España también tiene Rey
Felipe VI nos reconcilió la noche de Navidad con nuestro pasado y con nuestro futuro. Su discurso recuperó el espíritu de la Transición reivindicando como eje de nuestra convivencia la Carta Magna.
En tiempos tan convulsos cabe resaltar el llamamiento a la unidad. En su recuerdo a Ucrania, con la sangre caliente aún por los ocho ciudadanos asesinados por Rusia en Jersón, reclamó el compromiso de que “la soberanía, la integridad territorial y la independencia de los Estados son principios irrenunciables del orden internacional en busca de la paz”. Lo entendimos todo.
El deterioro de la convivencia, la falta de unidad, el fortalecimiento de las instituciones, la vuelta a los principios constitucionales y nuestra vinculación a Europa y a la OTAN han sido mensajes del monarca para que continuemos todos -y él el primero- por la senda de la concordia.
Muy oportuno el apoyo a los más débiles exigiendo a los poderes públicos políticas de solidaridad para que no se quede nadie atrás.
Finalmente, el monarca, habló de espíritu de renovación y de adaptación a los tiempos. “Con confianza en nuestro país, en una España que conozco bien, valiente y abierta al mundo: la España que busca la serenidad, la paz, la tranquilidad; la España responsable, creativa, vital y solidaria. Esa España es la que veo, la que escucho, la que siento en muchos de vosotros; y la que, una vez más, saldrá adelante. En manos de todos nosotros está”.
Un discurso valiente y sensato en mitad de la tormenta política perfecta que padecemos. El mejor discurso de su reinado. El próximo será su décimo encuentro con el pueblo. En España SÍ tenemos rey.
Vorágine legislativa
Cerramos el año políticamente más inestable y abrimos el más peligroso de nuestras vidas. El ataque frontal al Tribunal Constitucional se ha concedido una tregua navideña; el asalto al Código Penal con la eliminación del delito de sedición y la rebaja de la malversación ha desactivado el Estado de derecho. ERC lo ha descrito con este titular: “los pilares del 78 se tambalean”. El CGPJ resiste todavía.
Aprovechando el fútbol y la Lotería de El Gordo, el valido Félix Bolaños con sus socios catalanes y vascos han emprendido una cruzada para desmantelar la Constitución Española y volver al punto de partida de 2017. La independencia de Cataluña.
El gobierno social-comunista de don Pedro Sánchez es como el muro de Berlín; si se derrumba, cae el régimen. El líder pansocialista ha echado un pulso a la oposición y a la justicia acusando al Tribunal de Garantías de ser “un poder cada vez menos oculto que arropa a Feijóo”.
La mentira es una técnica revolucionaria -comunista por supuesto- para embarrar el terreno y el ambiente mientras cambia las reglas de juego en la mitad del partido. A la vez, se le echa la culpa a la derecha, a la derecha extrema y al extremo centro.
Lo peor de todo es que este pulso lo va a ganar radicalizando a la sociedad hasta la culminación de la secesión de Cataluña, del País Vasco y de Navarra. Luego continuará el “Anschluss” (la expansión vital hacia Baleares y Valencia, ya colonizadas). ¿Traspasarán la frontera de Almansa? Es posible si les dejamos.
La vorágine legislativa sin ningún rigor jurídico de este ejecutivo es más insaciable que nunca. La pandemia les ha permitido utilizar el BOE como un arma de destrucción masiva. Todos somos fachas si no comulgamos con sus ruedas de molino repletas de Himalayas de mentiras.
Pactar con delincuentes
El PSOE se ha colocado extramuros de la Carta Magna. Por eso necesita atacar sin piedad al TC y a los magistrados prorrogados en su mandato, que no caducados. Por tanto, había que agitar las instituciones para poner al frente a Conde Pumpido que no le importó mancharse la toga con los polvos del camino de ETA y tampoco le importará marchársela con los lodos del proceso separatista.
