La aldea global recibe a Biden con escepticismo 

La aldea global recibe a Biden con escepticismo 

En geopolítica, los gestos valen tanto como las palabras: tanto Irán como Corea del Norte reciben al nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con sendos anuncios de que, ambos, retoman sus intereses nucleares. 

El mandatario recién investido no va a tenerlas todas consigo porque hereda una política exterior convertida en una verdadera madeja llena de problemas, con relaciones tensas con varios países y fundamentalmente contraria al multilateralismo. 

Desde las relaciones con los socios trasatlánticos  hasta la tirantez en Medio Oriente y los recelos con Asia; sin obviar, los focos bélicos calientes en Yemen, hasta la inacabada guerra en Siria, Sudán del Sur y  los conflictos étnicos en Malí, Níger y la República Centroafricana. 

Biden ha querido reforzar la cara en el exterior de la Unión Americana asegurándose un gabinete plural con gente de probada experiencia con una media de edad que ronda los 59 años. 

¿Quiénes son? El llamado “equipo clave” en política exterior y seguridad nacional está formado por: Antony Blinken, secretario de Estado; Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional; Avril Haines, directora de Inteligencia Nacional; Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EU ante las Naciones Unidas; Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional; y John Kerry, enviado presidencial especial para el Cambio Climático. 

En los últimos días ha sonado el nombre de Jeffrey Prescott, investigador del Pen Biden Centro para la Diplomacia  y los Acuerdos Globales, como probable “zar de EU en Asia” cuya misión pasaría por formar una coalición en Asia-Pacífico de contrapeso contra el poderío chino. 

El nuevo inquilino de la Casa Blanca tiene la intención de rescatar buena parte de las políticas de Obama, aunque China se ha hecho más fuerte, hasta el punto de ser la única economía en lograr un crecimiento del 2.3% en medio de una atroz pandemia con el SARS-CoV-2 no solo afectando las vidas humanas sino también llevándose a miles de negocios y empresas a la quiebra.  

“Tenemos que revertir todo lo que él (Trump) ha hecho. No tenemos tiempo que perder cuando se trata de nuestra seguridad nacional y  de nuestra política exterior. Necesito un equipo listo en el primer día en el cargo, para ayudarme a recuperar el lugar de liderazgo de  Estados Unidos, unir al mundo para hacer frente a los desafíos más importantes que enfrentamos y promover nuestra seguridad, prosperidad y valores”, declaró el presidente Biden.  

Además ha dicho que entre sus esenciales, casi en los primeros días de gobierno, regresará a EU al Acuerdo de París, aduciendo que jamás debió suceder ese abandono grosero y unilateral de la cumbre del clima realizado por órdenes de Trump 

¿Cómo recibe la aldea global a Biden y a su vicepresidenta Kamala Harris? Lo hace con escepticismo y con expectación, cada región manifiesta distintos sentimientos en la medida de la complejidad de su relación con la Unión Americana. Por lo pronto, Corea del Norte anuncia que continuará probando misiles de largo alcance y seguirá con su carrera nuclear mientras que Irán presiona igualmente advirtiendo que ha vuelto a enriquecer uranio.  

Por su parte, en la UE se congratulan por el cambio de liderazgo; la propia Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha manifestado su firme convicción por comenzar a trabajar lo más rápidamente posible con  el mandatario Biden y la vicepresidenta Harris.  

“Estados Unidos está de vuelta y Europa permanece lista para reconectar con nuestro antiguo socio de confianza, para traer aliento nuevo y fresco a nuestra alianza. Yo estoy entusiasmada por trabajar con @JoeBiden”, tuiteó la presidenta europea en su cuenta personal. 

Morir matando  

La gran pregunta es cómo Biden logrará revertir todo lo que su antecesor hizo en cuatro años y el puzzle no se ve nada fácil de resolver porque hay mucho por recomponer:  por ejemplo, los aranceles impuestos a la UE, la guerra comercial arancelaria con China;  el recrudecimiento de las sanciones económicas y el congelamiento de bienes a Irán, Corea del Norte,  Venezuela y Cuba, a la que Trump en los estertores de su gobierno, ordenó colocar entre los estados que ayudan  a los terroristas.  

En la opinión de Antonio López Vega, director del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, lo que sin lugar a dudas se espera es la vuelta de EU al multilateralismo y que vuelva a suscribirse a los acuerdos de sostenimiento medioambiental y de resolución de conflictos internacionales desde una perspectiva activa. 

Creo que es capital la recuperación del diálogo del bloque Occidental  para digamos ayudar a surcar las procelosas aguas  de la coyuntura internacional que viene con diferentes actores como pueden ser China y Rusia y que allí la voz unida de EU y la UE es fundamental  para hacer valer los valores tradicionales de democracia, sostenibilidad y justicia social que han iluminado el pensamiento en nuestro espacio en los últimos cien años”, afirmó en exclusiva el directivo español.  

Con la era Trump sucedieron  decisiones arbitrarias: el reconocimiento de  Jerusalén solo como capital de Israel, el traslado de la embajada estadunidense de Tel Aviv hacia  Jerusalén y el anuncio de cortar todos los fondos norteamericanos a organismos de ayuda a los palestinos entre éstos los de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). 

Al parecer, durará todavía un tiempo borrar la sombra del gobierno del republicano, hay la percepción en Europa de que ha hecho mucho daño e intentó hacerlo todavía más cuando perdió las elecciones.  

