Estados Unidos intensifica la lucha contra la COVID-19
Los cerca de 80.000 infectados diarios de COVID-19 que se continúan contabilizando en los Estados Unidos están poniendo en alerta a las administraciones estatales que tienen en sus manos las competencias de lucha contra la pandemia. Algunos gobiernos estatales y municipales están endureciendo las medidas de seguridad. El propio presidente, Joe Biden, anuncia medidas federales para frenar la pandemia.
Entre los científicos preocupa de cara al invierno la variante delta que se está revelando como más contagiosa que las precedentes. En la ciudad de Nueva York se ha decretado que todos los funcionarios públicos tienen que demostrar que están vacunados para poder trabajar. Se calcula que son unos trescientos mil los afectados. Decisiones similares están implantándose en otras ciudades.
Preocupa también la población infantil, hasta ahora muy difícil de inmunizar y conseguir que en los centros de enseñanza se cumplan las normas de seguridad. Biden ha dado instrucciones para combatir el mal de raíz y ya se están fabricando vacunas en dosis más reducidas para ser inyectadas a los niños con agujas más finas y cortas que las que se usan para los adultos.
La tensión que se sigue viviendo desde el final de la etapa de Donald Trump, que continúa con su campaña preelectoral y desestabilizadora, también está incidiendo en la pandemia y en las medidas para erradicarla. Tres estados gobernados por republicanos afines al expresidente, Utah, Arizona y Carolina del Sur, están a punto de perder las competencias sobre gestión de la salud pública como consecuencia de su deficiente cumplimiento de las normas generales.