Opinión

Geopolítica del hidrógeno

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En solo diez días se celebraron últimamente en el Palacio Real de Rabat dos importantísimos actos oficiales sobre las energías alternativas. El pasado 22 de noviembre el rey Mohamed VI presidió una reunión de trabajo dedicada al desarrollo de las energías renovables y las nuevas perspectivas en este ámbito, antes de que volviese a presidir el 3 de diciembre una ceremonia de presentación del nuevo programa de inversiones verdes del grupo OCP (2023-2027) y la firma del Memorando de Entendimiento entre el Gobierno y el programa del grupo OCP relacionado con este programa.

Las dos reuniones se enmarcan perfectamente en la orientación proactiva impulsada por Su Majestad el Rey desde hace varios años en materia de transición hacia las energías verdes y una economía baja en carbono. Cabe también señalar que el seguimiento periódico por parte del soberano de los objetivos estratégicos de esta transición refleja el serio compromiso del Reino de Marruecos en la apuesta geopolítica por las energías renovables y muy particularmente por el considerable potencial del hidrógeno verde.

El espectro energético mundial está sin lugar a dudas cambiando, por una parte, porque la guerra en Ucrania pone de relieve una nueva situación de crisis y oportunidades de la transición energética, en la cual se plantea con mayor agudeza el reto clave de la seguridad del suministro y la necesidad de reducir la dependencia del petróleo y el gas de Rusia, y por otra parte porque la emergencia climática plantea el desafío de poder producir una energía a la vez competitiva y descarbonizada. Es en este contexto en el que la tecnología del hidrógeno verde se ha posicionado en los últimos años como una verdadera solución en respuesta a los desafíos relacionados con la descarbonización de las diferentes economías. 

Conviene recordar que en la reciente COP27 celebrada en Egipto algunos países europeos como Alemania, Holanda y Bélgica anunciaron gigantescos programas de desarrollo de hidrógeno verde dentro del Viejo Continente. España, por su parte, haciendo del impulso al hidrógeno renovable una estrategia de Estado, cuenta ya con una cartera de proyectos de hidrógeno renovable, focalizados principalmente en las costas sur, cantábrica y mediterránea, además de que el Gobierno trabaja actualmente en la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) para establecer al alza la meta de hidrógeno renovable a 2030.

Sin embargo, mientras que Europa, líder en electrolizadores, sin duda tendrá dificultades para producir suficiente hidrógeno verde, Marruecos, Chile o Australia aspiran a convertirse en futuros exportadores, con ventajas climáticas o logísticas. Hoy en día, muchos países, especialmente del sur, con condiciones óptimas de sol, están construyendo estrategias ambiciosas que en pocos años podrán cambiar profundamente la geopolítica de la energía. Pero para que los importadores de hidrocarburos de hoy se conviertan en los exportadores de hidrógeno verde del mañana habrá que invertir masivamente y tener la viabilidad necesaria técnica y financiera. En este contexto, el Reino de Marruecos, muy comprometido con la producción de energía solar y eólica, también ha hecho del hidrógeno verde uno de sus objetivos más prometedores en este ámbito, lo que le está permitiendo posicionarse poco a poco como un verdadero pionero en energías renovables.

Para el despliegue de esta nueva fuente de energía limpia, clave de la transición verde de los sectores energético e industrial, se ha puesto en marcha una estrategia de desarrollo del hidrógeno verde en Marruecos, siguiendo las recomendaciones del estudio que confirmaron la disposición de Marruecos de un potencial importante para el desarrollo de este sector. Marruecos puede captar hasta el 4% de la demanda mundial de moléculas verdes. La aplicación de esta estrategia, cuyo objetivo es satisfacer la demanda local y optimizar la explotación del potencial nacional, en particular a través de las exportaciones, se articula en torno a tres ejes estratégicos; el primero se refiere al desarrollo tecnológico y el ahorro de costes, el segundo concierne la inversión y el aprovisionamiento que incluye la creación de un clúster industrial y la elaboración de un plan maestro de las infraestructuras correspondientes, mientras que el tercer eje consiste en la realización de oportunidades de demanda, dando lugar a nuevos mercados. Esta estrategia de desarrollo del hidrógeno verde en Marruecos será bajo el impulso de Su Majestad el rey Mohamed VI reforzada por el nuevo programa de inversión verde del Grupo OCP, que se articula en torno al aumento de las capacidades de producción de fertilizantes, al tiempo que se compromete a lograr la neutralidad de carbono antes de 2040.

Está claro que uno de los mayores problemas de las relaciones internacionales en el siglo XXI será la energía y a medio plazo el abastecimiento de recursos de hidrocarburos, las energías renovables siendo ni suficientemente eficientes ni perfectamente sustituibles, de ahí la importancia de la geopolítica del hidrógeno que focaliza sobre el análisis de todos los movimientos entre gobiernos y empresas que están estructurando la transición energética con el hidrógeno, dando así lugar a una reorganización de alianzas energéticas en el mercado mundial, donde consumidores y productores buscan diversificar sus asociaciones con el fin de limitar su dependencia.

En este sentido podemos destacar que en la transición energética marroquí descansan grandes esperanzas, no solo en el propio reino norteafricano, sino también para Europa, donde España tiene una oportunidad histórica para liderar en el Viejo Continente esta revolucionaria energía renovable. Desarrollando así pues una alianza energética en este ámbito, los dos reinos pueden avanzar con más rapidez y garantías hacia una economía más descarbonizada. 

Después de que la nueva hoja de ruta bilateral establecida por la reciente declaración conjunta incluya la reactivación de la cooperación energética, y después de que la portavoz del Gobierno español, Isabel Rodríguez, aseguró que su país se compromete con Marruecos a construir una alianza energética, las miradas se dirigen ahora hacia la próxima Reunión de Alto Nivel que podría sentar las bases de una alianza energética entre ambos países, una alianza clave para la nueva geopolítica del hidrógeno verde.