irán trate de obtener mejores condiciones en las negociaciones a cambio de retirar su oferta de ayuda.
• Del mismo modo Irán podría utilizar esta baza para que como contrapartida a no seguir adelante EE. UU. rebaje sus intenciones de volver a apoyar a Arabia Saudí (se ha comentado la posibilidad de retirar el embargo de venta de armas ofensivas).

No obstante, lo anterior, y partiendo de la base que hacerse con los drones iraníes es mejor que nada estos no serán decisivos por sí mismos en el conflicto, del mismo modo en que los drones de fabricación turca usados por Ucrania si bien han hecho un importante papel tampoco lo han sido. Tener la opción de eliminar el principal activo de apoyo de fuegos ucraniano es muy importante, pero Rusia seguirá sin poder resolver su principal problema: la dificultad de reclutar suficientes efectivos que le permitan rotar las unidades que están en el frente, cubrir las bajas que está sufriendo, sostener nuevas operaciones y mantener el territorio ocupado. No podemos caer en la trampa de “las armas milagro”. Sería muy miope fiar la resolución del conflicto a un tipo concreto de sistemas por más impactante que sea este.

El hecho de que Estados Unidos se haya apresurado a anunciar el posible acuerdo entre Rusia e Irán es un indicador de un intento de adelantarse a los acontecimientos y abortar la operación. A pesar de que en ningún momento se ha puesto de manifiesto de quien ha partido la iniciativa, a la luz de los acontecimientos todo parece señalar a Rusia, lo cual nos está mostrando un escenario de lo más interesante. Habrá que estar atentos a los movimientos de EEUU para frustrar la operación teniendo además el acuerdo nuclear de fondo.