Opinión

El Flanco Sur, el gran olvidado

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Desde el comienzo de 2022, hemos sido partícipes de como el entorno político y la información ha girado en torno al aumento de las tensiones en la frontera ucraniana, pero ¿qué está sucediendo en la región sur de la periferia europea? El aumento de las tensiones entre países y los numerosos golpes de Estado efectivos que se han dado en la zona en los últimos meses han convertido el Flanco Sur en una de las regiones a las que debemos prestar una mayor atención y desarrollar una hoja de ruta conjunta entre instituciones en los próximos años, pudiendo así proyectar y garantizar la seguridad internacional. 

Desde el comienzo de 2022, los medios de comunicación, desde los tradicionales hasta los medios digitales, han estado cubriendo el aumento de la tensión en la crisis ruso-ucraniana. Aunque las tensiones entre ambos países, así como entre actores internacionales no son una novedad, el pasado año se observó cómo este conflicto internacional volvía a ser tema prioritario en las agendas de los mandatarios y de las instituciones, tales como la OTAN, centrando así su foco en la región este, pero ¿y qué pasa con el Flanco Sur? 

¿Qué es el Flanco Sur?

Nos referimos como Flanco Sur a la región localizada en la periferia del continente europeo y que, por su posición estrategia, es de gran relevancia para países como España o Italia, entre otros. El Flanco Sur es hoy en día un área clave, en la que diversos conflictos y retos tienen lugar, proyectando en cierto grado una inestabilidad a sus vecinos europeos, pero no lo suficiente para prestar una prolongada atención interrumpida a diferencia del Este europeo. Desde finales del siglo XX y comienzo del siglo XXI, el Flanco Sur ha sido escenario de un repentino aumento de movimientos migratorios, contrabando, terrorismo y otras actividades ilícitas, teniendo una réplica en la actualidad.

¿Qué está pasando en el Flanco Sur?

Sin ir más allá, en los últimos meses, el Flanco Sur ha sido protagonista de una de ola de golpes de Estado, representando una amenaza para la seguridad, la paz y la estabilidad en África occidental. No cabe duda de que la réplica del golpe de Mali, primero en la región africana, no tardaría en llegar, pero sorprende la efectividad que, desde agosto de 2020 hasta la fecha, se ha obtenido. Esta ola de golpes sin precedentes y las respuestas proporcionadas por las potencias internacionales no ha generado la respuesta deseada, sino que se vuelve a caer en el error cometido en Mali tras el golpe de Estado de 2012; celebración inmediata de elecciones, pero con un aumento de inseguridad, corrupción y descenso de la calidad de vida.

A pesar de las respuestas proporcionadas por las potencias internacionales, así como las sanciones que algunos de los países sublevados han recibido, se siguen observando tentativas de golpes de Estado, como es el reciente caso de Guinea-Bissau. Este golpe, posteriormente calificado como fallido, no es el único ejemplo observado en el corto periodo de 2022; en las primeras semanas de 2022, la junta militar de Burkina Faso tomó el poder como resultado del descontento con el mandatario Roch Kaboré ante la presunta ausencia de apoyo contra combatientes vinculados a Al-Qaeda y al Estado Islámico. 

Conclusiones

Lograr la estabilidad en el Sur requiere un enfoque integral que vaya mas allá de las meras respuestas militares. La ausencia de medidas efectivas y el gran desconocimiento del público ante estas amenazas ha resultado en el aumento de las tensiones. Las medidas que hasta la fecha se han tomado pueden valorarse como insuficientes en comparación con las tomadas en referencia al este de Europa. En definitiva, la sucesión de sanciones nos muestra la ineficacia de estas ante el avance de las fuerzas militares.

Los últimos sucesos en el Flanco Sur nos demuestran la necesidad de establecer una hoja de ruta entre instituciones tales como la OTAN y la Unión Europea con el objetivo de garantizar la seguridad en la zona de África occidental y hacer frente a las amenazas y retos comunes a los que se enfrentan. Es utópico pensar que esta cooperación puede darse sin discrepancias, pero, es por ello por lo que este 2022 debe servir como ejemplo para desarrollar planes estratégicos, el nuevo concepto estratégico de la OTAN y la brújula estratégica de la UE, en los que el Flanco Sur se valore como una región relevante.

    
Ana María Martín Elvira, consultora Junior de Asuntos Públicos en ATREVIA y colaboradora del Área de Defensa de Sec2Crime