Este mismo mes hemos sabido que el propio Pedro Sánchez firmó tres meses antes del 1-0 un acuerdo bajo las siglas del PSOE-PSE comprometiéndose a apoyar la plurinacionalidad y las exigencias nacionalistas. Ya saben: referéndum, amnistía e independencia. Esto es la Mesa de la Vergüenza ERC-Gobierno a espaldas del Parlamento.
Con el sanchismo siembre vivimos en el filo de la navaja. La antigua Gaceta de Madrid ya ha consagrado la eliminación de la sedición y la rebaja del delito de malversación. Todo exprés. Sin debate, Sin oposición. Sin luz ni taquígrafos. Utilizando una proposición legislativa que no necesita dictámenes ni del Consejo de Estado ni del CGPJ -lo suyo hubiera sido un proyecto de ley- pactaron el texto con los delincuentes.
Y fueron más allá: incorporaron dos enmiendas, una para nombrar a dos magistrados afines a Moncloa y otra para romper la Constitución (Art. 159.3) “Los miembros del TC serán designados por un periodo de 9 años y se renovarán por terceras partes (4) cada tres”. Sánchez y sus socios exigen que se nombre a Juan Carlos Campo y Laura Díez. Es clamorosamente inconstitucional nombrar a 1/6 de los magistrados. Los diputados izquierdistas prevaricaron. Esta es la soberanía popular. Como la de la RDA.
El derecho de amparo del PP fue admitido por el Alto Tribunal. Y llegó el diluvio. Las descalificaciones del presidente del Gobierno no tienen precedentes en ningún país de la UE. Quizá en Sudamérica.
Las declaraciones institucionales de la presidenta del Congreso Maritxell Batet y del presidente del Senado, Ander Gil constatan que se han comportado como lacayos de Moncloa. El conde duque de Bolaños, en el calor de la noche, desde Moncloa, amenazó de nuevo con “consecuencias impredecibles”.
Es mentira que el TC haya invadido competencias del Legislativo. Se ha limitado a decir que esas dos enmiendas no pueden tramitarse conforme al procedimiento. De hecho, PSOE, ERC y Bildu ya trabajan en otra proposición exprés para culminar el asedio al Tribunal de Garantías. Don Cándido Conde Pumpido y su monaguillo Bandrés bendecirán todos los desmanes totalitarios del sanchismo. En seis años dinamitarán toda la arquitectura de seguridad jurídica e, incluso, volarán el Valle de los Caídos y hasta el Acueducto romano de Segovia.
El otro objetivo a abatir por Patxi López, Pablo Echenique, Iñigo Errejón y demás portavoces Frankenstein, ha sido el Consejo General Poder Judicial. El órgano de los Jueces ha sido insultado y humillado como nunca por la “izquierdona” populista. Sicilias y Rufianes han hablado de golpes de estado por las togas fachas comparando a los jueces con los golpistas del 23-F. Y Este es el ejecutivo del diálogo.
El CGPJ está bloqueado preferentemente por los denominados progresistas. Izquierdistas. En este caso, destacamos que mientras el vocal Enrique Lucas se ha abstenido porque uno de los candidatos era su hermano Pablo, la progresista Clara Martínez de Careaga, esposa de Conde Pumpido no lo hace porque ello impediría que su marido alcanzase la cúspide del TC a mediados de enero. ¿No existe ahí un claro conflicto de intereses y, por tanto, una incompatibilidad? Los progresistas de izquierda solo acusan a la derechona.
En resumen, abolida la sedición y reducida a la nada la malversación de fondos públicos, Junqueras, Puigdemont y sus cuarenta amigos procesados por el golpe del 1-0 podrán presentarse a las elecciones el próximo año y seguir utilizando el dinero público para dar el golpe definitivo gratis total. Y como asegura nuestro presidente, esto disminuye la tensión en Cataluña. Aragonés ha sido claro: vamos a reivindicar además las leyes declaradas inconstitucionales, los 14 artículos del Estatut y las leyes de “desconexión” de los días 6 y 7 de septiembre de 2017. “Es el precio que hay que pagar por pactar con delincuentes” como valientemente expresó el presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García Page.
