Opinión

La guerra interminable

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Cien horas antes del utimátum para que los occidentales abandonáramos Afganistán, el aeropuerto y las calles de Kabul se han regado de sangre. Más de 170 muertos, entre ellos 12 marines estadounidenses y 150 heridos. Es el principio de una guerra interminable sin fronteras, sangre de la alianza nueva y eterna en la que el objetivo está claro: la guerra santa iniciada por el profeta en el año 622. Ya lo dejó escrito Bin Laden a sus discípulos: “Hay que recuperar el Al Andalus y si es necesario pasar a cuchillo a todos los no creyentes”. El santo terror musulmán (esta vez en su versión talibán como nueva Al Qaeda) será el gran protagonista de la próxima década. 

El miedo como principio y final

La Operación Libertad duradera fue la respuesta proporcional al atentado de las Torres Gemelas y del Pentágono el 11 de septiembre de 2001. Los 18 países de la Alianza Atlántica acudieron en auxilio de los Estados Unidos tras pedir el presidente George Bush la activación del Tratado OTAN. La ofensiva comenzó el 7 de octubre a las 18,30 hora española. Allí hemos dejado miles de muertos y trillones de dólares. España, en una labor humanitaria admirable hasta el último minuto, envió 27.100 militares, entregó la vida de 102  e “invirtió”  más de 4.000 millones de euros. Un nuevo horizonte geopolítico tras la llegada de los talibanes

Los acuerdos de Doha (Qatar) entre Trump y los talibán nos han conducido a la mayor humillación militar y política de la historia. Joe Biden, anunció la retirada para el 31 de agosto y convirtió el éxodo en un infierno. Sobre todo para los que se quedan. ¿Nadie previó el avance de los talibán hasta alcanzar la capital en apenas una semana? Los norteamericanos ocuparon el aeropuerto pero no los alrededores. Y las escenas de la evacuación han sido dantescas. Los dos pasajeros desprendiéndose del tren de aterrizaje hasta estrellarse en la pista serán la imagen permanente de una tragedia y de una incompetencia sin precedentes.

85.000 talibán han reconquistado, veinticinco años después sin pegar dos tiros, un país agreste de 655.230 kilómetros cuadrados, con 36 millones de habitantes (19 millones de mujeres). El Ejército del ex presidente Ashraf Gahnihuyó cobardemente mientras el mandatario corrupto “emigraba” en helicóptero a Oriente Medio con 185 millones de dólares, según informó Moscú.  Ello dio pie al presidente norteamericano para justificar la deshonrosa retirada: “EEUU no podía ni debía seguir luchando en una guerra que los afganos no están dispuestos a librar”. Es un buen argumento para consumo interno.

Nos hemos quedado sin el primo de Zumosol. Los norteamericanos están cansados de poner los muertos y el dinero para salvar al mundo, cuando éste no quiere que le salven y además son acusados de imperialistas por los progres de la izquierda.  Sorprende, no obstante, que esta derrota política y militar haya ido acompañada de regalos tan generosos: un arsenal de guerra abandonado por el ejército regular afgano: más de 2.000 vehículos blindados, 400 tanques operativos,  40 aeronaves, decenas de helicópteros UH-60 Black Hawks, drones militares ScanEagle, gafas de visión nocturna y miles de fusiles AK-74 con su correspondiente munición. Todo una maquinaria de guerra para destruir a los otros grupos opositores -en realidad solo hay uno importante-,  los 10.000 seguidores del guerrillero Ahmad Shah Masud, conocido como el León del Panshir, de mayoría tayika y cuyo valle entre montañas nunca fue conquistado ni por el ejército ruso La pregunta es: ¿Estados Unidos y la UE están dispuestos a ayudarles a reconquistar la república que ha conocido al menos durante dos décadas un resquicio de libertad? La respuesta es no. Las mujeres y las niñas deben ser protegidas de la sharía yihadista que niega todos los derechos a las  al sexo femenino. Ni escuela, ni trabajo, ni hospital, ni universidad. Volvemos a la Edad Media: al burka.

El Emirato Islámico de Afganistán -“nunca seremos una democracia-“, ya se ha aproximado a los socios que pueden blanquear su reconocimiento en Naciones Unidas: Rusia y China, miembros del Consejo de Seguridad con derecho a veto. Pakistán, Irán y Turquía –técnicos turcos se  harán cargo del aeropuerto de Kabul en las próximas horas- son los países más beneficiados para que una vez expulsado el invasor, se recrudezca la batalla interna, se consagre el silencio de los medios de comunicación, las redes sociales pasen a manos militares y el terror y el miedo acaben enterrando la verdad y la represión. ¿A cambio de qué? De sus inmensos recursos de oro, cobre, litio -estratégico para fabricar baterías para coches- y el monopolio del contrabando de opio, base de la heroína para destrozar Europa y los Estados Unidos. Esta es la Guerra de las civilizaciones, que tanto propugnaron Zapatero y Erdogán. El miedo y el terror se han implantado en un terreno inhóspito sin un solo kilómetro con salida al mar. Un polvorín geoestratégico. 

