Opinión

La desesperación de Jamenei y su confesión en medio de sus bravuconadas

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 Las conversaciones de Viena se reanudaron el martes 7 de febrero, tras unos días de pausa. Muchos observadores, basándose en los comentarios de los funcionarios de los países implicados, consideran estas conversaciones como la tarea final del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA).

En esta situación y en el mismo día, Jamenei salió a escena y mientras muchos pensaban que al menos esta vez aclararía la hoja de ruta para su equipo negociador, Jamenei en su discurso dirigido a un grupo de personal de la Fuerza Aérea dijo: "Hoy, Estados Unidos está siendo golpeado desde un lugar que nunca esperó".

Esta frase implica que Jamenei dará un giro a las negociaciones. Pero continuó: "Hoy, los dos presidentes de Estados Unidos, el anterior y el actual, se han unido para empañar la imagen de Estados Unidos y lo están consiguiendo... Se están debilitando día a día y esto continuará". Si bien, resultó que la primera frase era sólo para consumo interno y para aliviar a la Basij (la fuerza paramilitar) y a la Guardia Revolucionaria. También reveló que no fue el régimen iraní el que golpeó y volvería a golpear a Estados Unidos, ¡sino los anteriores y actuales presidentes de Estados Unidos!

 Además, otro hecho más importante que ha quedado cada vez más claro es la extrema debilidad de Jamenei. Mientras que muchos observadores ven las negociaciones del JCPOA en su minuto 90 de juego y subrayan que las conversaciones nucleares han llegado a la fase final y que tendrán éxito o fracasarán, Jamenei sigue siendo incapaz de hablar con claridad y de abandonar su habitual duplicidad porque ya es hora de que tome una "gran decisión" en un momento en el que el tiempo se agota. Una decisión sobre si dar marcha atrás y aceptar las condiciones de la otra parte, o no cortar sino intensificar las actividades nucleares. En cualquiera de los dos casos, le costará caro, tanto como la existencia de su sistema.

Esta fragilidad y desesperación, en primer lugar, se debe a la devastadora crisis dentro del Gobierno iraní, que se intensifica a medida que el JCPOA se acerca a su línea final, y se escuchan palabras y voces contradictorias desde los más altos niveles de los líderes gubernamentales. "Un buen acuerdo está definitivamente al alcance y el régimen está decidido a alcanzar un resultado seguro", dijo un portavoz de la Administración de Raisi en una conferencia de prensa. Por otro lado, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores dice: "El levantamiento de las sanciones es muy clave y la línea roja de la República Islámica". Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad del régimen, dice: "Si Washington no sale de sus actuales ilusiones, las conversaciones de Viena no serán fáciles".

Pero las raíces más profundas de la hipocresía y la extrema impotencia de Jamenei hay que buscarlas en las crisis socioeconómicas que han atenazado a su régimen por todas partes. Las mismas crisis que le obligan un día a derramar lágrimas de cocodrilo por el sustento del pueblo y a expresar su descontento con los indicadores macroeconómicos, pero unos días después a alabar estúpidamente "los miles de logros y epopeyas conseguidos durante cuatro décadas de Gobierno de los mulás en Irán, que son negados por nuestros enemigos y malquerientes".

En el mismo discurso, para justificar los crímenes cometidos en su Gobierno, acusó a los medios de comunicación disidentes de que "al embellecer la cara fea y corrupta del antiguo régimen dictatorial y encubrir sus traiciones, pretenden incluso embellecer la imagen criminal de SAVAK (la fuerza de seguridad del Sha)".

El hecho es que, durante el Gobierno de Jomeini, la Guardia Revolucionaria, el Ministerio de Inteligencia y las fuerzas Basij fueron el principal factor para blanquear la dictadura del Sha y de SAVAK reprimiendo y matando a la gente.

Con estas declaraciones, Jamenei no puede ocultar su desesperación y su crisis. No sólo ha alcanzado un hito en la cuestión nuclear y el JCPOA se acerca rápidamente a su fase final, sino que su Gobierno ha llegado a su fin en todos los ámbitos, y el pueblo iraní lo ha dejado claro en sus continuas protestas. Se espera que la situación desemboque en un levantamiento general en un futuro próximo. Esta vez, sin embargo, Jamenei simplemente no podrá reprimirlo.

Cyrus Yaqubi es un analista de investigación y comentarista de asuntos exteriores iraníes que investiga las cuestiones sociales y la economía de los países de Oriente Medio en general y de Irán en particular.