Irán: un levantamiento diferente a los demás

protestas en iran velo

El 16 de septiembre de 2022 estalló en Irán una nueva ola de protestas contra el régimen. Nadie esperaba que el levantamiento durara más de tres semanas, a pesar de la brutal represión.

Hasta ahora, más de 400 manifestantes han muerto a consecuencia de los disparos de las fuerzas represivas del régimen. Otros cientos de manifestantes han resultado heridos y se cree que más de 20.000 han sido detenidos hasta ahora.

La chispa que encendió el fuego fue la detención y el asesinato de la joven Mahsa Amini a manos de la Policía de la Moral. Esta tragedia provocó una oleada de mujeres en las calles sin pañuelo, símbolo de la coacción religiosa de los mulás.

Aunque se considera como tal, este levantamiento no es un movimiento feminista ni antirreligioso. El número de hombres que se suman a ella, las más de 170 ciudades que comprende, la longevidad de su duración y los principales eslóganes que piden un cambio de régimen dejan claro que se trata de una revolución contra el poder religioso, no contra la religión: incluso participan numerosas mujeres con velos en la cabeza. 

A diferencia de lo ocurrido en 2009, 2017 y 2019, el régimen no ha conseguido apagar el movimiento. Hay varias razones para ello: la gente ya no tiene miedo y se enfrenta a la brutal represión del régimen. En decenas de casos, las personas detenidas por la Policía han sido liberadas por los contraataques de los jóvenes. Varios miembros de los Basij (milicias afiliadas al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica o al Ministerio de Inteligencia) han muerto en estos enfrentamientos.

Por otro lado, está el elemento organizativo. Miles de unidades de resistencia, pertenecientes a la Organización de Muyahidines del Pueblo (PMOI), desempeñan un importante papel sobre el terreno.

Organizadas desde 2014, estas unidades, aunque están afiliadas a una organización de resistencia, son ciudadanos normales con vínculos normales con su entorno, en el lugar de trabajo, las oficinas, los hospitales y la sociedad en general. En los últimos años, estas unidades se han ido estableciendo gradualmente en todo el país y han iniciado sus actividades escribiendo consignas, distribuyendo mensajes de la Resistencia iraní o colocando carteles en lugares públicos, entre otras cosas.

Esta creciente red de resistencia es una de las diferencias entre el levantamiento de 2022 y los anteriores.

Pero hay otras diferencias: en 2009, la chispa fue un "voto robado", por lo que el derecho a expresarse fue violado. En 2017 fue la corrupción financiera y los fondos robados por el régimen. Y en 2019 fue el aumento de los precios del petróleo.

Esta vez, en 2022, se trata de la libertad fundamental de vestir, comportarse y expresarse, de vivir como uno quiera. Esto permitió la participación de todos los estratos sociales e incluso de los intelectuales de todas las partes.

Los acontecimientos en otros lugares también influyeron.

Si la comunidad internacional ha reconocido el derecho del pueblo ucraniano a defenderse de la ocupación rusa, ¿por qué iba a negar al pueblo iraní su derecho a defenderse de los que usurpan sus libertades?

Hamid Enayat es un analista iraní residente en Europa, activista de los derechos humanos y opositor al régimen de su país. Habla del actual levantamiento en Irán.
 
Artículo publicado en Le Télegramme

 

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