Una Europa desunida

Estamos ante el cambio más importante por estratégico y global de todo el siglo XXI. Porque el abandono de la Operación Libertad Duradera debilita a la OTAN, abre un abismo de desconfianza entre las dos orillas del Atlántico y, más allá de los miles de afganos colaboracionistas con los occidentales, a los que hay que proteger, el problema empieza con un éxodo masivo de afganos -con yihadistas empotrados- vía Ankara- que quieren llegar a la Unión Europea a cualquier precio. ¿Cuánto nos costará su paso controlado, su retención, su peaje por Turquía? ¿10.000 millones de euros? Otro chantaje a una Bruselas desarmada. El muro de 40 kilómetros levantado por Grecia no será suficiente para detener la riada de orientales perseguidos por los talibán y los afganos que ya han emigrado a los países vecinos que ansían llegar a Europa.orientales perseguidos por los talibán y los afganos que ya han emigrado a los países vecinos que ansían llegar a Europa.

La guerra de Siria, la de Libia, las crisis del Líbano y  del Sahel;  las avalanchas de Marruecos sobre Ceuta, Melilla y Canarias y la ruptura de relaciones diplomáticas entre Argel y Rabat, van a ser un mal sueño ante la pesadilla que se avecina en el Viejo Continente con la insolidaridad de los países nórdicos, Holanda y las política anti musulmanas de Hungría y Polonia.
 
Borrell ha sugerido la creación de un ejército europeo y con la boca pequeña se han sumado Madrid, Berlín y París. La pregunta es: ¿Quién paga la fiesta? Estados Unidos dedica un 7,2% del PIB al mantenimiento de su seguridad; Europa no llega al 2%. España apenas roza el 1,5 tras las reprimendas del ex presidente Trump a Cospedal. 

Los ciudadanos europeos gozamos de sanidad, educación, pensiones, seguros de desempleo y ayudas  a la dependencia gratuitas. Los americanos tienen que pagarse su propio estado de bienestar, aunque cierto es que pagan menos impuestos como contribuyentes. Tener un ejército europeo operativo, incluso para la defensa de nuestro territorio común supondría un desembolso tan alto que nuestra calidad de vida sufriría un efecto invernadero. 

Afganistán es el fin de una era y del imperio norteamericano que no ha durado ni cien años. Hoy, dependemos de la tiranía china en lo económico. (No hay chips para nuestros vehículos ni electrodomésticos); ya ha colonizado África, está invirtiendo en Iberoamérica, se ha engullido Hong Kong y ahora va a por Vietnam y por Taiwán. Peking con su capitalismo comunista, está dominando el mundo sin cumplir las reglas del libre comercio y el respeto al medioambiente y a los DDHH. El regreso de los talibán a Afganistán acelerará el progreso y la hegemonía china. Como escribí hace un par de años, la UE debe expandirse hacia el Este -incorporando a Israel- y aceptando como socio preferente a la Federación Rusa  para que a cambio de paz y de ampliar su clase media, no nos falte el suministro de gas y electricidad que necesitamos tras haber renunciado -salvo excepciones como Francia y Reino Unido- a la energía nuclear. 

La agenda 2030 y la 2050 -¡cuán largo me lo fiais!- no podrá soportar el consumo actual ni las propuestas ecologistas y verde-verde limón. ¿Hay una alternativa con perspectiva de género para sacudirnos  tanto buenismo suicida?  No lo hay. La serpiente del Daesh sigue ahí camuflada de mesianismo cuando ya ha aterrorizado África, a Extremo Oriente y ahora va a por nosotros, especialmente los cristianos. El islán es incompatible con cualquier religión. No es tolerante y abusa de nuestra transigencia. El día que en Arabia Saudita se puedan levantar iglesias y catedrales, ese mismo día deberíamos autorizarles a construir mezquitas. En el Reino Unido hay 3.000,  en España 700. 

No hay conflictos entre cristianos y budistas, entre hindúes y judíos. Todo se complica cuando los musulmanes conviven con otras religiones. Todo son imposiciones y amenazas como ocurre con los coptos egipcios. El asesinato es la repuesta. Y casi peor aún es la convivencia entre ellos mismos sean sunitas o chiitas. El terror es su común denominador y la matanza de infieles  su filosofía de vida. Claro que no todos los musulmanes son terroristas pero todos los terroristas que han atentado desde Buenos Aires a Nueva York, desde Londres a Moscú, desde Bruselas a Roma, desde Berlín a Madrid, todos, son musulmanes. ¿Radicales? Radicales con el silencio cómplice de los moderados.

