Opinión

Internacionalización: navegar en la incertidumbre

El autor considera que el objetivo de cualquier proceso de internacionalización en un mundo en conflicto es seguir una estrategia de expansión que ayude a reducir riesgos.

2022 ha sido un año de continuos sobresaltos ante noticias como la destrucción de vidas y propiedades en Ucrania, los precios de los combustibles subiendo, la inflación desbocada, amenazas con ampliar la guerra en Europa o el cambio climático afectando a numerosas zonas del mundo. 

La realidad es que vivimos en un mundo complejo, con conflictos políticos, económicos, religiosos, étnicos... que tienen efectos reales en la economía e impactan en los procesos de internacionalización. Las empresas inversoras y exportadoras sienten la presión. Las políticas institucionales deben elaborar y aplicar estrategias que respondan de manera significativa y creativa a las situaciones que ocasionan desconfianza, profunda incertidumbre o violencia.

El mundo está pasando por cambios nunca vistos en la historia humana. Nos enfrentamos a cuatro transiciones transformadoras. La transición energética: de fósil a renovable, transición tecnológica: de lo físico a lo digital, transición económica: de oeste a este y transición demográfica: de naciones envejecidas a naciones jóvenes. Son los nuevos desafíos que nos llevan a un cambio global, un futuro diferente.

Una comprensión de los riesgos es tan fundamental para que empresas y gobiernos tomen decisiones inteligentes como lo es para que los exportadores o inversores elijan las opciones o los proyectos correctos. Las opciones para los gobiernos son múltiples, desde políticas proteccionistas hasta el libre comercio. Por otro lado, el dinero se protege, por lo que los inversores también tienen la libertad de elegir dónde quieren colocarlo.

El objetivo de cualquier proceso de internacionalización en este mundo en conflicto es elaborar una estrategia de expansión internacional que ayude a reducir riesgos. Es posible adaptar el enfoque a las nuevas complejidades operacionales, comprender las relaciones políticas entre países, las opciones para crear sinergias y conseguir acuerdos favorables. 

La crisis de salud de los últimos años y la guerra de Ucrania han hecho evidente que las empresas deben diseñar sus cadenas de suministro en torno a la competitividad del riesgo, en lugar de solo el costo, con cadenas de suministro más cortas y ágiles, y la creación de flujos comerciales que no dependan de destinos demasiado lejanos.

Las empresas operan en estos tiempos cada vez más desafiantes. La incertidumbre geopolítica, la gran complejidad de los mercados y un entorno regulatorio en constante cambio contribuyen a la proliferación de riesgos comerciales y regulatorios. Para superar los desafíos, hay que tener estrategias basadas en un amplio conocimiento del mercado y desarrollar las habilidades y los conocimientos que anticipen el cambio y la interrupción. Ser ágil para reaccionar ante las condiciones del mercado en constante cambio, porque incluso en momentos de crisis e inseguridad hay oportunidades.