Quizá todas las reincorporaciones no sucederán tan rápido como se quisiera en cuanto al retorno de la Unión Americana al Tratado de París, a la Organización Mundial de la Salud; a la UNESCO o bien revertir decisiones serias y torales como abandonar el Tratado Nuclear con Irán; romper el Tratado de Cielos Abiertos y abandonar igualmente el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio suscrito con Rusia. 

Hay además que recuperar el brío y el respeto global. Se cuenta un amplio abanico de desafíos en el horizonte para Biden y Harris, para López Vega algunos tan relevantes como recuperar la imagen de EU en el ámbito internacional:  “Hay que rehacer la imagen de EU en el exterior, a lo largo de estos cuatro años con los asuntos en materia racial con los desatinos de Trump en el  escenario internacional… en el mundo ha  crecido la percepción de que la solidez y tradición de compromiso con el american way of life de los EU se venía diluyendo incluso los  propios valores democráticos se han visto cuestionados con el asalto al Capitolio de estos días atrás; creo que uno de los desafíos pasa por recuperar  la imagen de EU en el escenario internacional”. 

Relanzar el tono institucional  

Si bien hay grandes expectativas también es cierto que Biden defenderá los intereses comerciales, económicos, geopolíticos y geoeconómicos de su país y en ese tenor tiene  que ver con Rusia y  fundamentalmente con China. 

Habrá una ligera mejoría en las relaciones con China, asevera Xulio Ríos, que anticipa una recuperación de cierto tono institucional pero “no será suficiente” para evitar tensiones. 

La forma es fondo y el fondo es forma: de una u otra manera por lo menos habrá diálogo, pero “un viraje se ve difícil”, así lo remarca el presidente del Observatorio de la Política China, tras recordar que muchos cambios introducidos por Trump en la relación bilateral gozan de “consenso bipartidista”. 

“Por lo tanto, no creo que se vayan a modificar -de buenas a primeras- entre ellos las tensiones comerciales y tecnológicas. Por otra parte, aunque varíen las formas, la cuestión de fondo, es decir, la pugna hegemónica subsistirá, determinando que también las tensiones estratégicas persistirán”, declaró. 

Las aristas que generan rispideces entre la política norteamericana y la china son de todos los colores: desde el tema de los derechos humanos, la situación de Taiwán, de Hong Kong, del Tíbet; hasta las aguas en el Mar de la China Meridional y la competencia económica y tecnológica que Trump intentó frenar con vetos, aranceles, restricciones y otros castigos.  

El nuevo presidente de EU ha declarado reiteradamente que su nación no bajará la guardia en la región de Asia-Pacífico, sino todo lo contrario, reforzará su presencia. 

“Que la Administración Biden sea más “profesional” puede ayudar a forjar esa coalición internacional; de hecho, el Quad que es un foro que reúne a Australia, EU, India y Japón apunta en esa dirección”, subrayó Ríos. 

Por otra parte, agrega, no se debería pasar por alto el deterioro sufrido en el poder blando de EU en los años de Trump, lo que representa “una hipoteca” que llevará a muchos países a esperar y a ver.  

“Los ideales y valores pudieran no ser suficientes para forjar esa coalición si los “intereses” de los países divergen, especialmente en un momento en que la pandemia está dejando exhaustas a muchas economías en todo el mundo”, matizó el asesor internacional. 

No obstante, hay otra región del mundo que espera ilusionada que su futuro inmediato en  sus relaciones trasatlánticas mejore o al menos recobre el cauce que ya tenían previas al arribo de Trump al poder: la UE respalda la Presidencia de Biden.  

¿Cómo se espera la relación de EU con la Unión Europea en esta nueva etapa?  De acuerdo con Miguel Álvarez de Eulate, con la visión multilateralista del presidente Biden cuyo lema es “America is back, la Unión Europea tiene posibilidades de retomar un papel importante dentro de la estrategia de reconexión de EU.  

Para el director de la Fundación de Estudios Estratégicos e Internacionales (FESEI), las personalidades propuestas para formar parte de su gabinete también muestran este perfil multilateral y futura sintonía con la UE y un claro ejemplo, destaca Álvarez de Eulate, es el nombramiento de Antony Blinken, como secretario de Estado, es una visión “atlantista” activa.  

“Hay muchas zonas de entendimiento común que ayudarán a aproximar 

posturas entre la Unión Europea y Estados Unidos, como por ejemplo, las políticas para combatir el cambio climático y la visión de la democracia como un componente activo en la política exterior”, destacó en entrevista. 

¿Amainará la también guerra arancelaria entre la nación norteamericana y el bloque común europeo? La postura en el renglón de las políticas comerciales, considera el dirigente del FESEI, mantendrá una postura prudente. 

¿Habrá forma de ver una política libre de aranceles entre EU y la UE que pueda   prosperar un acuerdo de libre comercio o bien por lo menos eliminar los aranceles impuestos por Trump? 

-El arancel como arma diplomática ha sido muy característico del estilo de política internacional del presidente Trump, un estilo de corte empresarial centrado en la negociación agresiva y con una tendencia clara a las relaciones bilaterales que a las relaciones multilaterales, básicamente por la ventaja de Estados Unidos al negociar con países por separado que han reforzado y protegido su economía. 

¿Podría volverse a la negociación y conclusión del Acuerdo de Asociación de Comercio e Inversión Trasatlántica (TTIP) que incluiría la eliminación del 97% de los aranceles entre EU y la UE? 

-A corto plazo no hay seguridad al 100% de reducción drástica de aranceles, visto que el presidente Biden ha heredado crisis internas que pueden conducir a 

escenarios de políticas proteccionistas para proteger el tejido socioeconómico norteamericano. 

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