El rearme moral después de estos atentados de Kabul ha de iniciarse hoy mismo auspiciado por Naciones Unidas. El Emirato Islámico taliban no debe ser reconocido por ningún país democrático. Ayudemos al pueblo pero no a un gobierno criminal que no respeta los Derechos Humanos. Si empezamos dialogando, terminaremos derrotados militar y políticamente. Y exijamos a los países de Medio Oriente, con  Arabia Saudita a la cabeza, que se haga cargo de los afganos exilados. Esperamos una respuesta unida en  toda Europa no solo de los países de la Unión. 

Calcinados por el miedo

Sin duda, esta Bahía de Ítaca, se ha visto desbordada por la actualidad de la matanza en Kabul. La III Guerra mundial ha comenzado allí. Y será una guerra interminable a partir del primero de septiembre. España llegó tarde a la repatriación pero lo ha hecho bien. Desgraciadamente, Margarita Robles nos acaba de adelantar que “muchos de los colaboradores se han quedado atrás”. La actuación de las Fuerzas Armadas, de los Geos, de los Boinas Verdes y del personal diplomático ha sido ejemplar.      La decisión del embajador Gabriel Ferrán Carrión -¡oh, capitán, mi capitán!-, de quedarse allí hasta el último minuto para poder dar los visados a nuestros amigos después de haber sido destituido por Sánchez un día antes de marcharse de vacaciones al palacio de La Mareta, confirma que algunos servidores públicos creen en España. Junto a su segunda en la Embajada, la joven Paula Sánchez y otros 17 policías nacionales, todos los funcionarios, han demostrado defender con la  vida su compromiso con la paz, con la democracia y con la libertad.

Paula Sánchez y otros 17 policías nacionales, todos los funcionarios, han demostrado defender con la  vida su compromiso con la paz, con la democracia y con la libertad.

Pedro Sánchez apuró el cáliz de las vacaciones en zapatillas mientras los talibán rodeaban el aeropuerto e invadían el palacio presidencial. Mientras Merkel, Macron, Draghi, Johnson, Trudeau y Biden explicaban a la opinión pública  la grave situación de una peligrosa rendición, nuestro presidente dejó el trabajo sucio para los ministros de Presidencia y de Exteriores. La reunión de coordinación por teletrabajo, con la cartera presidencial en la mitad de la mesa, olía solo a propaganda  monclovita.La calle no cree en un tipo que agradece a la prensa que le acompañe y sea incapaz de contestar a una sola pregunta.

España ardía, además,  por los cuatro costados pero nuestro líder carismático  se pasaba por el “fotocall” de Torrejón de Ardóz para recibir las alabanzas de doña Úrsula von del Leyen y de don  Charles Michel, responsables  de la Comisión y del Consejo de la UE, respectivamente. Toda su pachorra vacacional despertó la solidaridad de la UE y le perdonó sus pecados de pereza. La llamada del presidente norteamericano -ya era hora- para que España habilitara las bases de Rota y Morón para las tropas y los afganos en tránsito a Norteamérica fueron un “subidón” de protagonismo que hicieron olvidar tanto descanso acumulado en la hamaca de Lanzarote. Pérez-Castejón alcanzaba la cumbre.

os de Presidencia y de Exteriores. La reunión de coordinación por teletrabajo, con la cartera presidencial en la mitad de la mesa, olía solo a propaganda  monclovita.Cuarenta y ocho horas después, Moncloa construía sobre el maltrecho puente del  Pacto de Toledo una revalorización de las pensiones y aprobaba ayudas urgentes para zonas catastróficas en todos los incendios provocados por unos días de calor infernal. La visita a Navalacruz (Ávila), con 22.000 hectáreas calcinadas y la firma en la escayola de Paquita en Sotalbo, le devolvieron al inquilino de La Moncloa todo el esplendor de tres semanas resumidos en dos twits, La verdad es que pese a todo, había ganado la batalla de la imagen a la oposición ¿Dónde estaban Pablo Casado -diputado por Ávila en varias legislaturas- y Santiago Abascal, líder de VOX? En el limbo.

Días después, el jefe de los populares se fotografiaba ante el monte calcinado abulense agradeciendo la prontitud del ejecutivo por las ayudas consignadas a labradores y ganaderos mientras su segundo, García Egea le animaba a bañarse en el Mar Muerto (de peces) -digo en el Mar Menor, en Murcia,  cual Manuel Fraga en Palomares (Almería) con el embajador useño Angier Biddle Duke el 8 de marzo de 1966, tras la caída de las bombas. Casado no aceptó la invitación de su secretario general. 