Ética y austeridad
Si lo de la sedición es grave equiparada ahora a violencia callejera (agravada) no es menos la rebaja del robo de los dineros públicos. Como muy bien nos ha sermoneado la jueza -y parte- Margarita Roblespierre, una cosa es llevarse el dinero público a casa y otra muy distinta trincar ese dinero para regalárselo a su amante o a su cuñado. Un prodigio de hipocresía de esta magistrada en excedencia. Otra que parecía virgen, mártir y decente. Robar es robar y si es al pueblo es un delito social. Ya nos avisó hace años la constitucionalista Carmen Calvo que “el dinero público no es de nadie”. El jefe supremo de ambas señoras todo lo contamina.
Aprendimos -y lo aprendimos bien con el presidente Adolfo Suárez- que “democracia es saber dónde va cada peseta del contribuyente”. Para estos tipos sin principios y sin escrúpulos, democracia, no es ética ni austeridad. Su democracia popular es corrupción. Llámense los EREs andaluces, Matesa, Filesa, Time Sport, Cruz Roja o las desaladoras de Valencia -“ya lo sabe el jefe” (Ximo Puig)-. El PSOE ya no es igualdad. Este PSOE es corrupción. Fraude y corrupción. Han expulsado a Leguina.
Observemos la Operación Qatar. Siete detenidos de momento y todos socialistas. Empezando por la ex vicepresidenta griega Eva Kaili y sus colegas italianos. ¿Y qué ha dicho el presidente de la Internacional Socialista? Don Pedro no ha dicho nada. Calla y otorga.
El Parlamento Europeo ve sacudidos sus cimientos y mermada su ya escasa credibilidad. El escándalo que menos falta nos hacía en la mitad de la guerra. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen protege a nuestro doncel, que no es de Sigüenza precisamente.
El mandato de Pedro Sánchez ha sido y es como un río de aguas turbulentas, sin puentes, camino del caos oceánico. El río no puede volver. Nadie puede volver. Un escándalo grande va tapando a otro escándalo más obsceno hasta que las elecciones los absuelvan para volver a pecar.
Nada sabemos de la larga semana de Pegassus, de la entrega del Sáhara sin pasar ni por el Consejo de ministros ni por el Parlamento ni de los muertos en Melilla el pasado verano. No es un rehén; es un esclavo de Podemos, bilduetarras y separatistas.
El inquilino de la colina monclovita ha desarmado el estado y por muchas ganas que le tenga Núñez Feijóo, este proceso tardará décadas en ser irreversible. El daño ya está hecho. El sanchismo es un peligro mayor que el calentamiento global. Y, no es que estemos contra las políticas de Sánchez, que lo estamos; es que él está contra España y contra todos nosotros.
A partir del 13 de enero veremos a decenas de corruptos -junto a violadores, pederastas y agresores sexuales- salir a las calles o contar la cuenta atrás en las cárceles, por las magnánimas leyes exprés del emperador Pérez-Castejón. El ambiente que respiramos es más parecido a la Argentina de doña Cristina, la ladrona que a la Venezuela de Maduro. Estamos madurando progresivamente.
El invierno de nuestro desencanto
Hemos entrado en el invierno pasados por agua. Falta nos hacía. Este año la invasión de Ucrania nos ha devuelto a los crímenes de la II Guerra Mundial. Putin es tan cruel como Hitler, Lenin, Stalin y Mao. La UE y la OTAN han despertado. Ahora hay que ayudar a Zelenski. La democracia y la libertad se juegan a las orillas del Dniéper.
El presidente ha declarado ante una sesión conjunta del Congreso y del Senado que su país “Nunca se rendirá. Jamás”. Necesitan nuestra ayuda. Es la mejor forma de ayudarnos a nosotros mismos. Su sacrificio merece la victoria. Su lucha es por la libertad. La guerra será larga. El heroico pueblo ucraniano tiene que saber que no está solo. ¡Gloria a Ucrania! Bien por nuestro rey.