Pablo Casado -diputado por Ávila en varias legislaturas- y Santiago Abascal, líder de VOX? En el limbo.Un velo de alquitrán en la mirada

Cuando todo parecía que la imagen de presidente se recomponía con la nueva repatriación de menas desde Ceuta a Marruecos, dos juezas y la propia Fiscalía  obligaron a Marlasca a paralizar los traslados de los menores que entraron ilegalmente en mayo porque no se cumplía la ley de Extranjería. Marlasca, tan cobarde como siempre, le echó la culpa al presidente de la ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas Lara.  Sánchez lo llamó a Palacio y le prometió hacer todo lo posible para que los chicos vuelvan con sus padres. El ministro del Interior llegó a declarar públicamente que eso no era competencia de su departamento y acusó al popular  Vivas de ser el responsable del incumplimiento de la ley, denunciada incluso por su compañera Belarra. 

 Palomares (Almería) con el embajador useño Angier Biddle Duke el 8 de marzo de 1966, tras la caída de las bombas. Casado no aceptó la invitación de su secretario general.Para más inri, Grande Marlasca, se ha inhibido en los homenajes a etarras en el País Vasco y en especial guarda silencio con el recibimiento que le dispensarán al asesino Henry Parrot a mediados de septiembre en Amorabieta. Este sanguinario terrorista está acusado de 33 asesinatos y condenado a 4.800 años de prisión. Las FSE y las víctimas del terrorismo han pedido la dimisión de este ministro incompetente, miserable y embustero. 

Toda la credibilidad del presidente se vino abajo tras el éxito de la evacuación afgana porque en sus 100 días de vacunación no se consiguió el 70% de inmunidad de rebaño. Hemos pasado de la vacunación  la evacuación con la rapidez del rayo que no cesa. Y sobre todo, porque Sánchez, se ha negado a acudir al Congreso para hablar de Afganistán, de la subida de la luz, de los incendios y de la Mesa de la Vergüenza que tiene previsto celebrar el 12 de septiembre con Aragonés, en un encuentro al que ya Salvador Illa le ha pagado un peaje por adelantado: apoyo incondicional a los Presupuestos de la Generalitat 2022. Ya anunció el portavoz de ERC Gabriel,Rufián que a ellos les importa un bledo lo que haga el PSC. Lo suyo es “negociar, negociar y negociar” en la mesa bilateral. Incluido el referéndum para la independencia. Toda la credibilidad del presidente se vino abajo tras el éxito de la evacuación afgana porque en sus 100 días de vacunación no se consiguió el 70% de inmunidad de rebaño. Hemos pasado de la vacunación  la evacuación con la rapidez del rayo que no cesa

El doctor Pedro Sánchez, asume la segunda mitad de la Legislatura sin acudir al Parlamento, mostrándose como un político que no cree en la democracia, como si estuviera aún en vigor el estado de sitio tras el palo del TC.; en suma, como si fuera un presidente de una República bananera. El apoyo de la mayoría Frankenstein en la Diputación Permanente del Congreso no va a impedir que cuando salga de gira electoral (Salamanca, Lanzarote, Navalmoral de la Mata (Cáceres) o Madrid sea abucheado por el pueblo llano. La calle no cree en un tipo que agradece a la prensa que le acompañe y sea incapaz de contestar a una sola pregunta. La calle no cree en un tipo que agradece a la prensa que le acompañe y sea incapaz de contestar a una sola pregunta.

Necesitamos respuestas concretas a la subida de la luz, a las nuevas alternativas con Marruecos, a la ruptura de relaciones entre Argel y Rabat, a la situación en Cuba, en Haití y en Perú; a las consecuencias de la caída de Afganistán, del paro, de la deuda, del déficit, de los fondos europeos, de la subida del IPC, del nuevo SMI… A  la recuperación moral, económica y social.  Sus silencios altaneros van a ser su sepultura política. Hasta ahora solo divisamos un velo de alquitrán en su mirada. Queremos saber la verdad. Queremos que dé la cara. Los tiempos están cambiando. Ya conocemos todas sus mentiras. Deje la propaganda, señor presidente, para sus fieles socialistas en el 40 Congreso  de finales de octubre. Estamos en una guerra santa e interminable. El mundo es peor a partir de hoy y lo será aun peor a partir del uno de septiembre. Es la hora de la responsabilidad. Necesitamos líderes que no se rindan preventivamente.  

Antonio Regalado dirige BAHÍA DE ÍTACA en: aregaladorodriguez.blogspot.com