Hemos dejamos atrás el fantasma del coronavirus y casi hemos olvidado a los 162.000 fallecidos. La crisis energética nos ha devuelto a la década de los 70. Eso sí, con el paraguas de Bruselas. La luz, el gas, la cesta de la compra y las hipotecas son nuestras pesadillas. Ya solo falta que el gobierno decrete los meses de quince días para llegar a final de mes.
La inflación se ha desbocado y los sueldos no aumentan lo suficiente. El malestar lo palpa Sánchez cada vez que se acerca a la calle. El viernes fue en Barcelona. Aplausos en la despedida para el gran Serrat en Barcelona y abucheos para Sánchez e Iceta. El Falcon es su perdición. Cuarenta y ocho horas antes los gritos de descontento se escuchaban en la estación del AVE de Murcia. Que escuche el mensaje de la gente… cabreada. Su corto pasado es demasiado pesado. Ha conseguido algo grande: hacernos creer que la Transición fue un espejismo.
Madurando “a la argentina”
Los españoles comenzamos el año diciendo adiós al volcán de Cumbre Vieja y lo despedimos con el triunfo de Messi en el Mundial de Fútbol y la erupción del BOE (eliminación del delito de sedición, rebaja de 15 a 5 años en la malversación de fondos, ley del aborto, ley Trans, ley Sisí, ley de las 16 familias, ley de protección animal, de Universidades, e impuestos especiales a los ricos, a las energéticas, a la banca y a los supermercados).
Tiempo habrá de volver sobre esta ingeniería social que se complementará cada consejo con los “martes sociales”, inventados por Chávez y Maduro bajo el reclamo populista del “nuevo comienzo” hasta las elecciones locales y autonómicas de mayo. Un maná de subvenciones para comprar votos a bajo precio.
Atrás dejamos una España calcinada con 288.000 hectáreas, un 40 % de toda la superficie forestal. Sin el Plan Hidrológico Nacional se ha abierto la “guerra del agua” entre territorios sin pacto a la vista.
La sanidad, la educación, el CIS, RTVE, la Fiscalía, los jueces, las pensiones y la amenaza a los funcionarios son asignaturas que llevamos suspendiendo en todas las CCAA por la falta de rumbo del Ejecutivo de la Nación.
La crisis del PP parece despejarse con el liderazgo de Núñez Feijóo. VOX, a pesar de presentar contra Sánchez en el Tribunal Supremo y los miembros de la mesa del diálogo por presunta conspiración, sigue castigando a Ayuso y a Almeida en Madrid. Y no sabemos por qué. Ciudadanos agoniza entre Inés -en su mejor momento parlamentario- y Edmundo; nos duele quedarnos con muchos besos de menos a mediados de enero. Sus votos son imprescindibles.
El mensaje navideño del presidente del Gobierno servirá para justificar todas sus proezas. No quiere la paz de Cataluña, quiere su victoria. Eludirá explicar el trato vejatorio que dispensa al jefe del Estado que no despacha apenas con él y se le adelanta al subir al AVE. Siempre pide respeto para él cuando no se lo tiene a nadie. Se nota que ha sido un niño consentido, soberbio y maleducado.
Nos hablará de su “revolución izquierdona pendiente” aunque tratará de convencernos de su “involución progresista permanente”. Lo dicho: España está “madurando a la argentina”, tras acariciar la soberanía popular que no existe. Existe la soberanía nacional que recoge nuestra Constitución. El porvenir va de democracia y libertad frente al populismo totalitario.
Una vez más Rosalía, Nadal, Alcaraz (y Messi) nos han salvado del naufragio. El año que viene tiene que ser mejor.
Feliz salida y entrada de año. Esta Bahía sigue su viaje, enriqueciéndose en el camino a la isla de Ítaca. La vida, queridos compatriotas, es el mejor viaje.
Antonio REGALADO dirige BAHÍA DE ÍTACA en:
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